- - - - Hace 500 años atrás, en uno de los tantos pasillos de un castillo, sumamente inmenso y largo lleno de cuadros y esculturas de las muchas personas que ahí vivían, incluyendo a: Alicia, su madre, padre, tíos, primos, etc. Aunque en realidad allí todos eran familia aunque no tuvieran conexiones de sangre - - - -
Una mujer alta, con una figura esbelta, cabello rubio y ojos con tonos azules claros, la cual llevaba un vestido largo rosado claro echo a mano y con algunos bordados de mariposas; se acercó a Alicia (quien en este momento tenía 14 años, hay que recalcar que en el presente de la historia tiene 15 igual que Alán) y de manera amistosa le dijo con una sonrisa:
–Alicia ven, ¿qué te parece estos brazaletes dorados que van a juego? - a la vez que lo decía le mostró un par de brazaletes/pulseras -
–Son muy bonitos, madre -respondió Alicia devolviéndole la sonrisa a su querida madre
– Que alegría, uno es para ti y otro para mi -mencionó emocionada colocándole el brazalete a su única hija-
Un hombre trajeado, como si fuera un mayordomo, tocó el hombre de la mujer que hablaba con Alicia y le dijo educadamente:
–Mi reina, el rey quiere hablar con usted. Se encuentra esperándola en la entrada
–Mmm... Que raro, esta bien iré en seguida -le respondió a su sirviente de forma seria y dirigiéndose a Alicia una vez mas se disculpó con una sonrisa acariciando la mejilla de la menor- disculpame Alicia pero tengo que hablar con el rey como ya oíste, puedes ir a tu cuarto, yo en un segun-- (le interrumpió Alicia)
– Es lo de siempre no? -rió levemente la chiquilla intentando evitar que su madre estuviera más preocupada por la situación, sabia que lo estaba, pues la conocía y ya había sucedido lo mismo en distintas ocasiones-
–Si, lo de siempre -suspiro pesadamente la mujer-
–Entonces no te preocupes por mi y ve - sonrió tiernamente Alicia-
–Esta bien - le devolvió la sonrisa - No era necesario el sermón, hasta luego -dijo soltando una risa y caminando al lugar donde anteriormente le habían dicho que estaba el rey-
- - - - Conversación del rey y la madre de Alicia en la entrada del castillo - - - -
Un hombre entre 40 y 50 años, con poca barba y con un carácter extremadamente testarudo, sin embargo a diario esta feliz y muy fácilmente es manipulado por otros ya que se deja llevar por los demás; este decía de manera molesta pero conservando un habla correcta y educada lo siguiente:
– Señorita Verónica, otra vez me han dado una acusación de usted y ya estoy harto de que todas las acusaciones sean las mismas. ¡Y esas acusaciones tratan de que todos los que vivís aquí son unos hechiceros! -exclamó
– Le eh dicho mil y un veces a sus "mensajeros" que solo son falsas acusaciones, cosa que puede verificar pues quienes nos acusan nunca han dado pruebas de ello -se defendió Verónica
–Aunque sea falsas... siempre es lo mismo, es demasiado extraño... -murmuró pensando algo mas que decir-
Entre un suspiro Verónica harta de aquel tema, con una mirada claramente enojada y un tono burlón de cierta forma le respondió: "Si tanto nos acusan por que no hace algo usted es el rey, ¿no?"
–Bien Señorita Verónica ya eh sido muy débil con este tema y así no se va a quedar - usó un tono amenazador - ¡prepárese señorita porque de este terreno usted no sale viva! -exclamó dándole la espalda y se marcho sin esperar que dijera alguna otra cosa-
Después de aquella conversación tan brusca Verónica le pidió a Alicia con tristeza que se alejase lo más posible por 4 semanas y que no volviera por ninguna circunstancia hasta que ese tiempo pasara. Estaba consiente de lo que sucedería, los Caballeros blancos no tendrán piedad y menos con su hija, y ella en cualquiera de los malos escenarios debía permanecer viva... Para que la gran familia pudiera recuperarse al cabo del tiempo. Y por mas que Verónica encontraba incorrecto dejar a su pequeña sola por el mundo, era la única salida que encontró, necesitaba a todo hechicero para pelear, seria una dura batalla cualquier error por parte de los dos bandos marcaría la diferencia.
Después de que Alicia se fue, tal cual como predijo Verónica, el rey hizo su jugada, mando una carta a los Caballeros Blancos.
- - - - En la guarida de Los Caballeros Blancos, un lugar amplio bien iluminado por medio de velas, lleno de armaduras conocidas como "irrompibles" por lo difícil que era siquiera que tuvieran estas tuvieran un rasguño, repleto de armas para prácticas; y además camas cómodas para descansar aunque los guerreros en aquella guarida no hacían mas que entrenar, tenían una estricto horario pero no faltaban las bromas y charlas amigables entre ellos - - - -
Un hombre algo viejo con partes de su cabello y barba blancos a causa de las canas que tenia, con una expresión seria y algunas cicatrices en la piel incluyendo su rostro, quien llevaba una armadura (con apariencia pesada), a pesar de esperar la comida y estar sentado en una mullida silla. Este le preguntó levantando una ceja, a uno de sus amigos, quien estaba encargado de la comida esta vez, sobre la misma.
–¿Cómo va la comida? No era que faltaba poco, todos aquí estamos hambrientos, ¿NO MUCHACHOS? -alzó la voz para que aquellos que entrenaban arduamente lograran escuchar y respondieran, así a los pocos segundos todos gritaron al unísono: "¡TENEMOS HAMBRE!"
Entre risas por los gritos de sus compañeros, aquel fornido y musculoso muchacho le susurro al oído del viejo hombre que estaba curioso por lo que diría: "Mi señor, su hijo volvió a hacer una de sus travesuras en la cocina y por eso tardará más la comida"
–Por favor llama a mi hijo -su rostro se torno aun mas serio y hasta molesto, al igual que su tono de voz, entre suspiros se tapó los ojos con una mano el general del clan- que niño mas revoltoso...
– Si, señor -de inmediato el joven se dispuso a buscar al chico, le tomó varios minutos en volver con su señor acompañado del pequeño busca-problemas de 14 años-
–Padre me llamaste? -dijo divertido con una sonrisa de oreja a oreja un chico de ropas manchadas de comida, ojos marrones, cabello castaño claro y despeinado-
–Si, te acabe de llamar Alán - le miró con desaprobación al notar lo sucio que se encontraba- me comentado que has echo una de tus travesuras -suspiró-
–Bueno, si, pero era una pequeñez, no tiene importancia -se encogió de hombros sin quitarse la sonrisa del rostro-
- - - - Antes de que el general regañara a Alán por su travesura, un hombre con voz grave y armadura, a excepción del casco, le entregó una carta al general- - - -
En la carta se encontraba escrito lo siguiente: "General de Los Caballeros Blancos, tengo un pequeño problema que me gustaría que resolvierais, este trata de que varios de mis pueblerinos se han estado quejando de unos extranjeros que vinieron a nuestras tierras y según ellos usan magia o mejor dicho son Hechiceros"
El general al leer las ultimas dos palabras mostró una expresión en su rostro de furia y rabia, pero esto era inevitable... Su esposa murió en manos de hechiceros, los haría pagar!
–¡Cumpliremos nuestro objetivo sin importar que, exterminaremos a los hechiceros de una vez por todas!
Nota: Esta parte es solo un extra del capitulo 5 en el que muestra por que Alicia es la única hechicera viva o al menos eso cree. Este extra se conformara de 2 partes si quieren saber un poco del pasado de Alicia o Alice les invito a leer los extras
ESTÁS LEYENDO
Mi Secreto
خيال (فانتازيا)Quise empezar todo desde cero... Pero una vez mas el destino me alcanzo, mis secretos salen a flote, todas las mentiras y malas acciones que hice que me volvieron un monstruo y que oculte... Ahora todos saben, todos aquellos a quienes se lo oculte y...