Plan B

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Ninguno de los dos sabían que necesitaban explotar, que necesitaban sacar todo lo que estaba en su interior hasta que ya no quedó nada, es como si un canal dentro de ellos se hubiera roto, dejando que un tsunami se cerniera sobre ellos destruyendo todo a su paso, pero dejando su mente en blanco y completamente despejada. Denver se levantó y se llevó su mano a la oreja.
-Profesor, por favor dígame qué tiene un plan, tiene un plan para recuperar a Tokio ¿Verdad? - dijo Denver con la mirada preocupada de rio sobre el, el silencio en el audífono duro siglos haciendo más grande el barranco por dónde caía el alma de ambos, pero en su lugar el profesor apenas lo había escuchado, su cabeza estaba dando vueltas, intentaba encontrar un plan para poder ayudar a Tokio, pero la impresión y la preocupación obstaculizaban cualquier pensamiento.
-profesor?- preguntó Rio, pero el silencio fue de nuevo su única respuesta.
-¡Sergio! - gritó Lisboa que había seguido toda la conversación, el profesor parpadeo un par de veces saliendo de su cabeza como si le hubieran aventado un balde de agua, se dió cuenta que necesitaba ayuda, lo bueno era que no estaba solo.
-de acuerdo, de acuerdo, lo más seguro es que no tardarán demasiado en hacer su movida, si antes de eso intentamos cualquier cosa vamos o van a lastimar a Tokio - dijo pensando rápidamente en las opciones
- querrán utilizar a Tokio para atraernos, pondríamos en demasiado riesgo su vida - las palabras de Lisboa hicieron estremecer a Río quitándole el aliento, pero se mantuvo callado. El silencio se esparció entre todos, el profesor apenas y podía mantener el hilo de sus pensamientos. Pero lo primero era lo primero.
-palermo, Oslo, comiencen con la extracción, cuando recuperemos a Tokio, será necesario salir de ahí lo más rápido posible- dijo y un segundo después los dos se encaminaron a su tarea, - manila, Estocolmo vayan con los rehenes, tendrán que prepararlos para que salgan en menos de 24 horas y mantenerlos bajo control - ordenó el profesor, pero la voz de manila se escuchó.
-profesor, al parecer Estocolmo no está en buen estado- esas palabras agarraron al profesor con la guardia abajo.
- ¿Está lastimada? - preguntó con un nudo en la boca, pero si hubiera visto el rostro exasperado de Denver hubiera sabido la verdad de todo.
-eh...creo que no...- y eso era lo único que necesitaba el profesor, todo los demás detalles eran innecesarios.
Quedaban Lisboa, rio y Denver, con Helsinki lastimado quedaba fuera de cualquier plan.
-de acuerdo, manila ve con los rehenes, no puede haber ningún problema con ellos - y un segundo después manila estaba corriendo en dirección de los rehenes.
- tenemos que encontrar una manera de obligarlos a que no le hagan daño a Tokio en el mismo proceso de su ataque - estaba razonando el profesor en voz alta.
- ¿Podríamos rodearlos? - preguntó Denver.
- aún pondríamos en peligro a Tokio, no sabemos que le van a hacer- contestó Lisboa.
- no podemos enfrentarlos directamente, sería demasiado riesgoso, lo único que probablemente los pararía en este momento es una orden directa, si queremos obligar a los de afuera a que hagan algo así debemos de hacer algo que realmente no sé qué tan efectivo resulte, no sé qué tan intenso sería el ataque, no sé que tanto afectaría a las personas de la carpa y no sé en cuánto tiempo haga efecto...-
-¿De qué demonios habla profesor? - dijo Denver exasperado.
- hablo de hacer lo mismo que hemos hecho todo este tiempo, pero ahora intentar un movimiento más drástico, utilizar la opinión pública que hemos intentado ganar en todo este tiempo para presionar a los altos mandos y evitar que maten a Tokio -
- después de lo que ha dicho Tamayo no tenemos la opinión pública de nuestro lado, ya somos parte de un secuestro con ejecuciones - se escuchaba la voz de Lisboa - y si utilizamos su grabación nos caerán encima inmediatamente-
- pero no necesitamos su grabación, porqué no lo vamos a dejar parado como el mentiroso que es, vamos a decir la verdad con todo y testigos dándole la oportunidad de decir que fue un error del testigo demasiado ansioso como para poder decir lo que pasó-
-bueno, pero eso ¿para qué es? ¿Los hará venir aquí solamente porque ya no somos unos asesinos?-
- no será necesario que entren, porque los altos mandos querrán para todo por si mismos porque también vamos a dejar en evidencia su punto débil, la verdad que la mayoría de la gente sabe, pero nadie se atreve a decir en voz alta: que ellos también pueden ser unos asesinos-

LA CASA DE PAPEL. 5.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora