1 - Burdel

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Lo había visto sólo unas cuantas veces. Sabía quién era, estaba en las noticias siempre, aunque aquí había gente que salía en las noticias frecuentando este lugar, héroes, villanos, policías, gente poderosa, aquí olvidaban sus obvias diferencias y se sentaban a beber juntos mientras mis compañeras les bailaban o en privado les hacían una mamada.
Pelo azul cielo, ojos rojos, cicatrices en párpados y boca que lo hacían lucir como un hombre viejo y desgastado, delgado, pálido; nunca pagó por mí, sin embargo notaba su prominente mirada a mis muslos y espalda. El solía ver como sus compañeros o lo que fueren me compraban, el raro con cicatrices y el loco de las dos personalidades eran los más frecuentes, al parecer sólo estaba satisfecho de ver cómo sus amigos pagaban por mi.

Toda mi vida he tenido mala suerte y este día no fue la excepción, atacaron el burdel por una disputa entre bandos, la madrota se fue dejando a mis compañeras y a mi solas, estúpida vieja, nosotras le dimos de comer por muchos años y así nos paga. Mataron unas cuantas frente a mis ojos no sin antes violarlas, escuchaba sus gritos de dolor, mientras las golpeaban en el estómago y en la cara, es aterrador, doloroso, es inminente, sigo yo.
"Esta perra es bonita" dice uno mientras sostiene mi muñeca con una fuerza que podría jurar que la rompió.
"Muy americana para mí gusto" dice otro, golpeando mis rodillas para que caiga sobre ellas, jalando mi pelo para que lo vea mientras mete su erección en mi boca, es asqueroso, podría morderla, pero ese sería mi fin, aún no puedo morir, juré salir de este maldito prostíbulo, no voy a perecer aquí, haré lo posible para hacerlo, si eso significa tener que tener que soportar más de cuatro hombres entrar en mi, estoy acostumbrada, esto no es nada.
"Hey puta, regresa", golpea mi cabeza contra el suelo haciendo que mis pensamientos se vayan, se están turnando. "Tienes que sentir esto" agarra un tubo que cayó del techo mientras estaban destruyendo el lugar, lo van a introducir, voy a morir de la peor manera, empalada, por dios, nunca había rezado, pero quien sea que escuche mis lamentos, alguien, que esto no sea tan doloroso. Cierro los ojos antes de sentir el frío tubo en mi entrada, las lágrimas fluyen y un grito ahogado antes de sentir como se introduce... Nada, no pasa nada, en cambio siento como polvo y sangre caen en mi boca abierta que estaba a punto de gritar.
Abro los ojos sólo para ver al hombre de pelo azul que nunca fue mi cliente. Todo indica que mató a los hombres que estaban a punto de masacrarme. Sus pupilas rojas me miran con asco y misericordia, desde el piso, desde esta posición parece un dios, un dios que fue mandado para mi.
"Vendrás conmigo" dice mientras extiende su mano para levantarme del suelo, la tomo, este será el cielo o la nueva forma del infierno al que estoy acostumbrada?

Oiran |Tomura Shigaraki x Oc|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora