Soulmate.
Llegada cierta edad, en la muñeca de cada persona se escribía una frase que cambiaría su destino, unas palabras fundamentales en la vida de muchos, unas palabras que los llevaría a encontrar a aquella persona predestinada para ellos. Muchos no tardaban en emprender la búsqueda de su ser amado apenas la frase les aparecía en su muñeca, sin embargo había gente como Shinsou Hitoshi que no creía que aquello fuera necesario, si supuestamente esa persona estaba destinada a ti ¿Por qué tendrías que buscarla? Tarde o temprano aparecería y si igual no lo hacía no había problema, no era algo que realmente afectara su vida, no se sentiría mal por alguien que no conocía. Constantemente era criticado por su punto de vista pero aún así él le restaba importancia a ello.
El pelimorado bufó y el vaho salió de su boca, recordándole el intenso frío que hacía en esos momentos. Se giró hacia su compañero de universidad, Midoriya Izuku y lo vió sonreír alegremente mientras miraba su celular y se detenía un momento para responder, aquello intrigó al pelimorado quien no pudo evitar decir:
—Últimamente te he visto muy feliz, ¿Hay alguna razón en específico? –Preguntó curioso. El otro alzó su cabeza y sus mejillas adornadas con pecas se sonrojaron levemente.
—En realidad... Sí... –Guardó el teléfono en su bolsillo y sonrió tímidamente. —Hace poco yo... Encontré a mi alma gemela. –El pecoso se veía realmente feliz por lo que Shinsou sonrió de lado.
—¿Cómo fue? –Interrogó mientras ambos reanudaban la caminata a la biblioteca cerca de su universidad para terminar un importante proyecto que tenían.
—Bueno... –Los ojos esmeraldas de Izuku parecieron iluminarse. —Una amiga me arrastró a una cita a ciegas y... –Suspiró. —Fue horrible, aquella mujer apenas y me dejaba hablar, era se la pasó hablando de su ex o con su teléfono, estaba bastante decepcionado y me dirigí al baño para pensar en como retirararme sin ser grosero, allí me choqué con un chico alto y... –Suspiró. —De unos bellos ojos heterocromaticos, tú sabes que yo soy alguien algo... Atolondrado, así que sin querer se me escapó decirle lo que pensaba de sus inusuales ojos, le dije que eran hermosos. –Sonrió. —Él se sorprendió mucho y dijo... –El pecoso acarició su muñeca justo donde estaba una frase escrita con una letra elegante y prolija. —Que en realidad lo hermoso era m-mi rostro. –Se sonrojó aún más. —Me llamó: el pecoso de rostro bonito. –Alzó su muñeca hacia Shinsou para mostrarle que aquella frase estaba escrita allí. —No tardamos en percatarnos en ese momento... Sentí que me inundaba de felicidad y de paz, es extraño porque apenas lo conozco pero realmente me siento feliz a su lado, espero que muy pronto mis sentimientos se desarrollen más para poder comprobar que es real... Que él es mi destinado.
Hitoshi sonrió conmovido ante la actitud de Izuku, pese a lo que pensaba realmente se alegraba cuando los demás contaban con aquella emoción la historia del encuentro con aquella persona a la que estaban destinados.
—¿Y su nombre? No has dicho su nombre. –Le dijo con una sonrisa el pelimorado, Izuku también sonrió.
—Todoroki, Shoto Todoroki. –Respondió con alegría el pecoso. —Es bastante guapo y... –Midoriya había estado antes revisando sus bolsillos y abrió sus ojos con sorpresa cuando notó que algo le faltaba. —¡Maldición! Olvidé el papel en el que había anotado los libros en el salón de clase, yo sabía que debía guardarlo en algún folio y no en mi bolsillo... ¡Esperame aquí Shinsou, ya vuelvo! –Pidió mientras trotaba en la dirección contraria a la que estaban yendo.
Shinsou suspiró y buscó una banqueta para sentarse a esperar a su compañero, metió sus manos en los bolsillos para resguardarlas del frío. Había alzado la cabeza para mirar el cielo y pensar respecto a lo que había oído hace un momento, era extraño... El encontrar a tu pareja mediante una frase que aparece en tu muñeca. Hitoshi sabía de memoria la suya, es que le parecía de lo más extraña y es que se le hacía muy difícil que alguien le dijera eso así de la nada. Aún estaba pensando al respecto cuando un ruido metálico se oyó cerca, bajó la mirada para encontrarse con un anillo plateado que había rodado hasta sus pies. Lo levantó para observarlo con curiosidad.
—¡Oye, eso es mío, gracias! –Se oyó como alguien corría hacía allí y se paraba justo enfrente del pelimorado. —Perdón, es que estaba jugando con mi sobrinito y se me zafó el anillo, es un regalo de mi madre y si se entera de que casi lo pierdo me matará. –Aquella persona rió y Hitoshi alzó la vista intrigado por aquel que estaba hablando con soltura a pesar de que apenas lo conocía, se encontró con un rubio sonriente que extendía su mano hacia él, lo que realmente llamó la atención del pelimorado fueron los ojos del joven. Eran dorados. —¿Pasa algo? –Preguntó el extraño mientras ladeaba ligeramente su cabeza.
Shinsou se aclaró la garganta y se sonrojó levemente por actuar extraño.
—Lo lamento, es que nunca ví... Es que tus ojos... –Hitoshi se sentía exasperado al no poder formular correctamente su oración.
El rubio enarcó una ceja.
—¿Qué tienen mis ojos? –Preguntó.
Shinsou los volvió a mirar durante unos segundos y soltó lo que pensaba.
—Nunca ví ojos dorados tan llamativos, parecen dos soles bastante luminosos. –Respondió con una media sonrisa.
El rubio expandió aquellos soles al abrir sus ojos con sorpresa, Hitoshi vió sus mejillas sonrojadas ligeramente pero pensó que se debía al frío, él también las tenía así, al igual que su nariz. A pesar de eso Shinsou sentía que dijo algo extraño así que depositó el anillo sobre la mano del joven —rozando ligeramente sus dedos— y apartó la mirada un tanto avergonzado.
—Yo... –El rubio inhaló hondo y posó su mirada en el anillo en su mano, sentía su corazón latir con fuerza pero se armó de valor y volvió a mirar al pelimorado. —Tus... Tus manos están frías. –Soltó lo primero que pensó y quiso golpear su cabeza con el pavimento. De todas las formas que tenía para extender su conversación él había elegido la manera más estúpida.
Sin embargo a Shinsou se le aceleraron los latidos con aquella frase, se sentía sonrojado hasta las orejas y dirigió una muy poco disimulada mirada a su muñeca donde la frase escrita en imprenta se veía con claridad: Tus manos están frías.
Los dos jóvenes intuían lo que estaba sucediendo y por consecuencia sus miradas se buscaron, la atracción que sentían por el otro surgió de un momento a otro, el morado y el dorado se entremezclaron cuando sus miradas se encontraron y ambos sonrieron de forma tímida.
—Soy Shinsou Hitoshi. –Se presentó el pelimorado mientras extendía su fría mano hacia el rubio quien no dudó en agarrarla.
—Yo soy Kaminari Denki, es un gusto Hitoshi. –Le dijo con una sonrisa que Shinsou correspondió.
—El placer es mío, Denki. –Respondió.
Y de repente, todo comenzaba a encajar. Después de todo no había tenido que buscarlo, realmente había sido el destino.
Shinsou lo había encontrado.
Había encontrado a su alma gemela.
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Shinkami week 2021
FanfictionConjunto de OS Shinkami 💜💛 . . . . . . . . . . . . . . . Los personajes NO SON MÍOS, son Kōhei Horikoshi, en cambio los relatos sí SON DE MI AUTORÍA