Itadori acaba de llegar a la Academia de Hechicería de Tokyo, donde allí tendría como compañeros a Fushiguro Megumi y Kugisaki Nobara. Pero Itadori no se imagina la aventura loca que le ofrecerá su sensei...
🖤Primera Obra
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-Bueno,no hay tiempo que perder,ustedes busquen en todos y cada uno de los sótanos de ésta Academia, yo buscaré en los escondites secretos que hay aquí.
-¿Escondites secretos? - preguntaron a la vez los alumnos.
-Si,son lugares subterráneos donde hacen rituales y cosas demoníacas. Ahora escuchen,quiero advertirles de una cosa. -dijo el sensei con voz temblorosa.
-Si quién haya secuestrado a Itadori,tiene alguna conexión con el viejo,eso significaría que pretenden sacara a Sukuna a la fuerza,obligar a Itadori a que se cambie por él, y así matarlo. Si eso sucede,Itadori morirá.
Ambos alumnos se asustaron.
-¡Bien,sensei, en marcha!-dijeron los alumnos mientras corrían a los sótanos.
Itadori estaba atado a una barra de metal,en un lugar oscuro dónde nunca antes había estado. En aquel lugar olía raro. Itadori tenia su cuerpo lleno de sangre, le habían pegado palizas con palos,con cuerdas,con metales al rojo vivo...eso era el verdadero infierno.
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No sabía ni como había acabado allí, ni cómo salir de ese espantoso lugar. Quería intentar liberarse pero apenas tenía fuerzas. Le habían adormecido tantas veces que ahora dudaba si estaba consciente.
De pronto,llegaron unos tipos encapuchados,como los anteriores,y colocaron unas velas alrededor de un círculo que parecía estar pintado en sangre,y si bien no se equivocaba, era sangre suya. Los encapuchados encendieron las velas,pero las llamas no eran de su color normal,eras rojas. Itadori empezaba a sentirse asustado,no comprendía nada de lo que estaba sucediendo a su alrededor. Más encapuchados empezaron a traer cada vez más objetos malditos,con formas extrañas,todo tipo de cosas extrañas.
"Esto no pinta bien" pensó el joven.
Itadori comenzó a retorcerse de dolor,gritaba,sentía como sus intestinos iban a explotar dentro de él.
-¿Te gusta el olor? -pronunció una voz anciana,dejándose ver tras las sombras de las velas.
-¡Tú! ¿Cómo no? No te bastó con intentar matarme ya una vez,noo. -dijo Itadori con tono muy sarcástico.
-Este aroma que estás inhalado es un incienso especial para sacar encarnaciones,como la que llevas dentro,pero tranquilo,pronto acabará todo esto.
- No te saldrás con la tuya,viejo maldito. -dijo Itadori.
-Eso ya lo veremos, recipiente de Sukuna. - dijo entre risas burlona mientras se alejaba de nuevo en la oscuridad.
Itadori se sentía impotente,no podría hacer nada,al menos por ahora. Estaba preocupado por su sensei,sus compañeros. Tenía que salir de ahí como fuera.
"Oye,necesito que nos intercambiemos,no puedo desatarme, ¿aceptas?" Le pidió Itadori a Sukuna.
