Habla Joana
Estuve pendiente del móvil por si Cris me llamaba. Aquella noche no dormí nada, pero no fue por Maia. No estaba bien. Me tuve que salir a fumar al jardín para intentar relajarme. Estaba temblando. Me dolía la cabeza y no paraba de tener pensamientos intrusivos.
J-..por favor... ahora no... por favor...
Me tomé un café. Me di una ducha y me fui para el hospital.
J- buenos días cielo :)
Le di un beso a mi hija y un abrazo.
J- cómo ha pasado la noche?
M- bien :)
C- muy tranquila la verdad
M- tengo hambre...
J- eso es buena señal, pero no puedes comer nada sólido todavía, hoy te empezarán a dar líquidos :)
M-..bueeeno... pfff pero cuando me den el alta quiero una pizza enorme para mí sola 🥺
J- eso está hecho 😉
C-..no has dormido no? No tienes buena cara..
J-..Bueno, ya dormiré cuando estemos todas en casa :)
Trajeron un zumo a Maia para desayunar. Estuvimos todo el día con ella allí. Yo intenté disimular y contenerme delante de ellas para que no notaran que estaba mal. El médico pasó a ver a Maia y dijo que todo estaba correcto. Se estaba recuperando bien. Por la noche volví a irme a casa, Cris no quería separarse de Maia. En cuanto salí del hospital empecé a temblar. Llevaba demasiadas horas reprimiéndome. Me fui a un parque a pasear, necesitaba airearme pero tenía mucha rabia dentro. Era de noche y apenas se veía nada. Me apoyé en un árbol y de lo revuelto que tenía el estómago de nervios y ansiedad vomité.
J-..pfff...🤮
Me senté en un banco a intentar respirar y controlarme, pero no podía parar de temblar. Al final me levanté tambaleándome y fui como pude a casa. En cuanto llegué me lié un cigarro y me senté en el sofá a fumarlo. Me lo fumé muy rápido, entero, demasiado, iba muy cargado y me subió mucho. Noté cómo mi cuerpo se relajaba pero a la vez mi cabeza daba vueltas, me sentía como si estuviera flotando en una nube. No podía ni levantarme. Me quedé totalmente frita en el sofá.
