Alma Rota

I.- Dolor

@Koci1ara 

Stiles suspira mientras ve el libro en su mano, debería de estar preparándose para ir al instituto pero no lo iba a hacer. Las cosas en su vida han ido en picada desde el nogitsune incluso si ya hubiera pasado un año; un año desde que Allyson estaba en coma, en que todos lo veían con odio, le decían palabras hirientes, su padre lo ignoraba y era como un mueble más en la casa, incluso había decidido armarse valor y confesarle sus sentimientos a Derek pero las cosas no habían salido muy bien.

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Stiles se encontraba nervioso, había pensado mucho eso y ya no podías seguir guardándoselo. Entró al loft encontrándose con Derek sentado en unos de los sofás, al verlo el lobo alzó una ceja.

- ¿Qué necesitas Stiles?

Lo único que no había cambiado en ese tiempo fue Derek, seguía siendo el mismo amargado y lo trataba de la misma manera que siempre.

- Tengo algo que decirte, desde hace tiempo he tenido estos sentimientos y hasta poco puede realmente entenderlos. – Derek lo veía esperando que continuara – Me gustas Derek

Derek suspiró algo frustrado.

- Stiles... No me gustas lo siento solo no podría estar contigo, eres un asesino y ahora sin nada en tu interior un inútil. Empecé una relación con Breaden y soy feliz con ella

Stiles sintió como su corazón se rompía en mil pedazos, esas palabras terminaron de hacerle daño. Las lágrimas amenazaban con salir pero no lo permitió, asintió de manera temblorosa y salió de ahí pero lo peor es que se encontró a Breaden entrando al edificio, ella le sonrió con dulzura y cariño, él solo pudo sonreír porque ella era una buena mujer y siempre lo trato con cariño.

- ¿Estás bien Sti? – el preguntó la morena

- Si, solo tengo un poco de alergia – le respondió entrando a su jeep para después arrancar e irse de ahí, claro que en el camino lloró como no lo había hecho hace mucho tiempo

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Stiles había sufrido mucho ese día, se sintió de nuevo como cuando su madre murió, se sentía como una mierda y la situación con su padre no lo ayudaba. Ese día quería pasar un poco de tiempo con él, tratar de que hablaran pero él se había ido a una cita con Peter así que no tendría oportunidad ni de despedirse.

Extrañaba cuando las cosas eran más sencillas, cuando no sabía nada de lo sobrenatural, eran mejores.

Terminó de empacar algunas de sus cosas y ahorros y salió de su casa dejando sus llaves en la entrada, no volvería por un buen tiempo, solo quería un cambio de aire.

No pudo ni siquiera pudo subirse a su jeep cuando dos hombres lo noquearon con fuerza.

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Stiles despertó en una celda asquerosa y oscura, su cuerpo le dolía como si lo hubieran atropellado y notó que tenía cadenas en sus pies y manos, estaba encadenado a la pared.

La puerta se abrió mostrando a Gerard.

- Nos vemos de nuevo joven Stilinski, es curioso ver como aquel débil humano es un perfecto candidato para un pequeño experimento que estoy haciendo – dijo el anciano con una sonrisa enferma que le causo escalofríos a Stiles

- Púdrete – le dijo con odio

- Ya veremos cuanto te dura esa actitud tuya que debo decir siempre me gusto eso de ti, si hubieras sido un Argent serías el mejor cazador

- Jamás sería como tu

- Veremos si seguirás diciendo después de todo – miró a sus hombres – Llévelo al laboratorio

Tres meses después

Stiles estaba encadenado a la pared en esa inmensa oscuridad, estaba cubierto de heridas y sangre pero su mirada era oscura y profunda. Al abrir sus ojos mostró unos hermosos orbes de colores, violeta y rojo.

En cuanto la puerta se abrió se soltó de las cadenas y noqueo con una fuerza impresionante a los guardias y a otros una fuerza invisible los aventaba lejos, de sus manos salieron llamas azules y quemo a algunos de los cazadores y por fin obtuvo su libertas. Sabía que había pasado meses en ese lugar donde solo obtuvo dolor y agonía, cada día quería morir pero aún así siguió corriendo hasta llega a la que era su casa, su jeep ya no estaba ahí, las luces estaban encendidas y se centró en los ruidos de adentro.

Ahí estaba su manada riendo y pasándola bien, se asomó por una ventana y pudo notar que ya no había fotografías de él en toda la casa, su corazón terminó de romperse y con un enorme dolor no solo en su corazón sino en su alma se fue de ahí.

Esa fue la última vez que se supo de Mieczyslaw Stilinski.