Capítulo 2

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El sonido de la cámara resonaba por gran parte del lugar, la maquilladora estaba atenta por si tenía que entrar en la escena para retocar un poco el maquillaje de la chica de cabellos negros y lisos.

Aunque ella no demostrará se encontraba algo nerviosa y de vez en cuando la modelo la miraba de forma discreta, como si estuviese realizando una nueva pose para asi calmarla un poco.

El camarografo casi no daba ninguna indicación a la chica, puesto a que llevan varios años trabajando con ella y con su madre.

Decidieron dar un pequeño reseso, así aprovecharían de preparar el vestuario siguiente como también del maquillaje que ahora le tocaría para las últimas fotos del día.

—Rose... ¿Te sientes bien?

La de cabellos blancos se acercó a la pelinegra una vez que se metió a la habitación que le brindan para cambiarse y retocar el maquillaje, pero solo permite entrar a aquella mujer.

—Amy... aquí no me llames así, lo sabes bien.

—Lo siento Rosella, es la costumbre.

Rose la miró con ternura, hace tiempo que ellas se conocen y hace sólo un año que Amy decidió unirse a los Blood Rose, por lo cual le tiene un gran cariño a ella y también le ayuda a mantener su secreto oculto.

Se quitó la peluca para descansar por unos breves momentos su cabeza que la sentía algo pesada y le dolia un poco.

Amy no tardó en tomar la peluca para dejarla en un lugar seguro para que así no se enredara. Mientras la peliblanca peinaba un poco la peluca que en muy pocas partes se había enredado, Rose aprovechaba de masajear un poco su cuero cabelludo.

—Amy...— La llamo con voz suave.— ¿Sabes cuántas prendas faltan para que terminemos?

La nombrada detuvo todos sus movimientos para pensar en la pregunta que su líder, o mejor dicho la modelo le estaba preguntando.

—Solo unas dos más, ¿Por qué Rosella?

—Porque me gustaría hacer una pequeña reunión al término del horario de clases y laboral...

—Y también para saber si podrías asistir un par de horas a la escuela.

Asintió con la cabeza en silencio, no podía darse el lujo de perder demasiadas clases en el día y que sus notas bajaran.... o tendría consecuencias.

Con una simple seña le pidió a Amy que la dejara sola para poder cambiarse de ropa y le llamaría para que le ayudase a retocar el maquillaje y la peluca.

Una vez que ella salió del pequeño cuarto comenzó a sacarse la ropa enfrente de un espejo dejándole ver todos los moretones que posee en su abdomen, pecho y en sus brazos, pero por suerte la ropa y el uniforme de la escuela tapaban aquellas marcas.

Mientras se cambiaba de ropa pequeños recuerdos pasaban por su mente de anoche, después de llegar a casa por la improvisada reunión con la Tokyo Manji para efectuar la alianza.

Recordaba los golpes que aquel hombre le daba en su cuerpo por haber llegado tarde y no tener la cena caliente, aunque solo fuese necesaria meterla en el microondas por unos minutos.  Si emitía cualquier sonido de queja o le dedicaba una mala mirada, los golpes y amenazas hacia sus seres queridos aumentaban aún más.

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Todos se miraban entre si bastante atónitos por la información que su comandante les había dado... ¿Ellos formando una alianza con otra banda?

No....

Y muchos más no pasaban por las mentes de varios de ellos, queriendo alzar la voz para intentar romper aquella alianza innecesaria para varios.

—No podemos darnos el lujo de poseer otro enemigo.... Si no hubisen sido impulsivos y realizarán realizarán protocolo que se les enseñó, de esperarnos o de llamar a cualquiera de nosotras tres...

—Nada de esto estaría pasando.

Hikaru termino la frase de su amiga y líder colocando una mano en su hombro para darle apoyo,  gesto el cual le agradeció con una sonrisa.

—Es bueno saber que no he sido yo quien la jodio esta vez.

Kyomi, la segunda al mando de los Blood Rose, conocía como aquella que genera la mayoría de los conflictos con otras bandas, pero que también posee una gran cantidad de contactos con otras bandas para conseguir algo de información o apoyo.

Todo lo contrario a Rose, quien puede conseguir información por su trabajo, aunque aquella tiende a ser más escasa y difícil de conseguir.

—Les voy a pedir que ahora en adelante... tengan más cuidado y verifiquen las informaciones, esperen nuestras instrucciones para evitar nuevos conflictos.

Continuaron hablando un poco más para que quedarán más claras las reglas y asi evitar que algunos de ellos saliera lastimado, era lo que menos deseaban después de saber los motivos por los cuales se unieron a la banda.

Intentaron que fuese lo más corta posible la reunión para que todos se fuesen a casa y no tuvieran problemas al llegar.

Rose se sujetó su cabello rojo para que el viento no lo dañase tanto y se subió a su moto para ir lo más rápido posible a casa. No dejaba de pensar que aquella semana que hace poco había comenzado se volvió caótico y aún quedaba varios días más....

Detuvo su moto cuando el semáforo se puso en rojo, deseaba estirar un poco su cuerpo que lo sentía algo tenso durante gran parte del día y lo único que deseaba era tocar su cama para dormir lo antes posible.

—No pensé encontrarme con la líder de los Blood Rose.

Rose con algo de pereza giró su rostro para ver quien le había hablado. Se sorprendió un poco al ver al vice-comandante de la ToMan aún por aquellas zonas.

—No me imaginé toparme contigo... ¿Vas a casa?

El rubio le dedico una ligera sonrisa para luego volver a poner atención al frente, permitiéndole a Rose ver con más detalle su tatuaje como también la trenza que siempre usa.

—Si, voy a casa ahora...¿Tú también?

—Si... ya es hora de volver a casa.

Se formó un pequeño silencio entre ellos, para suerte de ambos no había nadie más a su alrededor y podían hablar a la perfección sin tener que alzar demasiado la voz.








—¿Quieres que te acompañe?

Blood Rose [Draken x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora