Los cuentos de fantasmas existen...
"Acabo de descubrir que después de todo, el amor no precisamente puede ser un chico de carne y hueso".
____ Stine Lerman es una joven solitaria y con mucha imaginación, que busca motivación para escribir una histo...
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Maratón 6/6
Narra ____
Días después.
— ¡La fiesta será en casa de Martin, están todos invitados! — hablo una de mis compañeras de clase, el profesor aun no había llegado así que Clara, aprovechaba para dar anuncios.
— ¿Iras? — pregunto Aidan, quien se encontraba a un lado mio, flotando.
Sabía que no podía contestarle en voz alta, así que tome una pluma y arranque una hoja de mi cuaderno para contestarle.
"No lo sé"
— ¿Como que no lo sabes? ¡seria estupendo! Vamos, tienes que ir, diviértete, así también tus papás dejaran de suponer cosas acerca de ti.
Por un lado Aidan tenia razón, pero las fiestas no son lo mio no encajo en esos ambientes, soy demasiado... como decirlo, ¿timida?
Volví a tomar la pluma para responderle a Aidan.
"Lo voy a pensar"
— ¡La fiesta es hoy!— exclamo — Piensa rápido.
Desvíe mi vista al sentir que alguien tocaba mi brazo.
— ¿Que te parece?... — me sonrió la única chica con la que hablo, podría decirse que es mi amiga, su nombre es Katia y es muy agradable — ¿Iras?
— Aun no se — Aidan se puso muy atento a mis respuestas y camino hasta quedar en medio de Katia y de mi.
— ¡Vamos! — dijo la chica castaña — Si tu no vas yo tampoco iré, ya sabes que no hablo mucho con estos chicos, y tu eres la única con la que me llevo muy bien, vamos anda, solo un rato, seria bueno ver como son las fiestas de universitarios.
— ¡Lo ves, ____! — hablo Aidan — ya tienes con quien asistir.
Solté un suspiro.
— De acuerdo... — Katia sonrió al igual que Aidan.
— Estupendo, paso por ti a tu casa ¿de acuerdo?
— Claro — dije. Él profesor llegó y todos tomaron sus respectivos lugares.
(...)
Tenia mucho sueño, las clases se habían vuelto tediosas, lo único que quería hacer era llegar a mi casa para tirarme a la cama y dormir 40 años.
Mis pies se arrastraban por la acera de forma lenta, Aidan me miraba con preocupación.
— ¿Estas bien? — pregunto
— Claro... Sólo que tengo muchísimo sueño — el pelinegro levanto una ceja.
— Oye, ____ — comento de forma seria — No es por nada, pero he notado que has dejado de comer y te cuesta dormir... Eso no es bueno.
Me puse tensa al escuchar eso.
— Eso no es cierto... — dije amargamente.
De acuerdo tal vez Aidan tenga razón, pero la verdad tengo mis motivos para hacer eso, la verdad es que últimamente había estado sintiéndome incomoda con mi cuerpo, había subido de peso y eso me hacia sentir fatal. Por eso opte por dejar de comer.
— Sabes que digo la verdad — Jos soltó un suspiro — eso no esta bien, te puedes enfermar.
— ¿Y que? — respondí — Aidan ya no quiero hablar sobre eso, por favor.
Él pelinegro asintió — Si eso quieres.
Cuando llegue a mi casa subí las escaleras lo mas rápido que pude y lance mi mochila lejos de mi vista, por ahora no quería saber nada de libros ni tareas.
Me acosté y toque mi cabeza, un dolor comenzaba a hacerse presente, no quise decirle nada a Aidan, era capaz de asustarse y hacer lo posible por ayudarme, y la verdad no quiero molestarlo.
— Aidan — le hable, él se acerco a mi con sumó cuidado — Creo que no iré a la fiesta.
El fantasma me observó y negó con la cabeza.
— De acuerdo... mejor intenta dormir, te ves cansada.
Mis ojos se fueron cerrando poco a poco.
(...)
Cuando desperté observe a mi hermano sentado a mi lado.
— ¿Que haces aquí? — pregunte.
— Mamá me dijo que no bajaste a comer, así que vine a dejarte comida — me señalo la charola con comida que había dejado en mi buró izquierdo.
— Aamm gracias — dije con una sonrisa.
Mire por toda mi habitación y no vi a Aidan ¿donde se habrá metido?
— No hay de que — me sonrió — Tengo que irme — dijo levantándose de la cama — debo ir a comprar unas cosas al supermercado, me saludas a Aidan.
Asentí. Logan salió de mi habitación y posteriormente cerro la puerta.
— ¿Aidan? — hable — Ven ¿donde estas?
El pelinegro apareció en mi campo de visión.
— ¿Dónde estabas? — pregunte con una sonrisa.
— Solo salí a caminar por ahí, no quería molestarte cuando estabas durmiendo — se sentó en mi cama — Veo que te han traído comida, anda, quiero ver que la comas.
Negué — No la comeré, es demasiada y además tiene muchas cosas que me harán engordar aun más.
— _____, yo no veo que estés gorda — comentó Aidan con cara de pocos amigos.
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Ya corregí los errores de la vez pasada, si no estoy mal este capito no lo han leído, se los dejo para que sepan de que trata el próximo capitulo
