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La casa es muy grande y bastante linda, la típica mansión inglesa.

Bajo del auto y Ben me ayuda con el equipaje, después de pasar por seguridad nos encaminamos a la puerta, Ben la abre para mi y se despide mientras yo entró a lo que supongo es la Estancia principal.

- ¿Camille?, ¡Camille! ¡Oh Por Dios! .- Es Lena y duele... duele ver que esta mejor que mi padre, incluso que yo o cualquiera, su aspecto es bello y elegante, aun lleva su cabello caoba que esta recogido en un perfecto moño, aun tiene esos ojos tan azules e increíbles como la ultima vez, sólo que esta vez brillan tanto que me ciegan, lleva un lindo vestido amarillo canario ajustado que remarca su silueta esbelta.

El dolor impacta tan fuerte y desgarrador en mi pecho que solo quiero llorar como una bebé, ella es inmensamente feliz, esta extasiada y no lo dudo, tiene lo que siempre quiso, sin mi padre y sin mi lo consiguió.

No voy a demostrarle cuán dolida y afectada estoy, ni tampoco el deseo que tengo de correr hacia ella esconderme en sus delgados brazos y preguntar ¿Por qué? ¿Por qué nos dejaste?, ¿Eres feliz? ¿Nos extrañas? Eso me consume. Siento como si fuera a romperme y rogarle que vuelva, simular que esto nunca paso, decirle que puedo perdonarla y olvidar que nos abandono por tres años, prometer que la volveremos a aceptar y a querer, prometer que haré todo lo posible para hacerla feliz, haya en Atlanta.

Pero ella ya no pertenece a Atlanta, ahora es de la clase alta de Londres, ahora es de el...

- Pero mira lo grande y hermosa que estas querida, ¡luces increíble!- Suelto una risa amarga que ella ni siquiera lo nota, ahora tiene un inútil acento inglés.

- Oh Camille estas... Fantástica- Dice mientras se acerca para abrazarme, rapidamente me alejo de ella.

- ¿En donde voy a dormir?.- Su rostro cae, pero lo disimula con una brillante y blanquecina sonrisa.

- Yo te llevo cariño, decore una habitación especialmente para ti- Dice sonriendo orgullosa de si misma, y yo solo la ignoro.

Subimos las elegantes escaleras y ella se detiene en una de todas las puertas blancas que hay, la cual abre para mi y me invita a pasar. La habitación es gigantesca y hermosa, las paredes son blancas, las persianas y la ropa de cama es verdosa, también hay un armario, una cómoda color lavanda y sobre ella una lámpara pequeña y floreada. Es asombrosa la habitación , pero aun así disimulo mis emociones y sorpresa como siempre lo hago.

- Es hermosa ¿verdad cariño?- Luce emocionada y esperanzada.

- No me digas cariño- Digo con la voz contenida.

- Esta bien, lo siento Cam- Está avergonzada y sorprendida, me gusta como la hago sentir.

- Puede que no lo recuerdes, pero no me interesa de todos modos, mi nombre para ti es Camille ¿De acuerdo?- Asiente y aleja sus azulados ojos de mi.

- Bueno ya puedes irte- Digo indiferente y me tiro sobre la cama desarreglando la perfectamente tendida ropa de cama.

- Si... claro, mmm... si necesitas cualquier cosa házmelo saber-

- Si- Está apunto de salir de la habitación, entonces se gira a mi y exclama.

- Harry llegará en 30 minutos, si estas abajo lo antes posible para que te conozca te lo agradecería mucho- Dice de una forma nerviosa.

- ¿Quién diablos es Harry?-

- Bueno el sera mi próximo esposo- Así que ese es el cabrón.

- Tratare- Digo con irá, y ella solo se va con una mueca de pesar.

Respiro hondo y miró el techo blanco, tengo que llamar a Cecil pero será después, primero tengo que conocer a ese imbécil para tantear un poco el terreno entonces ella sabrá que hacer.

Tengo que calmar mi temperamento, tomó una ducha rápida. Término de atar mi largo cabello negro y pienso si es buena idea bajar o quedarme, me retrase por lo menos 50 minutos, pero no me interesa así que voy a abajo, solo llevo unos pantalones de yoga negros y una sudadera gris pero me da igual.

La casa es hermosa y pretenciosa, el tipo esta forrado de dinero. Desciendo por las escaleras y escuchó la voz de Lena y otra ronca y varonil, supongo que ya llego su querido amante, no conozco muy bien la casa pero se que el comedor debe de estar a la derecha de la estancia principal, es enorme y muy limpio, las sillas de seguro son más caras que mi casa en Atlanta...

Lena se encuentra sentada en el regazo de un hombre el cual no puedo ver el rostro, ya que la puta le está comiendo la boca, aparte de vaca gorda es exhibicionista, golpeó con mi pie la pata de una silla y rápidamente se despegan y por fin puedo ver la cara del puto idiota que mi padre encontró en la habitación de nuestra casa mientras Lena lo montaba.

-Oh Cari... Camille, ya estas aquí- Dice Lena levantándose del regazo de ese hombre nerviosa.

-Es un placer conocerte Camille, tu madre me hablo tanto de ti- Dice el hombre y se levanta de la silla para acercarse a mi y me tiende la mano. Es muy atractivo, lleva un traje negro y ajustado, lo hace lucir pulcro, su rostro es perfecto y su cabello es ligeramente rizado y largo al grado de pasarlo por detrás de su oreja, esta peinado hacia atrás, sus ojos son verdes y deslumbrantes.

Lena tiene buen gusto lo admito.

- El placer es mio- Digo y escuchó de lejos a Lena soltar un suspiro de alivio.

- Bueno ya se conocen, Camille ¿Mando a que te sirvan un plato?- Dice Lena y yo niego con la cabeza, tengo que llamar a Cecil.

- No tengo hambre, voy a dormir ¿esta bien?- No suena como una sugerencia, suena como una declaración.

- Si claro, cuando despiertes baja a comer algo, digo si quieres...- Dice Lena y me da una pequeña sonrisa.

- Descansa Camille, siéntete como en casa- Dice Harry con una sonrisa un poco más grande y más perfecta que la de Lena.

- Esta bien- Y con eso me giro y me voy por donde llegue, la ira me esta carcomiendo ¿Qué me sienta como en casa?, ¿acaso es estúpido?, esta no es mi casa ni mucho menos mi familia.

Entro a la habitación y busco dentro de mi bolso mi estúpido teléfono, estoy furiosa, marco el numero de Cecil y espero.

- Camille, ¿que pasa perra? - Dice una Cecil adormilada.

- ¡Estoy furiosa!

- Lo supuse.

- Ya conocí al amante de la puta- Digo con irá total.

- Y ¿que tal?- Dice Cecil indiferente. -¿Es atractivo?-

- ¡Idiota!, ¡¿solo piensas en eso?!- Digo al punto de reventar.

- La idiota eres tu, ahora calma tu estúpido temperamento y respondeme- Dice Cecil mientras doy una larga inhalación.

- Es muy atractivo, Lena luce tan feliz que me dan ganas de abofetearla y el es millonario y no les falta nada- Digo en un total estado de irá.

- Esta bien pollito, tengo una idea- Cuando dice eso vuelvo a respirar normal otra vez, lo sabia Cecil siempre tiene un as bajo la manga.

- Es joven y atractivo ¿no?-Dice Cecil pensativa.

- Si, lo es, muy atractivo-

- ¿Por que no lo seduces?...-Dice y suelta una pequeña risa. Ahí esta Cecil diciendo estupideces de nuevo, aun que lo esperaba, hace un mes la Sra. Johnson atrapó a Cecil en su casa teniendo sexo con el Sr. Johnson en el sofá, así que Cecil tuvo que correr en ropa interior por todo su vecindario para llegar a casa y para que la Sra. Johnson no la viera y la acusará con sus padres, ahí está el por que de su extraña idea.

- Cecil... ¡No seas tonta!- Digo empezando a alterarme de nuevo.

- Bueno Camille... yo destruí su matrimonio- Dice con superioridad y entonces lo entiendo, todo encaja.

- ¡No te quedes callada! ¡Vamos!- Dice con diversión.

- ¡Diablos Cecil! ¿Qué haría sin ti?- Digo y siento mis músculos relajarse.

- Es lo que me pregunto a todos los días-

DIVINE H.S #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora