Ocho: My Neighbour.

12 1 0
                                        




Jason Chambers

La colección de películas de la pervertida celestina no estaba tan mal, aunque sigo sin entender su adicción por ellas.

Miré divertido a la fastidiosa chica que ahora dormía recostada sobre mi pecho, pensando cosas obscenas.

Nuestra posición me permitía recordar esa noche con total claridad. La manera en que mi cuerpo la llamaba sin pedirme autorización y cómo ella se prendía de mí de la misma forma que yo de ella.

Conocía a su hermano desde que entré a la Universidad. Joshua, al que podría llamar como "mi mejor amigo" es totalmente opuesto a Brooklyn James, lo cual me causaba más intriga aún.

¿Qué los hacía tan diferentes? ¿Por qué son tan diferentes?
Una que otra vez me habló de su hermana, sobre todo el año pasado. Parece que fue un momento tormentoso en su familia, hasta con conflictos legales de por medio, por culpa de ella.

No sabía exactamente qué había hecho, tampoco fue algo que me importara en su momento.

Me quedé mirando la segunda película de Cincuenta sombras de Grey, atentamente.

Había escuchado muchas veces críticas sobre las películas, diciendo que era muy mala, Anastasia no era más que una sumisa sin identidad, aunque bajo mi criterio no lo parece.

En comparación con 365 días, me parece que la protagonista es un intento de "no sumisa", pero en acciones y comportamiento, solo es una tremenda payasa que fuerza el no ser sometida.

Me gustaba molestar a Brooklyn con ese término de vez en cuando. No sé si porque la acción le repudia, o porque le pone los pelos de punta, pero algo le provoca.

Aparté la laptop un poco más lejos de sus pies para poder dormir, o bueno... Hacer el intento dé.

En cuanto cerré los ojos, Brooklyn comenzó a moverse algo incómoda. «No, no pienso soportar esta mierda.» Intenté quitármela de encima, apartando su mano de mi pecho.

Sentí el frío llegar de inmediato al no tenerla sobre mí. Con mi mano intenté mover su cabeza, pero los movimientos se intensificaron, parecía una pesadilla.

Comenzó a gritar con desespero y angustia, pronunciando un claro «déjame» y el nombre Zach. «¿Será su noviecito?»

—Brooklyn... despierta. —intenté moverla, pero no despertaba. Su pesadilla era demasiado profunda. —Joder, James ¡Despierta!

Con mis manos tomé su cara sacudiéndola un poco, haciendo que por fin despertara de la pesadilla.

—¿Qué pasa?

—No quiero más... —dijo al borde del llanto. —Quiero que se aleje de mí...

—¿Quién, Zach? —me miró con miedo al mencionar su nombre. —¿Te está molestando?

—Aléjate... Necesito que se aleje...

—¿De qué parte del campus es? ¿Dónde estudia? ¿Dónde vive?

Brooklyn se levantó de la cama histérica, con los brazos temblando. Intentó tranquilizarse, yéndose a la esquina de la habitación, junto a la ventana, aferrándose de sus brazos con sus manos.

No sabía qué hacer o decir...

Algo en mi cabeza decía que tenía que irme, el momento de joderle el día ya había pasado, fue divertido, pero no podría soportar mierdas emocionales, o problemas de niñitas adolescentes como James.

Sorbió su nariz, pasando sus nudillos por la punta de ella.

Parecía completamente despierta, como si hubiese aterrizado recientemente en la realidad y todo lo que pasó cayera sobre su razón en ese segundo.

OBSESSED [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora