Dia 10. 03:41h

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Acabo de llegar a casa después de estar toda la noche en el coche de Neymar comiendo patatas fritas. Según él, la noche sólo podía mejorar si nos acercábamos al drivethru más cercano y pedíamos un par de hamburguesas con queso.

Después de conducir hasta un pequeño descampado cerca del Parque de Belleville, Neymar apaga el coche y me mira.

- Ya se lo que quieres, toda tuya.- digo tendiéndole una de las hamburguesas de un euro que apenas 15 minutos antes compramos en el famoso restaurante de comida rápida. Si me hubiesen dicho al inicio del día, que iba a terminar a las tantas de la madrugada comiendo patatas con unas vistas increíbles de Paris, no me lo hubiese creído. Y con las vistas no me refiero al brasileño que tengo al lado, aunque podían serlo. Tiene el pelo un poco despeinado y los ojos le brillan por las luces de la ciudad. Me rio dándole un trozo de papel.

- Tienes un poco de cara en el queso, toma.

Me hago una coleta bastante regulera bajo su atenta mirada y le doy un mordisco a mi hamburguesa. Cierro los ojos y suelto un gemido. ¡Nunca algo me supo tan bien!

- Creo que si tienes esa reacción cada vez que comes una hamburguesa, no me quiero imaginar cuando pruebes otras cosas.- dice mi acompañante muerto de risa.

- Voy a hacer como que no he escuchado ese comentario grosero y voy a seguir feliz.- le contesto con la boca llena. Que voy a decir, soy muy impaciente.

Después de terminar nuestra segunda cena del día, esta mucho mejor que la primera, hablamos por horas de mi trabajo, de su familia, de las ganas que tiene de empezar a jugar los partidos y de las cosas que más nos gustan de esta gran cuidad. Mi móvil vibra en el salpicadero del coche y hace que desvíenos nuestra atención de la conversación. Me estiro levemente para darle la vuelta y comprobar quien me está llamando.

- ¿No lo vas a coger?

- La verdad es que no me apetece. Estoy muy cómoda aquí como para estropearlo- digo quitando la vibración al teléfono. Veo la cara dubitativa de Ney por el rabillo del ojo.

- Venga dispara, lo estás deseando. Puedes preguntar.- le digo mirándole a los ojos.

- ¿Quien es Samuel?- dice señalando al teléfono.- La noche de la cena, cuando te fuiste al baño mientras esperábamos a Estela, te llamo tres veces seguidas hasta que Rafa se enfado y le colgó después de decir algo no muy agradable. No hace falta que no me lo cuentes si quieres.

Sonrió al imaginarme lo que mi amigo le pudo haber dicho en ese momento al idiota de Samuel.

- Somos amigos, claro que te lo puedo contar.- le digo dedicándole una sonrisa.- Samuel es mi ex. Estuvimos juntos durante varios años y lo dejamos cuando me fui de Alemania.

¿Os acordáis que os había dicho que me fui de Cologne por culpa del supuesto amor de mi vida? Pues ahora ya le podéis poner nombre. Nos conocemos desde siempre ya que es de Galicia como yo. Empezamos a salir el verano de primero de carrera, y después de un año y medio a distancia se vino de Erasmus a Cologne. Estuvimos viviendo juntos ese año, y se pidió el traslado. Él estudiaba farmacia en Santiago de Compostela y no le pusieron ninguna pega de cara a las convalidaciones.

Éramos muy felices hasta que yo me di cuenta que se liaba con otra, y él se dio cuenta que le había pillado. Me rompió el corazón, hice mis maletas y en dos días estaba en París echando curriculum. En realidad, gracias a él estoy aquí, si no nunca hubiese acabado en el Paris Saint-Germain.

Hablar de esa historia ya no me duele. Al principio no podía ni pronunciar su nombre en alto, pero con el tiempo aprendes a relativizar, a ver las cosas buenas que te aportó la relación y a comprender las malas para que en un futuro no se vuelvan a repetir.

- ¿Y ahora te llama porque...?- noto la curiosidad en su voz. La verdad es que nunca había hablado de mi vida privada con él.

- Cuando estuve en casa de vacaciones me lo crucé después de casi 2 años sin vernos. Él quería retomar el contacto, y a mi, no me apetece. Fue una persona muy importante en mi vida, pero no merece la pena ni volver al pasado, ni vivir en él.

- Te entiendo.

Y ahí se acaba nuestra conversación. Con esas dos palabras Ney me ha dejado ver que él también ha superado a una persona del pasado, a la que le tiene mucho cariño, pero no quiere que vuelva a entrar a su vida.

Al final, las decisiones que se toman y los caminos que se eligen te hacen estar donde estás y con quien estás ahora mismo. Y la verdad, yo no podría estar más contenta de estar en el coche con él.


 Y la verdad, yo no podría estar más contenta de estar en el coche con él

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RomasFields before the storm🌪
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@k.mbappe 🧊🧊🧊
@alcantarathaisa que bombón!!
@neymarjr 🍟🍔😀

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