Capitulo 3

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Mil razones para pensarte
cien para admirarte
y una sola para no olvidarte:
Quererte.

El torneo. 

El esperado torneo. 

A Lyz se le ponía la piel de gallina al pensar que ella competiría en aquel torneo.

En realidad, no sabia porque decidió competir. Amaba el beyblade, pero... nunca competía oficialmente. Como mucho, ayudaba a entrenar a Shu y practicaba después de clases.

Tal vez era el mismo Shu el que la había inspirado.

No era "excelente" en beyblade, nunca lo había sido. Shu siempre fue mejor que ella. Pero él le decía que debía seguir adelante, nunca rendirse y que hiciera lo que le gustaba. Que se esforzara por lograr sus sueños. 

Shu Kurenai había sido, desde que lo conoció, una figura admirada y querida. Era valiente y decidido. Ella era dudosa y tímida. Pero había aprendido de él muchas cosas.

Ella amaba otra cosa además del beyblade: el arte. Una vez paso que, a los diez, ella decía que todos sus cuadros le salían horribles. Planeaba renunciar. Y Shu se lo prohibió. Le dijo que no dejara lo que amaba. Que si a ella le gustaba, no tenia más que practicar.

Recordaba cuando, hace un año y medio, comenzaron con el beyblade.

Shu y ella habían conseguido sus beys y decidieron reunirse con Valt en el parque para pelear.

–Este es mi bey –dijo Shu, mostrándolo cuando Valt llego –¡Spryzen!

–Mi bey –dijo Lyz, sonriendo –es Longinus.

Lost Longinus era un tipo ataque de color blanco, fucsia y verde agua, con dragones plateados.

Lost Longinus era un tipo ataque de color blanco, fucsia y verde agua, con dragones plateados

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–¡Son geniales! –Dijo Valt, sacando su bey –¡pero no son rivales para Valtriek!

–Tal vez no por ahora, pero les prometo que entrenare muy duro –dijo el albino.

–¿Ah, sí? –Dijo Valt.

Shu asintió, convencido.

–¿Comenzamos? –Dijo la chica.

Los dos muchachos estaban de acuerdo.

Ese día, entrenaron y entrenaron sin parar. Siempre ganaba Valt.

– ¡Sí! ¡Otra victoria más para mi! –Festejo el peliazul tras provocarle a Shu un final por salida.

–Creo que mi lanzamiento fallo porque se movió mi mano –murmuro Shu –¡Una vez más!

–¡Es mi turno! –Dijo la castaña.

–Chicos, estoy cansado... –dijo Valt.

–Pero tengo que seguir –dijo el albino –. Tengo que crear memoria muscular.

–Puedes pelear contra mi, no será lo mismo, pero... –dijo Lyz.

–¡Sí! –Dijo Shu y los miro, sonriendo –. Gracias por entrenar conmigo, chicos.

Ahora, tiempo después, Shu los había superado por mucho.

Lyz llego al torneo y busco a sus amigos. Encontró a Shu.

–Llegaste... –dijo él.

–Sí. ¿Vamos a la fila? –Dijo la muchacha, sonriendo –¡O nos quedaremos sin lugar!

Shu asintió, también sonriendo.

Para Lyz, Shu Kurenai era una persona que admiraba y pensaba constantemente. Un amigo maravilloso, un blader maravilloso

¿Y tal vez algo más?

–Lyz –le dijo su interior –, Vasta de engañarte. Te gusta Shu Kurenai.

Solo tus pensamientos | Shyz (PAUSADA TEMPORALMENTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora