Los cuentos de fantasmas existen...
"Acabo de descubrir que después de todo, el amor no precisamente puede ser un chico de carne y hueso".
____ Stine Lerman es una joven solitaria y con mucha imaginación, que busca motivación para escribir una histo...
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Maratón 4/?
Al día siguiente.
Narra ____.
Tenía las manos sobre mis cienes tratando de recordar todo lo que había estudiado la noche anterior, pero al parecer no se me había quedado nada puesto que me la pase pensando en lo que Logan me había dicho, solté un suspiro y mire el examen que tenia frente a mi.
— Mi oferta sigue en pie — se escuchó la traviesa voz de Aidan.
Gire los ojos y esboce una sonrisa, agradecía que nadie podía verlo.
— Vamos, solo será cosa de echar un vistazo al examen que tu profesor tiene contestado — levante la vista y mire a Aidan — Me acerque y vi que tenia una copia contestada.
Negué con la cabeza, no podría hacerlo, nunca había hecho trampa en un examen.
— Esto es cosa de vida o muerte, ____ — dijo con su mismo tono divertido — Hasta puedes equivocarte en alguna pregunta para que no sea tan obvio, ¡vamos! Solo quiero ayudarte, pude notar que anoche no estabas concentrada.
Solté un suspiro y mire al profesor quien estaba parado observando cada movimiento que los estudiantes hacían.
Asentí levemente, la verdad es que no quería reprobar y tal vez esto que voy a hacer no es usual de mi pero me prometo a mi misma que estudiare nuevamente.
Aidan esbozo una sonrisa y avanzo tranquilamente entre las filas de estudiantes frustrados por el examen, el pelinegro tomo asiento en el escritorio y leyó la hoja que estaba frente a él. Volvió a levantarse aun con la sonrisa en el rostro y regreso a mi lado.
— Bien, la primera es "c" — subraye el inciso — la segunda es "a" — Aidan me fue dictando todas las respuestas correctas del examen y como dijo el fantasmita tuve que equivocarme al propósito.
(...)
— No debí hacer eso Aidan — dije mientras caminaba de regreso a casa.
— Ya habíamos hablado acerca de eso, ___ — comento el pelinegro — No querías reprobar.
— Pero ahora tendré ese remordimiento cuando me entreguen la calificación del examen — dije.
Aidan se puso frente a mi y me miro a los ojos.
— Tranquila... Siempre hay una primera vez en todo, te sientes así por que nunca lo habías hecho...
— Tienes razón — suspire.
— Bueno, vayamos a casa... Se hace tarde.
Al llegar a casa me encontré con mis padres poniendo la mesa para comer.
— Hola hija, ¿como te fue en la universidad? — preguntó mi papá.
— Bien, gracias — dije de lo mas normal.
— Que bueno cariño, ve a lavarte la manos para comer — hablo mi mamá con una sonrisa.
Asentí y subí a mi habitación para dejar mis cosas y posteriormente ir a lavarme las manos para bajar a comer.
(...)
La noche ya había llegado, Aidan estaba sentado frente a la ventana de mi habitación y miraba al cielo, algo que se me hizo bastante raro, por lo general él siempre estaba acostado en mi cama viendo la televisión muy emocionado, pero ahora parecía estar da sumido en sus pensamientos.
Me acerque a él y tome asiento a su lado.
— ¿Que pasa? — cuestione con una media sonrisa.
Aidan giro a verme, y en sus labios se asomo una sonrisa, note que el pelinegro se veía mas transparente con la luz de la luna y eso se me hizo tan increíble.
— Nada... Solo estaba recordado todo mi pasado — me dijo agachando la mirada.
Un escalofrío recorrió mi columna vertebral.
— No... No pienses en eso — sabia cuanto había sufrido dentro de ese espejo. Ojala yo pudiera borrar todos esos recuerdos horribles que lo atormentaban.
— Es que... Son tan difíciles de olvidar... A veces siento que todo esto es un sueño, y que tarde o temprano voy a despertar y estaré nuevamente dentro de ese horrible lugar — dijo con lágrimas en los ojos.
— Eso no va a pasar... Ahora estas aquí conmigo, y prometo que siempre voy a estar a tu lado — Sonreí.
— Gracias... —puso su mano sobre la mía, aunque lo triste era que no podía sentirlo.
