2

19 6 0
                                    

Capitulo 2

-"¡Me niego a estudiar negocios solo porque tú lo quieres, y te conviene por tu estúpida empresa! Es mi vida, mi futuro, y haré con ella lo que se me la puta gana".- Grité con rabia antes de salir del despacho de mi padre, dando un fuerte portazo que hizo temblar los objetos cercanos.

Desde niño, había tenido que aceptar todas las órdenes que él me daba, todas las reglas, todos los decretos que venían de su parte. Había tenido que practicar todos los deportes que le gustaban, tocar todos los instrumentos que él prefería, y mis notas tenían que ser siempre las mejores de toda la escuela, o mejor dicho, de todo el instituto. Y ahora, que por fin me sentía libre, venía con la exigencia de que tenía que estudiar negocios, porque le favorecía a su maldita empresa. Que se vaya al carajo con su empresa.

Al terminar de bajar las escaleras, me encontré con mi madre al final de estas. Me miraba con enfado, su rostro perfecto reflejando su disgusto.

-¿No aprendes, verdad? ¿Sabes que todo lo que hacemos tu padre y yo es por tu bien? Por tu propio futuro, Daemon, queremos lo mejor para ti, hijo. No queremos arruinar tu vida por un capricho, porque eso de la música es solo eso, un maldito capricho -dijo a mis espaldas, siguiéndome hasta llegar a la cocina.

-¿Un maldito capricho? ¿En serio, madre? -exclamé, dándome la vuelta y mirándola a los ojos-. ¿Sabes qué es un maldito capricho? Que tú y mi padre me obliguen a ser alguien que no soy. Desde que nací, todo ha sido lo que ustedes querían para mí. Siempre tuve que seguir sus malditas reglas, sus órdenes -proseguí, mirando fijamente a mi madre, cuyo rostro reflejaba dolor y vergüenza-. Tenía que ser tan perfecto para ustedes que, en el proceso, no hice ni un solo amigo. Nadie se acercaba a mí, nadie me dirigía la palabra, mamá. Lo único por lo que estoy aquí es por mi música, y si ustedes no lo aceptan, perfecto. De ahora en adelante, hago lo que se me da la gana. Esta es mi vida, y yo decido qué hacer con ella -dije antes de salir de la casa sin mirar atrás.

Me puse el casco y subí a la moto, acelerando para perderme en la espesa y oscura carretera. Sentía una mezcla de rabia, dolor y liberación, todo al mismo tiempo. Por fin, había dicho lo que había estado guardando dentro de mí por años. Y ahora, estaba dispuesto a luchar por lo que realmente quería. No permitiría que nadie más me dijera cómo vivir mi vida.
Ransel✨
Observé a mi madre desde la barra de la cocina mientras cortaba vegetales, absorta en su tarea y sin notar mi presencia. Su cabello dorado estaba recogido de manera descuidada en un moño, y bajo sus ojos color esmeralda se dibujaban profundas ojeras, fruto del llanto que había derramado a lo largo del día.

Noté lo parecidas que éramos, salvo por nuestros ojos: los suyos eran de un verde reluciente, mientras que los míos eran grises, iguales a los de mi padre. Él solía decir que mis ojos parecían estrellas, pues siempre brillaban incluso en los momentos más oscuros. Recordar su voz y sus historias me hacía sentir un fuerte deseo de ir al pequeño lago al que me llevaba de pequeña, para escucharlo de nuevo y sentir su amoroso abrazo.

- Oye, mamá -la llamé.

- ¿Qué pasa, cariño? -respondió sin dejar de cocinar.

- ¿Puedo ir a dar un paseo? Necesito despejar la mente por un momento -le pregunté con la esperanza de que me dejara salir.

- Claro, mi cielo. Solo ten cuidado y tómate el tiempo que necesites -dijo con una sonrisa en su rostro.

- Gracias, mamá. Vuelvo en un rato -dije saliendo de la cocina y tomando mi abrigo para salir de la casa.

Al salir, el viento frío tocó mi piel y me estremecí. Suspiré y miré hacia el cielo, viendo que el sol se había ocultado para dar paso a una hermosa luna. Caminé por varias calles hasta adentrarme en el profundo bosque en busca del pequeño lago. Al llegar, lo miré fijamente, notando que nada había cambiado salvo por algunas flores nuevas en la grama.

Me acerqué a la orilla y me senté en la grama, descalzándome las zapatillas. Miré hacia adelante e imaginé a mi padre a mi lado, contándome historias sobre estrellas mientras yo veía el cielo oscuro lleno de luna y estrellas.

Un ruido a mis espaldas me hizo girar, pero nunca me imaginé encontrarme con alguien mirándome fijamente, con el mismo cielo que yo había estado viendo segundos antes.

Mis ojos examinaron a la persona detalladamente. Cabello negro azabache, piel pálida incluso más que la mía, alto y delgado pero bien trabajado. Rostro fino con pómulos definidos, labios delgados en una línea recta. Cejas pobladas y oscuras como su cabello. Pero lo que más me llamó la atención fueron sus ojos, nunca había visto ese color. Si bien hay cientos de personas con ojos azules en el mundo, los suyos tenían algo especial, eran tan oscuros como el cielo sobre nosotros, pero si te fijabas bien, podías ver pequeñas motitas plateadas, como si el cielo estrellado hubiera sido plasmado en su mirada. O quizás solo era mi imaginación.

Pero en algo estaba segura: ese chico de mirada azulada iba a dar un giro especial a mi vida, en los pocos momentos de aliento que me quedaban.

--------------
¡HOLA CONSTELACIONES HERMOSAS DE MI OSCURA ALMA!, bueno gente que no esta leyendo esto pero las amo con mi corazón si le das una oportunidad a esta pequeña obra.
Bueno les mando un beso desde la comodidad de mi camita grrrr. Aquí les traigo otro capitulo de esta nueva aventura, perdón si tardo mucho pero es que me dan problemas emocionales y bueno aveces tiendo en pensar en rendirme, pero siempre esta mi put* conciencia diciendo que no me rinda, y pues aquí estoy xdxdxd. Les prometo actualizar lo mas que puedo, pero es que no hace poco empeze a la uní, y bueno es un estres, y como yo no soy de estresarme me vuelvo loca xd. Pero pronto abra capitulo nuevo si Dios quiere. Y bueno adiós mis hermos@s constelaciones.

*hace una reverencia y se larga*


Corregido
✨🦋

The lake embroidered by star.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora