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Abrí los ojos y lo primero que vi fue el techo blanco del hospital. Me sentía mareada y confundida, y no podía recordar lo que había pasado después de que me desmayé en el parque. De repente, todo regresó a mi mente y sentí un nudo en mi garganta.

Un doctor entró en la habitación y se acercó a mi cama.

-Hola, Ransel. Soy el doctor Pérez. ¿Cómo te sientes?- preguntó.

-Un poco mareada, pero bien- dije, tratando de sonar fuerte.

-Bueno, tengo que decirte que tu salud no ha mejorado. Tu enfermedad, ha avanzado y debemos tomar medidas para controlarla. Te mantendremos bajo observación y te administraremos el tratamiento adecuado- dijo el doctor, con un tono serio.

Traté de contener las lágrimas, pero no pude evitar sentirme frustrada y asustada. ¿Cómo podría seguir adelante con mi vida si mi cuerpo estaba fallando?

Justo en ese momento, mi mamá entró en la habitación.

-Mi amor, ¿cómo te sientes?- preguntó, acercándose a mi cama.

-Estoy bien, mamá. Solo un poco cansada- dije, tratando de sonar optimista.

-El doctor acaba de decirme que tu salud no ha mejorado. Pero no te preocupes, mi vida, estaremos aquí contigo en todo momento. Y además, hay alguien que ha estado muy preocupado por ti- dijo mi mamá, con una sonrisa.

-¿Quién es?- pregunté, curiosa.

-Un chico muy guapo de ojos azules. Nunca lo había visto antes, pero parecía estar muy preocupado por ti. Está esperando en la sala de espera- dijo mi mamá, con una sonrisa pícara.

No podía creerlo. ¿Podría ser que se tratara de Daemon? Mi corazón latía con fuerza en mi pecho y sentí un nudo en mi garganta.

-¿Puedo verlo?- pregunté, nerviosa.

-Por supuesto, mi amor. Pero primero debes descansar. Cuando te sientas mejor, lo haremos pasar- dijo mi mamá, acariciando mi mano.

Cerré los ojos y me dejé llevar por el cansancio. A pesar de todo, sentía una extraña sensación de felicidad por saber que Daemon estaba allí, esperando por mí.

Horas después, me sentía un poco mejor y mi mamá decidió que era hora de que Daemon entrara a verme. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho y sentía mariposas en el estómago.

Cuando entró en la habitación, lo primero que vi fueron sus ojos azules y su sonrisa cálida. Se acercó a mi cama y me tomó de la mano.

-¿Cómo te sientes?- preguntó, con voz suave.

-Un poco mejor, gracias- dije, sonriendo débilmente.

-Me alegra que estés mejor. Cuando te vi desmayarte en el parque, pensé lo peor- dijo, con una expresión preocupada.

Noté cómo mi mamá nos observaba con una sonrisa en su rostro y decidí que era hora de ser valiente.

-Gracias por venir, ¿cómo supiste que estaba aquí?- pregunté, curiosa.

-Cuando desmayaste ví que estabas con unos chicos, los cuales fueron lo que te trajeron aquí, y preocupado le pregunté a uno de ellos a qué hospital te iban a traer, al principio dudaron ya que no me conocían, pero después me dieron el nombre del hospital antes de traerte aqui- dijo, con una sonrisa.

Sentí un nudo en mi garganta al pensar en lo amable que era Daemon, especialmente después de que solo lo había visto en el lago una vez. Pero decidí que no era el momento para pensar en esas cosas.

-Gracias por preocuparte- dije, sonriendo débilmente.

-No hay de que, sabía que algún día volvería y ver tus hermosos ojos - dijo, con una sonrisa cálida.

Sentí una extraña sensación al escuchar sus palabras y supe que, el había llegado para cambiar totalmente mi vida.

Pasé el resto del día hablando con Daemon, quien se mantuvo a mi lado todo el tiempo. Me hizo reír y me contó historias interesantes, distrayéndome de la noticia que acababa de recibir. Pero cuando se retiró, me quedé sola con mi mamá y el peso de la realidad cayó sobre mí.

Me sentía triste y asustada al pensar en cómo tendría que enfrentar mi enfermedad y dejar de asistir al instituto. Tenía miedo de no poder explicarle esto a mis amigos y de perder su amistad.

Mi mamá notó mi expresión y me abrazó con ternura.

-Hija, sé que esto es difícil. Pero recuerda que siempre estaremos aquí contigo, apoyándote en todo momento- dijo, con voz suave.

Traté de contener las lágrimas y le agradecí con una sonrisa débil.

-Gracias, mamá. Sé que puedo contar contigo- dije, con voz temblorosa.

Juntas, pasamos el resto del día hablando sobre cosas sin sentido para distraer nuestra mente de todo el desastre que era nuestra vida en estos momentos. Me sentía un poco más tranquila al saber que mi mamá estaba allí para apoyarme, pero aún tenía miedo de enfrentar a mis amigos y explicarles lo que estaba sucediendo.

Sin embargo, sabía que tendría que hacerlo en algún momento y que tendría que encontrar la fuerza para hacerle frente a mi condición y a los desafíos que vendrían.

Sabía que algún momento, esa estrella que estaba iluminando mi camino, iba a tomar otro rumbo y dejar mi vida en la oscuridad.


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Hola mis constelaciones hermosas, ¿Cómo están?, No había podido subir capitulo gracias a un bloqueo que tenía, pero aquí estoy. Espero les guste el capítulo, tengan en cuenta que apenas es un borrador, y hay algunos errores por allí.

Bye las quieroo ✨🦋

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⏰ Última actualización: May 05 ⏰

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The lake embroidered by star.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora