Dicen que después de aquella decepción, la veían llorar por las calles, a todas horas, no había lugar en la casa que no hubiera sentido la humedad de sus lágrimas, la tristeza de su rostro, las súplicas de sus llantos, el ruido de un corazón que se hacía pedazos, porque en un principio ella pensaba que no llegaría lejos estando sola, que su vida ahí acababa, en los brazos de una persona que la había soltado, pero no, su camino apenas comenzaba, porque con el tiempo se dio cuenta que puede ser más estando sola, se arregló el pelo y se vistió con su vestido favorito para salir a los antros con las amigas o a correr por los campos para ponerse en forma, por una cerveza con los amigos o un cigarrillo en la banqueta que calmara sus ansias, por las tardes se recostaba a leer un buen libro que alimentara a su alma, entre poesía y prosas comprendió que las personas están de paso, que no vale la pena sufrir por quien ya está siendo feliz sin ella, puede construir su propio camino, conocer a más personas, realizar locuras, vivir nuevas travesías, revivir pasiones, descubrir nuevos orgasmos, citas a ciegas, tardes de playa, noches de fogata, días de calma y momentos que le harán volver a ser ella, porque sí, puede llegar lejos estando solita, la soledad se volvió su mejor compañera, recostada, tranquila, esperando a que el amor vuelva a tocar su puerta o planeando su próxima aventura.
—Un Poeta
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Carpe díem
PoetryFuera de mi habitación y no más lejos de la primera peatonal de mi barrio, camina gente rota intentando sanar sus heridas con otros que están más rotos y más vacíos; va el que se enamora de la mujer que ya tiene novio, la que sufre porque su pareja...
