•Dia II•

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Pov Langa:

Estaba dirigiéndome a mi casa después de las clase, iba con la mirada hacia abajo, no había la necesidad de explicar de lo ocurrido, el profesor explico ante toda tu clase la situación de Reki, podría decir que a la mayoría no les importo solo uno que otro se preocuparon, en el receso me la pasé solo en el salón mirando tu asiento mientras recordaba cuando aún estabas con migo.

Las clases pasaron rápido por el hecho que me quedo dormido en medio de la clase gracias porque me quede despierto toda la noche sin poder dormir por el temor que ya no estes con vida.

Llegue a mi casa para tan solo ir a mi pieza y tirarme a mi cama, mientras miraba mi patineta, estaba rota, desvié la mirada para olvidarla, en unos días tenía que ir a S para patinar con ADAM, simplemente no quería, baje las escaleras para servirme el almuerzo, subí a mi cuarto nuevamente para sentarme en mi escritorio y comer mientras hacía las tareas.

(...)

Salí del hogar sin rumbo alguno, diría que solo iba a dar una vuelta, en un momento a otro me encontraba en el hospital, quería irme..., No podía, podría decir que involuntariamente vine aquí, me encontraba esperando en la recepción, hasta que una de las enfermeras me dirijo la palabra.

- La habitación del paciente Kyan es en el segundo piso das vuelta a la derecha por el pasillo y la ultima habitación es, su sala es la 28 -dijo para retirarse-

- Gracias..-

No quería verlo..., pero iba hacia donde estaba, ya en el segundo piso fui a la derecha rumbo al pasillo, tengo miedo a que pase algo, tenia ideas en mi cabeza, se que todo esto es por mi culpa, me culpo a mi mismo por no saber valorar una amistad verdadera, por ser un mal amigo, por hacer que mi mejor amigo se quede en coma, por dañar a esa persona que más amo.

Frente a frente en la puerta estaba, abrí para entrar y ver a mi pelirrojo durmiendo, se le veía que estaba con el suero y una de los tubos en la parte baja de su nariz, me daba pena verlo, que pienso más bien me sentía como si mi vida se derrumbara, cerré la puerta y me senté mientras contemplaba a Reki.

- perdón... -dije mirándolo- Si no fuera por mi nunca estarías en coma, se que es muy tarde para decírtelo pero no quiero perderte..-las lagrimas comenzaron a salir mojando mis mejillas- Reki... tu eres alguien especial para mi, yo ya perdí alguien que me enseño el snowbording me enseño a divertirme desde niño y se fue... no quiero que me pase de nuevo contigo, no quiero que en andar en skate ya no sea divertido... -dijo mirándolo mientras aun hablaba- Sabes... desde que estoy contigo mi corazón late a toda velocidad, tengo ánimos para vivir, para patinar, me divierto mucho, siento la adrenalina que sentí cuando hacia snowbording, pero cuando discutimos nunca la volví a sentir, mi corazón no late como antes, no me emociono... o eso pensaba hasta que gritaste mi nombre -dije colocando mi mano donde estaba mi pecho (parte ubicada del corazón)- volví a sentir esa emoción... eres tu quien me la traes al igual que mi padre, pero ahora que te veo en estas condiciones solo tengo ganas de... -iba a seguir hablando hasta que alguien entro-

- Langa... -dijo el pelinegro mirando sorprendido a su amigo-

- Miya?...-

- Pensé que no ibas a venir -cerro la puerto y se sentó al frente mío-

- Vine involuntariamente... no tenia pensado en venir aqui-

- Uhmm.. No te creo!-

- Eh? Y eso por que?-

- Tu querías venir aquí, no es así?-pregunto el niño-

Todo es mi culpa... - Renga - Corta - [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora