Bucle.

TRES

    Kouki despertó.
 
    Sus respiración era errática al igual que sus latidos, sus ojos estaban nublados por las lágrimas que no dejaban de caer y...

    — ¡Kouki!

    Seijuro estaba sobre él.

    Él acariciaba su rostro suavemente y secaba sus lágrimas, mirándolo con preocupación, hasta sus bellos ojos estaban llorosos por ver a Kouki así.

    — ¿Qué sucedió? ¿Te sientes mal? ¿Quieres que te lleve con Shinta...?

    — ¡Seii!

    — ¡!

    Kouki abrazó a Seijuro y lloró en su cuello, repitiendo y repitiendo su nombre, quería confirmar si era él.

    — Soy yo, Kouki...

    Seijuro acarició su espalda y besó su cuello. Arrulló a Kouki hasta que esté se calmó.

    — Por favor... Solo... Quédate conmigo, Seii...

    — ... Si...

 

 

 

 

 

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    Seijuro acariciaba el cabello de Kouki, que descansaba plácidamente en sus piernas.

    Aún tenía sus bellos ojitos hinchados.

    Seijuro de preguntaba que estaba soñando Kouki como para dejarlo así.

    Kouki era muy temeroso, lloraba hasta con películas de terror, pero también era en extremo sensible, llorando con, también películas, románticas, sea el final feliz o no.

    Pero ahí acababa todo, Kouki sabía que eran historias ficticias, por lo que, aún si queda con un mal sabor de boca cuando las termina de ver, no le afecta para seguir haciendo otras cosas.

    (Aunque, luego de ver una de terror, si queda más alerta)

    Pero esta vez es diferente, nunca había visto a Kouki tan triste, tan demacrado, él, quién siempre fue un sol en su vida, se había apagado.

    Seijuro quería ayudarlo, pero no sabía qué hacer.

    — Solo quédate conmigo...

    Kouki, como si estuviera leyendo sus pensamientos, habló.

    Kouki lo miró, y Seijuro pudo ver el brillo característico en sus ojos, que era el brillo especial que siempre estaba cuando lo veía, que le decía cuánto lo amaba.

    — Solo necesito saber que estás conmigo... Qué estás bien...

    Kouki estiró su mano para llegar al rostro de Seijuro y acariciarlo, Seijuro lo aceptó gustoso y le sonrió.

    — Si... Estaré contigo, Kouki...

 

 

 

 

 

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    — En verdad... En verdad iré y volveré lo más rápido posible...

    Seijuro sostuvo las manos de Kouki fuertemente, mirándolo con preocupación.

    Su secretaria lo había llamado de urgencia por unos problemas en la empresa y debía ir rápidamente a resolverlo.

    Kouki, mirando al suelo, asintió.

    — No tienes que ir rápido...

    — ¿He?

    — Conduce con cuidado, por favor...

    — ... Si, lo haré, Kouki, seré cuidadoso.

    Seijuro le sonrió y Kouki asintió.

    Seijuro abrazó a Kouki, estrujando su cuerpo contra el suyo, Kouki se aferró a su espalda y aguantó llorar.

   

 

 

 

 

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    Kouki mordía sus uñas...

    Pensando... Rogando que todo estuviera bien.

    'Él estará bien... El accidente ocurrió cuando fue a la hora acordada al trabajo... Lo retrasé al menos dos horas... Él estará bien...'

    — Él estará...

    — ¡Kouki-sama!

    — Bien...

 

 

 

 

 

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    '¿Por qué...?'

    — Él te dejó un mensaje...

    '¿Por qué Seii...?'

    — Él dijo que...

    *Sniff...*

    Kouki no escuchó nada más a parte de un pitido constante en su cabeza, que lo privó de todo ruido exterior, solo estando sus pensamientos.

    'Seii es...'

    *Tip...* *Tip...*

    Lágrimas caían lentamente...

    'Seii y yo éramos felices...'

    Sus piernas temblaron mientras caminaba...

    '¿Él merece esto...?'

    — Seii...

    '¿Merezco esto...?'

    ¿Por qué fue condenado a verlo morir...?

    ¿Hizo algo malo?

    ¿Seijuro hizo algo malo?

    ¿Acaso no podía salvarlo...?

    Solo podía escuchar su propio llanto...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

    Kouki despertó.