Capitulo V

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Narran los mellizos

El día amaneció nublado para todos en la ciudad, es una buena noticia para nosotros ya que hoy empieza nuestro castigo con Jaime, aunque no queremos cumplirlo le prometimos a Gabriel que lo haríamos, siempre nos dice que un príncipe debe cumplir todas las promesas que hace así que no podemos zafarnos de esta.

Nos dirigimos al comedor a las 7am, al llegar encontramos allí a papá, Destiny, cristal, Henry y Abraxos, todos están desayunando, si, ese perro tiene su propio desayuno especial por ser la mascota de Gabriel, por lo general él es quien lo alimenta, pero no se encuentra. Saludamos a todos, tomamos nuestro lugar en la mesa, nos servimos nuestro desayuno y empezamos a desayunar, si, nosotros mismos nos servimos ya que mamá siempre nos dice que cosas tan sencillas como estas podemos hacerlas nosotros mismos para no depender tanto de otras personas, ella lo llama ser autosuficientes. Claro a Henry le sirven nuestros padres o cualquiera de nosotros si ellos no están.

Un sirviente se acerca a papá para decirle que la comida de Gabriel se encuentra en la cocina, lo cual no sorprende a nadie, siempre que los días amanecen nublados él se dirige a los establos para buscar a Asterin, su yegua loca, todos decimos que ella está enamorada de nuestro hermano ya que siempre que hay alguien cerca de ellos, ella se pone histérica y comienza a relinchar hasta que esa persona se aleja de él. En fin, seguramente están entrenando para alguna carrera ya que esos dos aman competir.

K: sé muy bien que hoy empieza su castigo con Jaime, ¿no creen que están algo retrasados? –Señalando el reloj en la pared con su cabeza-

Si algo ama nuestro padre como buen inglés es la puntualidad, así que nos levantamos y salimos corriendo en dirección al jardín central donde sabemos Jaime nos espera. En el camino nos encontramos con Daniel quien nos saluda con la mano a quien devolvemos el saludo, una vez en el jardín vemos al jardinero un hombre alto, ya entrado en edad, de pelo negro con una que otra cana y tez bronceada por el sol.

J: buen día sus altezas, veo que llegan tarde –mirando su reloj –

Alex: discúlpanos, no volverá a pasar.

Alec: si, discúlpanos – inclinando sus cabezas-

J: lo dejaré pasar solo por hoy, cada vez que lleguen tarde tendrán más días de castigo, fue la orden que me dio su hermano y su padre me pidió que les dijera que si quieren reinar algún día deberán comprender la importancia de los trabajos de cada persona en la ciudad

J: ahora vayan al cuarto de limpieza, allí les darán la ropa adecuada con la que deberán trabajar durante este mes

Alex: ¿pero acaso hay

Alec: algún problema con la ropa que llevamos?

J: todo empleado usa un uniforme y en este caso ustedes no serán la excepción.

Mellizos: pero... está bien, lo prometimos así que lo cumpliremos

Nos dirigimos al cuarto de limpieza donde nos encontramos a un muy sonriente Eleazar

E: oh pero miren a quien tenemos aquí, a los príncipes empleados

Alex: ¿qué haces tú aquí?

Alec: ¿no deberías estar babeando por cierta Dra.?

E: si, pero eso lo hare después de entregarles sus uniformes de sirvientes – dice sonriente mientras saca dos uniformes que consisten en una franela, cachucha, un overol gris y botas negras –

Alex: ¿este es nuestro uniforme?

Alec: es horrible, yo no me pondré eso

E: oh sí que lo harán, fue elegido por el rey

M: ¿por qué nuestro padre nos haría esto?

E: no lo sé, pero sí que estoy disfrutando esto. Ahora vayan a cambiarse porque el tiempo corre y comentaron que mientras más duren más trabajo realizaran.

M: esta la vas a pagar – arrebatándole el uniforme de las manos- ¿Dónde nos debemos cambiar?

E: allí – señalando el cuarto de limpieza –

Alex: ni loco entro en ese cuchitril

Alec: yo menos, es asqueroso.

E: tic tac tic tac, el tiempo corre príncipes

Alec: juro que nos vengaremos de esta – dirigiéndose al cuarto de limpieza –

G: no se van a vengar por nada.

Gabriel viene caminando en nuestra dirección

G: ustedes mismos se buscaron esta situación en el momento en que decidieron jugar a los científicos locos sin medir las consecuencias, es momento que aprendan su lección.

M: ¡¡hermano!! No nos pueden hacer esto.

G: ya lo hicimos, de ahora en adelante deben pensar a futuro que cada cosa que hagan siempre tendrá una consecuencia, mientras peor sea la acción peor será la condena. Así que ahora vayan a cambiarse para que puedan ir a trabajar.

Entramos a regañadientes al cuarto en el que apenas si había espacio para una persona y nos cambiamos. Al salir del cuarto escuchamos el sonido de una cámara, Eleazar acababa de tomarnos una foto vestidos con esta ropa horrible con la que parecíamos ñoños.

E: esto quedará para la posteridad, pediré que la enmarquen y la colgare en mi cuarto para que cada vez que me despierte alegrar mi día con esta imagen

Se ríe tanto que se dobla de la risa.

G: ahora vayan a trabajar, Eleazar quiero esa foto para mostrársela a mi madre

M: ¡¡¡Gabriel!!! No por favor, a mamá no – con lágrimas en los ojos -

E: con gusto te la enviaré

G: no sean tan exagerados, es simplemente una ropa, se quejan por algo como eso en vez del trabajo que realizaran con Jaime ¿Quién los entiende?.

Alex: tenemos una imagen que mantener– digo alterado –

Alec: tú no entiendes esto porque no eres quien lo está usando

G: claro, una imagen que mantener... tanto que todos en palacio los llaman los diablos mellizos. Con respecto a lo otro no saben lo que me ha tocado usar, eso ya lo sabrán cuando sean mayores. Ahora vayan con Jaime o le sumare 4 días más a su mes de castigo.

M: no te atreverías

E: ¿todavía lo dudan?

G: el asunto termina aquí, ¡vayan a trabajar ya! No tengo que repetirles las cosas 4 veces para que me hagan caso– dice con su cara tornándose roja -

M: está bien – temblando – nos vamos

Salimos corriendo, nunca, jamás en su vida hagan enojar a Gabriel si quieren vivir, cuando está de mal humor todos a su alrededor sufrimos, solo mamá y Henry son los únicos que pueden hacer que se calme. Mamá porque lo regaña y Henry porque empieza a llorar, lo que hace que recupere la compostura.

Ya en el jardín, Jaime nos pregunta por qué la demora a lo que le respondemos que nos encontramos a Gabriel. Nos dice que debemos ser puntuales y responsables con nuestro trabajo, ese día lo ayudamos a trasplantar unas flores de unas macetas a otras, cualquier persona diría que es fácil pero créannos, no lo es cuando hablamos de los jardines de todo un palacio.

Al finalizar nuestra jornada laboral quedamos tan exhaustos que casi nos dormimos en el jardín sur del palacio, no sabíamos que este trabajo era tan exigente, ahora mostramos mucho respeto por la jardinería y por Jaime, vaya que ese señor ama su trabajo, nos explicó las cosas de forma sencilla, además gracias a eso pudimos terminar a tiempo para el almuerzo, pero primero nos dirigimos a nuestra habitación para poder refrescarnos y cambiarnos de ropa.

Nota del día: debemos aprender a no subestimar el trabajo de las personas por más sencillos o simples que estos se vean.

De Príncipe a niñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora