Los cuentos de fantasmas existen...
"Acabo de descubrir que después de todo, el amor no precisamente puede ser un chico de carne y hueso".
____ Stine Lerman es una joven solitaria y con mucha imaginación, que busca motivación para escribir una histo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi hermano tenia el ceño fruncido, mientras me miraba, el espejo dejo de temblar y los arañazos dejaron de escucharse.
— Aidan... Es — el timbre sonó, anunciando que había llegado los invitados.
Solté un suspiro de alivio.
— Iré a ayudar a mi abuela a recibir las visitas — comentó.
Yo asentí, observé el espejo estaba asustada temía que a Aidan le hicieran daño.
— Aidan, sal por favor — susurré.
Tenía la esperanza de que el fantasma hiciera acto de presencia... Estaba por marcharme cuando él pelinegro apareció frente a mí, en su rostro tenía rasguños y raspones, así como también sus brazos, su mirada mostraba enojo.
— Te dije que te fueras... — dijo con un tono serio.
— No podía dejarte Aidan, ¿quién te hizo esto? — dije horrorizada, Jos se volteo dándome la espalda, y comenzó a respirar con furia.
— Debes irte... Están despiertos — habló — por favor hazme caso...
— Aidan, debes prometerme que te vas a cuidar mucho — el asintió.
— Lo prometo, ahora vete — me dijo — puse la manta nuevamente sobre el espejo, y retrocedí.
Aidan no merece sufrir dentro de ese espejo...
(...)
La cena con los amigos de mis abuelos transcurría de la forma mas tranquila posible, lo que me alegró era saber que había jóvenes al igual que yo.
— ____, Logan — nos hablo el abuelo — lleven a los chicos con ustedes a la sala de estar — dijo con una sonrisa.
La verdad aquellos chicos parecían aburridos, Logan y yo asentimos, y nos levantamos de la mesa, los demás chicos hicieron lo mismo, y fuimos a la sala de estar.
— Me alegro que nos mandaran para acá — dijo un chico con cabello rizado.
— Igual a mi, la verdad ya me estaba aburriendo — comentó un moreno.
Solté una risa.
— ¿Quieren ver una película? O prefieren platicar.— pregunte.
— Lo que sea es bueno — hablo otro de los chicos, quien tenían unos lindos ojos azules.
— Me gustaría que platicáramos — dijo un castaño — no, nos conocemos y creo que seria interesante hablar de nosotros.
— Tiene razón — comentó Logan.
— Esta bien, tomen asiento — dije ellos así lo hicieron, tome el control remoto de la tele, la encendí y puse el canal de los vídeos musicales.
— Bien, comencemos preguntándonos nuestros nombres nuevamente — dijo el Rizando — soy muy malo recordado y la presentación que tuvimos fue muy rápida.
— Cierto — hablaron todos.
— Bueno, primero las damas — comento el de ojos azules. Sonreí y aclare mi garganta
— Bueno, mi nombre es ____ Stine Lerman, soy Mexicana y tengo 19 años — los chicos sonrieron.
— Sigo yo — dijo el Castaño — Dante Albidone, nací en Canadá pero, toda la vida he vivido aquí así que soy de aquí — río — y tengo 21 años.
— Cameron Brodeur, 22 años y soy de aquí — dijo con una sonrisa.
— Mi nombre es Finn Schnapp— sonrió — tengo 21 años y también soy de aquí, y mi primo es este chico de aquí — le dio unos golpeas al rizado de junto.
— Soy Balke Talabis, soy de aquí también tengo 21 años y nada mas — soltó una risa.
— Y yo soy Logan Stine Lerman, tengo 21 años y también soy Mexicano — respondió con una sonrisa — como ya saben mi hermana es ella — me señalo.
—¡Logan soy tu fan!— grito Noah fingiendo ser un fanático loco — En serio... Si mis amigas te vieran te tiran sus bragas — todos comenzamos a reír.
— ____ ¿tienes novio? — preguntó Cameron.
— Yo... No — respondí.
— ¿En serio? ¿por que?, eres muy linda — me dijo Blake.
— Bueno, digamos que no soy muy sociable, los chicos prefieren alejarse antes de hablarme, piensan que soy una rara — dije — pero me he acostumbrado, además creo que he conocido a alguien interesante — todos sonrieron menos mi hermano.
— ¿Como? — Cuestiono mi hermano.
— Luego sabrás — dije.
Todos se miraron entre si.
(...)
Al día siguiente me levante muy tarde, me puse mis pantuflas y salí del cuarto, hacia mucho frío dentro de la casa.
Me dirigí al espejo, le quite la manta y me encontré con él fantasma sentado en el suelo.
Se veía algo pensativo aun tenía aquellos rasguños en su cuerpo.
— Hola Aidan — el giro a verme, tenia la mirada cansada, y su semblante estaba mas pálido que de costumbre.
— Ah...Hola — respondió y dejo de mirarme.
— ¿Te sucede algo?— el asintió.
— Sucede que... — comenzó a derramar unas lágrimas — ya no quiero seguir aquí.
