Bucle.

SEIS

    Kouki despertó.

    Seijuro dormía en su pecho.
  
    Kouki sonrió con ternura y acarició su cabello.

    Su rostro se veía cansado y pálido, tenía terribles ojeras y una mirada triste.

 

    '¿Cuántas veces te perdí ya...?'

 

    ¿Cuántas veces ya lo vio morir?

 

    ¿Cuántas veces trató de protegerlo?

 

    ¿De evitar balas y accidentes?

 

    ¿Por qué tenía que sufrir tanto?

 

    Seijuro...

    Seijuro no merecía esto... Y Kouki no merecía vivir eternamente viendo una y otra vez la muerte de su esposo...

    — Nngh...

    Seijuro se remueve levemente, y al abrir los ojos, lo primero que hace es levantar la cabeza para mirar a Kouki.

    Le sonrió y besó sus labios.

    — Buenos días, amor...

    — Buenos días, Seii... ¿Dormiste bien?

    — Tengo la almohada más cómoda y calentita del mundo, obvio dormiré bien...

    Seijuro va a su cuello, y como siempre, da suaves besos allí.

    *Chu...* *Chu...* *Chu...*

    — No... Creo que a veces es difícil dormir cuando la almohada es tan sexy, ya ves...

    Kouki rió.

    Bam!

    Y tumbó a Seijuro sobre la cama, sentándose sobre él.

    Seijuro sonrió, sosteniendo a su esposo de su cadera, delineandola y acariciando más allá de ella.

    Kouki se inclinó y besó a Seijuro, acariciando su pecho y moviendo su cadera.

    — Ngh...

    Seijuro gimió por la fricción y sostuvo las nalgas de Kouki. Kouki le habló al oído.

    — ¿Quieres tomar un baño conmigo, Seii...?

    — ... Kouki... Si alguna vez te digo que no a eso... Es porque me hicieron una macumba...

    — ¡Hajajaja!

 

 

 

 

 

———🌷
——————

 

 

 

 

 

    — B-buenos días, Meri...

    — Jojojo~... Buenos días, Kouki-sama, Seijuro-sama.

    Meri rió burlonamente hacia sus jefes, viendo las claras marcas en el cuello del castaño, además de que eran ya las once de la mañana, era obvio lo que hacía pasado ahí.