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1 día antes de la desaparición de Percy

El agua salpicaba hasta sus rodillas. Annabeth se había negado a seguir mojando su ropa diaria por tener de novio a Percy, quien claramente tenía una fascinación, u obsesión, con sumergirse, lo que lo llevaba a sumergirla también.

   —Mamá está esperando a des una respuesta...—Percy, Sally y Paul le habían ofrecido acompañarlos en sus vacaciones. Irían a Grecia, y Annabeth deseaba ir, pero sentía que era demasiado íntimo, ¿ya habían llegado a ese punto de su relación? Claro, había recibido unas puñalada por el, negado unirse a las cazadoras de Artemisa por el, y la había visto a ella en el Río Estigio como punto de anclaje, además de rechazar ser un Dios por ella. ¿Pero era lo suficiente para pasar unas vacaciones con su familia?
Suspiró —Quiero ir, pero en serio no quiero incomodarlos—Por algún motivo, Percy se rió. Annabeth odiaba eso, que el se riese cuando ella era sincera.
  —Yo estoy más preocupado de que ellos te incomoden a ti que tú a ellos, ¿sabes?—le rodeó la cintura con el brazo, obligándola a voltearse más hacia el—. Mi mamá y Paul te ven casi que como el ejemplo de seguir de ellos, no tienes nada de que preocuparte, además, son sólo dos semanas. Dos semanas sin riesgo de muerte... quizá—Percy pareció darse cuenta de que prometía demasiado—. Bueno, no sé eso, pero al menos no estaremos en una misión y no tendremos una profecía en nuestra espalda.
Annabeth recordó automáticamente lo que era sentir el peso del cielo. Amordazada y con Luke de frente intentando pedirle que se una a ellos, que no quería dejarla atrás. Intentó eliminar eso de su mente.
  —Deja de pensar en Atlas—dijo Percy.
  —¿Cómo..?
  —Si no quieres ir, puedo quedarme en el campamento contigo, o hacemos algún otro plan, ¿te parece?
Algo pareció encenderse dentro de Annabeth. Ella no quería que él perdiese esas vacaciones por ella, y ya ella había hecho muchos riesgos por el, podía unirse a unas vacaciones con sus padres e intentar no sentir que arruinaba el momento familiar. Claro que podía.
  —No, no. Voy a ir, vamos a ir.
  —¡Genial! Ya quiero escucharte hablar por horas de la Acrópolis de Atenas o del Teatro de Epidauro—se veía realmente feliz de saber que Annabeth los acompañaría, eso le estrujó el corazón, ¿cómo ella podía merecerlo?
  —Parece ser que has estado estudiando.
  —La verdad es que ya me había mentalizado de que me hablarías de todos esos monumentos y no quería quedar como un idiota cuando me preguntases algo al final del viaje—Annabeth carcajeó y lo besó suavemente en los labios. Percy la impulsó montándola en su cintura, mientras el agua de mar los envolvía levemente.
  —Te amo—dijo Percy. Era el primer "Te amo". Alguien la amaba. Y ella amaba a ese alguien.
  —Dioses, yo a ti.
El cielo se tornó más oscuro. Annabeth conectó muy tarde los cables, lo suficiente para que ya los campistas estuviesen haciendo las rondas nocturnas. Si veían a ambos besándose medio vestidos en la arena, posiblemente los harían lavar los platos de toda la semana por un mes. Percy se dió cuenta en el momento en el que Annabeth lo separó de él. Se puso su camisa y cubrió a Annabeth con la toalla de playa que habían llevado.
  —Camina más rápido, sesos de alga, nos van a ver y no planeo encargarme de la limpieza de mi cabaña yo sola—Percy sonrió y negó con la cabeza. Finalmente llegaron a la parte trasera de la cabaña de Annabeth.
  —Misión cumplida, ya no vas a ser castigada.
  —Encárgate ahora de no ser castigado tú. No creo que al señor D le valga mal lanzar un castigo a Peter Jhohanson.
  —Ja, ja. Cállate.
Le agarró el borde entre el cuello y el mentón y la impulsó hacia el, besándola lo suficientemente rápido, pero lo suficientemente bien. A Annabeth le costaba respirar cada vez que hacía eso. Se volteó de inmediato y corrió a la puerta de la cabaña, escuchando un "Adiós, chica lista" de Percy en el fondo.
Las luces de la habitación estaban encendidas y los hermanos mayores despiertos. Los menores dormían plácidamente en el rincón de camas oscuro.
—¿Y dónde estabas, hermanita?—Malcom carraspeó.
—Dime "hermanita" una vez más y...
—Malcom, tiene el traje de baño puesto y un novio que controla el mar, es más que obvio donde estaba—interrumpió Daphne, unos meses mayor que Annabeth—. ¿No estaban haciendo cosas indecorosas? Para ese punto tendremos que conseguirles una carabina.
—El primer comentario fue inteligente, el segundo molesto. Sigan haciendo lo que sea que estaban haciendo, voy a ducharme—Malcom y Daphne sonrieron. Eran muy molestos con la relación de Percy y Annabeth, y con molestos se refiere a que hacían que sus mejillas se sonrojaran en exceso y que su mente pensara en otras cosas.

El agua corrió sobre ella, se preguntaba qué estaría haciendo Percy en ese momento. Dioses, ¿por qué si quiera pensaba en ello? Se sentía una adolescente obsesionada. Por un momento se preguntó si lo sería.

Siento que nadie va a leer este fic, pero, decidí dividirlo, porque será bastante largo, creo. Cambié algunas cosas de los libros, pero espero se apegue lo más posible y les guste!!!

Percabeth ThoughtsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora