Day three

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Cat or Dog

El rubio apretó la lata de refresco que estaba bebiendo y se giró hacia su amigo.

—Y por eso hoy no le dí los buenos días se Toshi. –Terminó de explicar Kaminari Denki mientras depositaba la lata que había terminado en la zona de reciclaje. Su mejor amigo Sero lo miró con una ceja alzada.

—¿En serio pelearon sobre qué animal van a adoptar? –Preguntó incrédulo.

Denki frunció el ceño e hizo un puchero con sus labios en un gesto totalmente infantil.

—¡Por supuesto que sí Sero! Es un paso muy importante en nuestras vidas, tal vez incluso más importante que cuando nos mudamos juntos, estos hablando de adoptar una pequeña criatura y cuidarla con todo nuestro amor. –Explicó seriamente. —Pero Toshi es un necio y quiere un gato, yo digo que será mejor un perro pero... Tonto, Toshi tonto. –Terminó murmurando entre dientes.

Sero no comprendía del todo la situación por lo que se limitó a darle unas palmadas en el hombro de su mejor amigo.

—Cualquiera sea el animal que elijan estoy seguro de que no cambiará el cariño que se tienen ustedes dos. –Aseguró con una sonrisa. —Y lo digo conociendolos, ustedes a veces son tan melosos que dan asco. –Dijo alegremente.

Kaminari rodó sus ojos y empujó amistosamente al pelinegro mientras volvían a ingresar a la universidad puesto que les tocaba otra clase.

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Denki colgó su mochila en su hombro y caminó a paso lento a su hogar, durante todo el día había comenzado a arrepentirse de haber sido algo cruel con su pareja, después de todo Hitoshi siempre lo había tratado con amor y dulzura, cumplía los caprichos que el rubio tenía y jamás lo dejaba sin su beso de buenas noches.

El rubio se detuvo en un parque cerca de su casa y se sentó en los bordes de la fuente mientras pensaba en la mejor manera de disculparse con su pareja. Unos gritos lo sacaron de sus pensamientos, cuando se giró a ver que sucedía vió como unos niños reían y golpeaban algo que no se alcanzaba a ver, aunque el maullido dejó en claro que era. Kaminari se levantó con rapidez y se acercó a donde estaban aquellos pequeños.

—¿Pero qué se piensan que están haciendo? –Preguntó con enfado, los niños corrieron riendo al verlo y le hicieron algunas señas obscenas antes de esconderse en algún lugar. —Ya los volveré a ver mocosos... –Rezongó el rubio antes de volver su mirada al pequeño felino, su pelaje estaba crispado y se veía bastante asustado, era un gato negro que tenía una adorable mancha blanca en su ojo izquierdo, se notaba que aún era muy pequeño y parece que no había comido en un buen tiempo ya que comenzaba a verse sus huesitos.

Denki se preocupó por ello y acercó lentamente su mano al gatito, sin hacer movimientos muy bruscos para no asustarlo.

—Pobre pequeño... ¿Esos niños han sido malos contigo? Debes de haber pasado por mucho y apenas eres un bebé, déjame ayudarte. –Dijo mientras acariciaba con suavidad la cabeza del felino, éste aún se notaba reacio pero aún no lo había arañado. —Necesitas ir a un veterinario para ver si no te pasó algo malo y también necesitas que alguien cuide de ti... –Kaminari se sintió ansioso por un momento, él no quería ningún gato pero ver a aquel pequeño tan frágil... El rubio se decidió y tomó al pequeño entre brazos con suavidad, el gato intentó morderlo pero la sudadera que llevaba puesta impidió que sintiera el dolor de aquellos afilados dientitos. —Vamos a comprobar que estés bien. –Le dijo antes de encaminarse por otro rumbo que no era su casa.

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Kaminari introdujo la llave en la cerradura e ingresó a su casa con tranquilidad.

—Lamento la tardanza Toshi pero te tengo una sorpresa, verás... –La historia del rubio murió en su garganta cuando notó un perro adulto color café durmiendo sobre una pequeña camita en el piso, al lado del sofá de Hitoshi, éste se giró sonriente hacia su esposo.

—Lo he pensado... Y tal vez fui un poco caprichoso respecto a adoptar un gato, curiosamente hoy me crucé con una compañera, Ashido Mina, quien estaba como loca buscando dueño para éste lindo amigo, su vecina se mudaría dentro de poco y lo abandonaría ya que en su nuevo departamento no admitían mascotas, algo cruel pero en fin, no pude resistirme y lo traje a casa. –Shinsou acarició la cabeza del perro quien parecía a gusto con el pelimorado. —Su nombre es Festo y es bien educado, ya le he comprado todo lo necesario y... ¿Qué llevas ahí? –Preguntó curioso una vez que sus ojos se posaron en el bolso para transportar mascotas que Denki había comprado.

El rubio sonrió y se acercó a su novio.

—Pues verás Toshi, yo estaba pensando que fui muy testarudo con lo de tener un perro y por obra del destino me encontré con ésta pequeña siendo acosada, la adoré en un instante y la llevé al veterinario, aun es muy pequeña pero ya he comprado todo para poder atenderla correctamente, he decidido que se llame Hestia, espero que no te moleste. –Kaminari sacó el felino del bolso, en aquel trayecto de ida y vuelta al veterinario la felina se mostraba un poco menos reacia con el rubio, por lo que dejó que lo acurrucara en su pecho. —Parece que ambos pensamos en algo similar Toshi.

Shinsou rió por lo bajo y acarició a Festo una vez más antes de acercarse a su pareja y apoyar su frente con la del rubio.

—Tal parece que sí Denks... Y ahora nuestra familia se expandió. –Dijo con una sonrisa antes de depositar un suave beso en sus labios. —Bienvenido a casa cariño y a ti también te damos la bienvenida Hestia. –Comentó el pelimorado mientras acariciaba la cabecita de la gatita.

Kaminari sonrió enternecido al ver aquello.

—Hay que darle la bienvenida a Festo también, bienvenido compañero. –El perro se acercó al oír su nombre y olfateó al rubio. —Somos su nueva familia. –Les dijo a los dos animalitos con una sonrisa.

Shinsou observó maravillado a su novio y volvió a besarlo.

Así como jamás se arrepentiría de amar a Kaminari Denki, jamás dudaría que adoptar aquellos dos animalitos fue la mejor decisión que pudieron tomar.

La pareja daba otro paso más en el camino de la vida, quizá para algunos sea insignificante pero para ellos fue un momento muy especial que les recordaría el por qué amaban tanto al otro.

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Buenass, aca otro más jajajs

Como amo tanto a los gatos como a los perros era inevitable éste final.

Que tengan un lindo día,
nos vemos mañana
Darkness

Shinkami week 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora