☞ Capítulo Nueve

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Algunas veces no entiendo a la vida, ¿algunas veces?, directamente no entiendo la vida.

Sabiendo que hay gente mala, que solo causa daño a las personas y en general a la sociedad, siguen viviendo, y gente que de verdad necesitan las personas, que son buenas, que quieren y las quieren, mueren.

Gente que se puede permitir estudios y ser alguien importante en la vida, prefieren dejar las clases, y estar en la calle fumando porros. Y mientras niños que desean estudiar, están trabajando o muriéndose de hambre.

Que el que lo tiene todo no valora nada, y el que nada tiene, lo valora todo.

— Rachel, nos vamos - dice mi madre entrando en la habitación con los ojos llorosos y el rimel corrido.

— ¿Qué pasa? - le respondo un tanto asustada

— Tu abuela... que ha - se seca las lágrimas - que se ha muerto Rachel - dice sollozando, Tyler al oír a mi madre sale de su habitación corriendo

— ¿Qué pasa? - pregunta abrazando a mi madre

— Que mi abuela se ha muerto - le respondo totalmente pálida mirando a ninguna parte con los ojos llenos de lágrimas

Abraza a mi madre y se va a su habitación,  Tyler se acerca corriendo a mi, se agacha y me acaricia la mejilla

— No llores más pequeña - me intenta consolar, pero de nada sirve. 

Mi abuela vive en Estados Unidos, por lo que nos tocará ir allí, es 20 de diciembre, en 5 Navidad. Por lo tanto me levanto de la cama apartando a Tyler, y me dirijo hacia el armario, saco algunas sudaderas y vaqueros, algunos jerseys, y dos pares de leggings, unas zapatillas y unos botines, los dejo encima de la cama, y luego me tumbo.

Tyler me mira con cara de pena, más que nada, creo que porque se va a quedar solo en casa, no porque se halla muerto mi abuela. Tampoco la conocía mucho, no estábamos muy unidas.

— ¿Me voy a quedar aquí yo solo? - me pregunta mirando al techo

— Supongo que sí - le respondo mientras le acaricio el pelo

Nos quedamos unos minutos así, en silencio, miles de cosas se pasan por mi cabeza, pero es normal cuando pasan cosas así o parecidas. Uno se acostumbra a pensar en varias cosas a la vez.

Mi madre entra en la habitación y nos separamos un poco.

— ¿Tienes la maleta ya hecha? - asiento - Tyler, si quieres hazla tu también.

— ¿Eso es que también puedo ir? - asiente, se levanta y va corriendo hacia su habitación.

Unas horas después ya tenemos nuestras maletas hechas, los billetes comprados y el taxi esperando, el avión sale en tres horas, por lo tanto ya vamos a salir, y por contactos de mi madre seguro que no nos aburriremos en el aeropuerto.

Llegamos al aeropuerto, pasamos las maletas por los detectores, y esas cosas, seguimos a mi madre hasta una sala, donde en la puerta hay un lector de tarjetas y un guardia, pone "VIP", entramos en la sala, y parece el hall de un hotel de lujo. Pasamos ahí un tiempo hasta que nos avisan de que nuestro vuelo ya va a salir, salimos y seguimos a mi madre, nos miran los pasaportes, papeles... Entamos por el tubo ese, yo lo llamo así, y nos sentamos en nustros asientos, a mi y a Tyler nos taca juntos, y a mi madre unos sillones más adelante, se pasa el viaje hablando con un hombre, más o menos de su edad. Para que se haya muerto mi abuela, estoy bastante bien.

Llegamos a Estados Unidos, sobre la mañana siguiente, cogemos un taxi y nos dirigimos al pueblo de mi abuela, es un pueblo carísimo y puede que uno de los más pijos del condado. Llegamos a su casa, Tyler parece ser que se queda muy sorprendido por el tamaño de esta. Mi abuela no vivía ahí sola, también vivía mi tío con su novia, con mi abuelo y una mujer que no hacía más que quejarse por todo, espero que ya se haya ido.

Entramos y toda mi familia, o la gran mayoría está en el salón presente, mi abuelo y mi tío se han ido para hacer lo del entierro y todo ese papeleo. Pocas cosas han cambiado, hay nuevos sofás, algún marco cambiado, una televisión nueva, y han quitado la alfombra horrible que había. 

La familia nos saluda, y me siento en un pequeño sofá un poco apartado de la muchedumbre con Tyler, mientras mi madre habla con quien parece ser un tío lejano. Hay unas veinte personas, dos de sus mejores amigas están sentadas llorando consolándose la una a la otra en un sillón próximo al nuestro. Dejo mi cabeza caer en el pecho de Tyler y él me pasa el brazo por encima, miro mi móvil de vez en cuando, pero no sé para qué si no tengo ni Wi-Fi, y la tarjeta bloqueda. 

Cuando llega la hora de comer algunos parientes lejanos se van llendo, otros más cercanos se quedan un poco más cercanos se quedan a comer, y mi abuelo y mi tío llegan. Nos informan sobre todo, la sirvienta pone la mesa, otra es la que cocina, y si no recuerdo mal, cocina muy bien. 

En la mesa somos once, contado las dos sirvientas más importantes y cercanas a mi abuela, con la cocinera en especial, se llevaba muy bien y la tenía mucho aprecio y cariño.

Después de comer, yo y Tyler decidimos ir a dar un paseo por el río que hay al lado de la casa. Los dos estamos hartos de tanta gente. Paseamos de la mano y hablamos.

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¡Mañana capítulo nuevo!

Espero que os esté gustando la novela, cualquier cosa, escribidme un mensaje o en los comentarios.

Cualquier crítica es bienvenida. 

Si quieren que me pase por sus novelas, comentario o mensaje ;)

PD: ¿Os gusta la nueva portada?

Mi Chico Malo | SwingsBeatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora