Habla Maia
Pasaron dos días eternos hasta que Helena despertó. Sus padres lloraron de alegría, yo también. En cuanto me vio sonrió. Le devolví la sonrisa.
M- os dejo a solas un poco :)
Salí para dejar a Helena con sus padres a solas. Mis madres me abrazaron en cuanto salí.
J-..lo has hecho muy bien cariño
C- has sido muy fuerte... estamos orgullosas de ti cielo
M-..de verdad?..
J- sí :)
Me alivió mucho que mis madres me dijeran eso. Me había comportado fatal y necesitaba escuchar aquellas palabras. Aproveché que estaban los padres de Helena con ella para ir con mis madres a casa a ducharme y adecentarme. Luego volví al hospital y pasé a la habitación. Los padres de Helena me dejaron a solas con ella, sonreí al verla.
M- cómo te encuentras?? :)
H-..rara .. me duele la cabeza... y tengo adormecido el cuerpo un poco
M- por los calmantes
H- sí...
Le cogí de la mano y se la besé.
H-..Gracias por estar aquí... por haber estado aquí...
M- no me tienes que dar las gracias por eso, es lo mínimo que podía hacer, tú hubieras hecho lo mismo por mí
La miré a los ojos, no sabía si recordaba algo de lo que había pasado, no sabía si recordaba el beso...
H-..oye... lo que... me dijiste... iba en serio o... era porque tenías miedo de que me pasara algo?
M-..no sé a qué te estás refiriendo ahora exactamente porque... te he dicho muchísimas cosas estos días. Pero todo lo que te he dicho ha sido de verdad, claro que era en serio
Sonrió.
H- entonces me vas a llevar a Paris?
Me sorprendió que dijera eso.
M- escuchaste esa conversación????
H- sí... podía escuchar, pero no podía contestar, no podía moverme, pero escuchaba lo que pasaba a mi alrededor, y sé que no te separaste de mí...
M- cuando te recuperes te llevaré, te lo prometo :)
Me sonrió, estaba preciosa aun estando débil y pálida. Le acaricié la mejilla.
H-..Gracias por sincerarte conmigo y decirme lo que sentías aunque fuera en el último momento... si no hubiera salido de quirófano... al menos me habría ido feliz, porque el último recuerdo que tuve fuiste tú besándome
Me cayeron dos lágrimas, le rodeé la cara con mis manos y me puse nariz con nariz con ella.
M-..no podías irte... porque tenemos que vivir muchas cosas juntas todavía...
Volví a besarla en los labios de la forma más cariñosa que pude. Me miró con una sonrisa preciosa de felicidad, no sabéis cómo le brillaban los ojos...
