Bucle.

SIETE

    Kouki despertó.

    Seijuro dormía en su pecho, tan tranquilo como siempre, tan bello como siempre.

    Las ojeras de Kouki eran terribles.

    Y mirando al techo, quedó en blanco.

    — ... 

    '...'

    Vió a su amado morir innumerables veces, vió su cadáver, lo vió dar su último aliento, lo escuchó decir su último te amo...

    Cada vez amaba más a Seijuro...

    ¿Cómo esté hombre solo podía recordarle cuanto lo amaba cada vez?

    ¿Por qué sus últimas palabras siempre eran "Te amo"?

    "— Te dejó un mensaje..."

    Recordó las palabras de Midorima, que siempre decía al momento en que llegaba al hospital.

    Seguramente el mensaje era lo mismo...

    No quería eso...

    Lo hacía perder aún más la cabeza...

    — ¡Kouki!

    — ...

    Los ojos de Kouki volvieron a tener brillo.

    Kouki volvió a ser Kouki.

    Volvió a la normalidad cuando escuchó la voz de Seijuro.

    Lo miró y sonrió.

    — ¡Seii!

    Seijuro, quién veía preocupado a su esposo, sonrió cuando lo vió sonreír, a sus bellos ojitos brillar al verlo.

    Se había asustado cuando no lo vió reaccionar, y aún más cuando no vió vida en sus ojos.

    Kouki lo abrazó.

    — ¡Buenos días! ¡¿Dormiste bien?!

    — Siempre dormiré bien si estoy contigo, Kouki...

 

 

 

 

 

———🌷
——————

 

 

 

 

 

    'Recuerda, recuerda, recuerda...'

    Apoyado en el pecho de Seijuro, mientras delineada las nuevas marcas en su cuerpo húmedo por el agua del reciente baño, pensaba estando en la tina.

    'Lo viste en algún lado, Kouki...'

    Kouki trató de recordar al asesino...

    Él llevaba una capucha y un tapa bocas, y estaba demasiado cegado por la ira como para pensar racionalmente en ese momento, así que solo pensó en llenarlo de agujeros...

    '...'

    — Estás muy callado...

    — ¿Eso crees...?

    — Humm...

    Seijuro hizo un sonido afirmativo y se aferró más al cuerpo de Kouki, comenzando a dar besitos en su nuca y hombros.