PENSAMIENTO

Quinto Capítulo

Quinto Capítulo

Thomas luego de haber entregado el informe fue guiado por George de vuelta al aeropuerto.

Tanto por su propia seguridad como por el bien de la operación, debía continuar en su país de origen en donde podría seguir guiando y ayudando a los oficiales de todas las organizaciones que participarían del comando encargado de acabar con los terroristas.

En el avión de vuelta George le explicó que la operación ahora se ponía como meta ir tras los delincuentes previendo sus pasos gracias a su descubrimiento. Su tarea era desde las oficinas de Nueva York monitorear los avances del comando y seguir al tanto de nuevos mensajes.

El joven se sentía cansado pero muy contento por los logros. Todo había sucedido muy rápido pero por suerte él, había estado a la altura.

Su padre estaría orgulloso.

Fue en ese momento, cuando todo en el avión estaba en calma y George dormido, quiso probar su don a ver si podía contactar a su padre sin la necesidad de un gran jacuzzi.

Miró un punto fijo, no quería adormilarse... y al segundo tenía a su padre delante de sí. Que fantástico dominaba su poder casi a su antojo.

-       Hijo! Que sorprendente! Mejoras con cada minuto!

-       La verdad no sabía si iba a poder hacerlo pero creo que es importante que lo domine rápido, así podre ser de más utilidad.

-       Estoy de acuerdo hijo, cuando lo domines más podrás recibir y emitir información de otros contactos que te prevengan tanto de peligros como de nuevos datos.

-       Guau! Seria sensacional, pero sobretodo me encantará seguir en contacto contigo.

-       Hijo, no debes olvidar que estoy muerto. Aunque sea duro esto fue una especie de acercamiento entre nosotros pero debe acabar. Mi misión fue terminada de por sí, al menos en lo que a mi labor respectaba; no nos podremos ver siempre como ahora.

-       No hay manera de que sigamos viéndonos?

-       Me temo que no, pero eso no quiere decir que no pueda, cuando sea necesario hablarte hijo, me escucharás.

-       En serio?

-       Si, cuando sea la ocasión necesaria te hablaré, me escucharás... tenemos que conformarnos con eso Thomas; yo ya he partido de este mundo.

-       Entiendo padre, es cruel esto, pero lo entiendo. Al menos tenemos nuestro poder para seguir de algún modo en contacto.

-       Eres muy maduro Thomas, has asumido todo con tanta seriedad y responsabilidad, has crecido tanto en este tiempo, has hecho grandes contribuciones para tu país... eres mi orgullo.

Y su padre lo abrazó. Thomas no sabía que sentir, se emocionó. Nunca, pero nunca, había estado tan feliz y conmovido como en ese momento.

-       Tú eres mi orgullo papá. Gracias por todo y perdona por no haber comprendido antes que tú tenías que hacer algo tan importante.

-       Hijo, no hay nada que perdonar; tú eras un niño y no podías saber lo que sucedía. Cuando ahora, siendo un hombre pudiste asumir todo... lo hiciste de forma impecable y mejor de lo que esperaba; me enorgulleces.

Así, palmeándole la cara con afecto Thomas vio como su padre se iba caminando hacia la luz en paz... por última vez.

El muchacho se durmió y descansó plácidamente en el avión.