Habla Joana
Maia se había adaptado muy bien a ir con muletas. Unos días después de año nuevo Cris se marchó a Valencia para el spot publicitario que tenía. Me quedé con Maia.
Desgraciadamente ese día no me había levantado muy bien, pero no quería que Cris viera ninguna debilidad en mí y que se echara para atrás y no se marchara, por lo que disimulé todo lo que pude hasta que se marchó. Cuando cerré la puerta suspiré. Ahora tenía que controlarme y saber sobrellevar la situación, lo había hecho mil veces... tenía que hacerlo.
Ayudé a Maia para ducharse con el pie tapado y luego se puso a tocar el teclado en el salón. Yo me senté en el estudio y cerré los ojos apoyándome en la mesa. No iba a dibujar pero al menos Maia creería que estaba trabajando y no me vería así.
Por la noche Cris me llamó al móvil.
J- sí?
C- hola amor, acabo de llegar a Valencia. Estoy en el hotel. Todo bien?
J- sí :) ahora vamos a cenar
C- estupendo 🥰 qué vais a cenar?
Entonces caí en la cuenta que no había hecho nada de cena.
J-..em... pediré algo, no he podido hacer nada
C- y eso? Has estado liada?
J- sí... trabajo, se me ha ido el tiempo
C- vale :) me pasas a Maia?
J- voy
C- te quiero
J- y yo a ti :)
Salí al salón y le di el móvil a mi hija que estuvo hablando con su madre un rato. Luego colgó y me devolvió el móvil.
M- tengo hambre... qué cenamos?
J- te apetece pizza?
M- siii!! 🥰
J- pues venga, voy a pedir :)
Pedí la pizza y por suerte no tardaron en traerla. Cenamos y vimos un rato la tele hasta que a Maia le entró sueño y se fue a dormir. Yo también me fui a la habitación. Me estiré en la cama pero no podía dormir. Mi mente iba a cien por hora, no me dejaba descansar y estaba agotada mentalmente de aguantarme.
J- pfff... por favor dame un respiro...
Me dije a mí misma, pero no hubo manera. Estuve despierta hasta que vi amanecer. Me levanté con unas ojeras que no pude disimular y me puse a hacer un bizcocho para cuando se levantara Maia. No tenía que madrugar así que hasta las 11 no se levantó. Para esa hora el bizcocho ya estaba Hecho y frío.
M- qué bien huele!!
Vino para cocina. Vio el bizcocho y sonrió, hasta que me miró y vio mi cara de cansancio y mis ojeras.
M- mamá.. estás bien?
