Era un día normal para los pecados capitales, o almenos eso pensaban.
Ya que un acontecimiento y los malos entendidos hacen que todos duden de Diana, soporta abusos y golpes de parte de los pecados capitales y eso hace que la orillen a abandonar el...
Todo empezó una mañana, había mucha paz en el ambiente, o eso era lo que pensaban los pecados capitales.
Meliodas de costumbre estaba bebiendo con Ban, Elizabeth estaba limpiando las mesas y recogiendo la basura del lugar ya que ese día iban a abrir temprano la caverna.
Mientras el pecado de la pereza estaba durmiendo ya era tarde y nadie iba a despertarlo ya que es imposible y en todo caso se despierta con mal humor.
Meliodas: Aver, aver, aver, Ban cocina algo delicioso ¡gran chef!
Ban: Jajajaja está bien querido capitán.
Elizabeth: Disculpe señor Meliodas, ¿no iremos a despertar al señor King?
King: No hace falta princesa, ya estoy aquí. ¿Ya es hora de desayunar?
Ban: ¡Hay enano! –Dándole un golpe en la espalda- para ti podrá ser, pero para nosotros es la comida.
King: No me pegues maldito zorro o te matare – encajándole a Chastiefol su lanza en el pecho de Ban-
Meliodas: Tranquilos, no ven que están ensuciando mi piso, y apenas lo limpie. –Haciéndose el sufrido- si van a pelear que sea afuera, y claro está, deja que al menos Ban termine la comida y ya después lo golpeas todo lo que quieras King.
King: Bueno ya, y a todo esto capitán, -volteando a ver a Meliodas- ¿sabe dónde se encuentra Diana?
Meliodas: No me digas que ya la extrañas – Poniendo cara de pervertido-
King: CAPITAN... -grito enojado- Lo pregunto porque desde que baje no la e visto y últimamente se ha ido temprano y regresa a la caverna muy noche, solo para atender a los clientes, cuando la princesa Elizabeth se retira para el castillo, aparte de eso, la he notado muy distraída, casi no duerme, y no me quiere decir por qué sale hacia la capital todos los días. –Poniendo una cara de preocupación y a la vez muy triste.-
Meliodas: No te preocupes, ¡A lo mejor no te lo dice para que no te preocupes por ella!, aparte siempre quieres saber dónde va, confía en ella, total ella se sabe defender.
King: Claro me preocupa, ella y yo ya somos pareja, y tengo que protegerla, claro sé que ella se puede defender sola, pero no me gusta que salga tanto tiempo y sin ninguna explicación.
Ban: -Borracho- De que te preocupas enano, total si le pasa algo seremos los primeros en saber.
---Esos comentarios hicieron preocuparse cada vez más al rey hada---
Elizabeth: ¡ya cállense ustedes dos! –Grito- No ven que solo están preocupando más al señor King. –Después de regañarlos se acercó a King y le dijo- No se preocupe sé que Diana no hará ninguna tontería, confié en ella, estoy segura que nos dirá que es lo que hace todos los días, haci que no se preocupe.- sonriendo-
King: tienes razón Elizabeth, creo que tú eres la única en este lugar con quien puedo hablar.
- dicho eso todos se dirigieron a desayunar, pero en ese instante llego Merlín con unos frascos-
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Continuara...
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