(Tiempo atrás)Caminaba de enojado, todos se quitaban de su camino sin dudarlo, él ya era escalofriante y muchos temían tontamente de sus ojos rojos, estando enojado y agitado cómo ahora, con más razón lo dejaban sólo.
Ignoraba el sonido de voces llamándolo y se apresuró a salir corriendo. No quería escucharlos, no quería verlos, no quería míseras excusas resultadas de un arrepentimiento tardío.
Carajo, ellos lo habían abandonado, después de satanizarlo hasta el cansancio por su parecido con su abuela y sus ojos rojos. Recordaba a viva voz los comentarios contra cómo todo lo que tocaba se reducía a polvo, que no merecía nada. Su padre como principal autor de los comentarios, su madre y hermana le decían que no llorara, que no lo tomará en serio pero nunca le decían nada al animal de Kotaro, solamente bajaban la mirada cuando él recibía una tanda de insultos y finalizaba con alguna cachetada.
Se habían ido sin decir nada, dejándolo a él. Lo recordaba perfectamente, las cicatrices en su cuello resultado de su estrés por sentirse indeseado y odiado por una estupidez, incluso engañado, ya que se la pasaban profesandole amor que se vería cuestionado cuando no lo protegían para absolutamente nada.
Recuerda que le dijeron que saldrían, estaba emocionado, caminaron un rato en el distrito comercial, él sin causar ningún problema y sólo tomando la mano de su madre, disfrutando el tiempo juntos aún si era una actividad tan banal como caminar. Repentinamente Nao se detuvo y le pidió que lo esperara, que se quedara ahí y esperara su regreso. Inocentemente asintió, dispuesto a mostrar el mejor comportamiento para demostrar que no era alguien malo aún si le decían lo contrario.
Paso una hora, después dos y luego tres, la gente iba y venía, ignorando su existencia por completo, torrentes de personas que ahora no eran diferentes a fantasmas por la nula interacción. Él lentamente caía en la desesperación de que no volvían. Cansado de esperar, camino de ahí para allá en un intento de encontrarlos, una esperanza tan desesperada e infantil como miserable y patética.
Pasó días merodeando el mismo lugar con esa esperanza que no termina de apagarse, los locales ignoraban su existencia con cinismo, tal vez un trabajador de repente le volteaba a ver con pena pero hasta ahí. El frío, hambre y dolor emocional le provocó la comezón más intensa que jamás sintió, llevándolo a desgarrar la piel de su cuello en un arranque de estrés combinado con ira y tristeza. Recuerda llorar desamparadamente en el momento en que se resignó a que nadie vendría por él, que el mundo lo odiaba y su lugar era ser...nada. Llorando en un basurero que se volvió su único refugio.
Entonces paso, una suave mano se extendió hacia él, una mujer de bonitas facciones y lacio cabello verde que le miraba con preocupación y tristeza en sus ojos. Inko lo recogió y llevó a su hogar, no dudo en ayudarlo, dándole algo de comer preparado a mano y limpiando sus heridas.
No confiaba fácilmente, no quería confiar y ser abandonado otra vez, pero la perseverancia y paciencia de Inko combinando la dulzura de sus tratos terminó por él desarrollando un apego enorme hacia ella. Incluso al pequeño de Rizos Verdes que pertenecía a la casa y disfrutaba de estar con él y ver juntos la televisión, aun si era demasiado pequeño para entenderla.
Recuerda observarlo con curiosidad y sentirse pleno cuando el pequeño sonrío y río al verlo, atrapando una de sus manos con total inocencia, incluso el mero hecho de que Inko lo haya insitado a cargarlo fue demasiado para su pequeño corazón herido.
Tras algún tiempo, fue legalmente adoptado por Inko Midoriya, tomando el lugar como hermano mayor de Izuku Midoriya.
Las secuelas a su trauma no dudaron en aparecer, Inko le profesaba un amor maternal tan nuevo para él, ya que no dudaba en saltar a defenderlo de cualquier comentario o burla a su persona, era tan nuevo y abrazador que se negaba a ser una carga para ella, y fue este pensamiento por el que tuvo una recaída. Las comidas comenzaron a ser contadas por si mismo, tan poco que hasta una paloma moriría de inanición, la idea de la auto lesión era puesta en acción inconscientemente y el sentirse un intruso comenzaba a afectarlo.
ESTÁS LEYENDO
Amor con patitas
FanfictionUna persona puede decir que odia todo y a todos, pero la verdadera calidad de su corazón se ve en el trato que tiene con los que dependen y están abajo se él. No todos son dulces y sociales, hay quienes son amargados y secos, no muy amigable por her...