¿Está mal enamorarme de una reina?

Prólogo

Narrador

Nuestra historia comienza en un lugar conocido como la Autopía siempre distante de Avalon, lugar dónde reside Arthuria Pendragon o mejor conocida como el Rey de los caballeros, Arthuria había estado en esta autopía desde su última batalla en la cuidad de Camlann.

Aunque se fue por un período de tiempo cuando Arthuria fue invocada para pelear en la cuarta guerra por el Santo Grial como servant de la clase Saber.

Pero eso fue hace casi aproximadamente 10 años y como se había hecho una costumbre para Arthuria cada vez que dormía soñaba con fragmentos de dicha guerra.

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Sueño de Arthuria

Arthuria: -con una mirada muerta- Lamento tanto tener que arruinar tu sueño Lancelot -empujando más su espada en el pecho de Lancelot- pero yo tendré el Grial, prometo compensarte cuando cambie las cosas
Lancelot: -escupiendo sangre- ¿En serio crees que puedas cambiar las cosas? -sonriendo un poco- Eres tan obstinada como siempre
Arthuria: Verás que con el mi deseó todos podremos ver un nuevo amanecer en nuestro reino -sacando su espada del pecho de Lancelot-
Lancelot: Aún después de todo sigues cargando con todo tu sola -cayendo de rodillas- que triste vida su majestad....-tomando sus últimas respiraciones- Larga vida... al Rey Arturo,...eterna ...gloria al rey... de los caballeros

Al terminar de decir esas palabras Lancelot cayó muerto, mientras el rostro estoico de Arthuria fue adornado por las lágrimas de esta.

Arthuria: Que tengas un próspero sueño eterno Lancelot -viendo como el cuerpo de Lancelot se convertía en partículas de polvo azul-

De un momento a otro todo se vuelve negro para después Arthuria aparezca en un teatro donde en medio del escenario se encuentra el Santo Grial, pero Arthuria no se encontraba sola.

¿?: Llegas tardé mi querida saber, ¿Cómo debería castigarte por hacer esperar a tu Rey, mientras perdías el tiempo con tu viejo perro rabioso?
Arthuria: ¿Que haces aquí Archer? -sorprendida-
Archer: -con un tono burlón- Deberías ver la expresión de tu cara, es como la de un cachorro hambriento
Arthuria: ¡Haste a un lado! -apretando la empuñadura de su espada- ¡El santo Grial me pertenece! -lanzandose al ataque-

Arthuria no había dado ni dos pasos cuando una espada se clavó en su pierna izquierda, deteniendo su avance.

Archer: Mi querida saber, incluso de rodillas ante la agonía de la desilusión eres hermosa -con un tono condescendiente- ¡Envaina tu espada, y se mi esposa! ¿Por qué ilusionarte por un simple objeto como el Grial que concede milagros? Haz un lado tus ideales y tus juramentos insensatos, solo necesitas humillarte ante mi y ser solo mía -convocando varios portales dorados- Acepta y te prometo como el rey absoluto de este mundo te daré una vida llena de placeres
Arthuria: ¿Por qué intentas robarme el Santo Grial? -intentando levantarse- ¿¡Para tal tontería!?

Archer solo bajo su cabeza en decepción por la respuesta de Arthuria y sin más de sus portales varías armas fueron arrojadas en dirección a Arthuria que solo pudo desviar los ataques, hasta que por la fuerza de impacto fue arrojada hacia atrás.

Archer: No pedí tu opinión, ¡Esto es un juicio que he declarado! Ahora exijo tu respuesta
Arthuria: -tratando de levantarse-¡Me niego por completo!

Arthuria al negarse Archer convocó más portales y arrojó un sin fin de armas a Arthuria, mientras que Arthuria apenas podía detener todos los ataques que le mandaba Archer, hasta que una hacha se clavó un su muslo derecho haciéndola gritar de dolor.

Archer: Ya veo eres muy tímida para admitirlo -sonriendo burlonamente- Eso está bien, puedes responder incorrectamente todo lo que quieras, tendrás que aprender tu devoción hacía mí mediante el sufrimiento -invocando más armas de sus portales-

Arthuria miro con impotencia a Archer mientras trataba de levantarse, Arthuria creía que todo estaba perdido, pero en su rango de visión apareció cierto hombre.

Arthuria(pensamiento): (¿Es kiritsugo?) -sacando la espada que tenía clavada-
Archer: -sonriendo con suficiencia- Ah, veo que has tomado tu decisión -totalmente ajeno de la otra presencia en la habitación-
Kiritsugo: -alzando su mano y mostrando una serie de sellos- Por mi nombre Kiritsugo Emiya, te ordenó por este hechizo de comando -mientras sus marcas en el dorso de su mano comenzaban a brillar-
Arthuria: ( Ayúdame a conseguir el Santo Grial)
Kiritsugo: Saber, te órdeno que utilices tu noble phantasm... Para destruir el Grial

Cuando Kiritsugo ordenó mediante uno de sus hechizos de comando, Arthuria y Archer se sorpendieron, aunque Arthuria comenzó a moverse involuntariamente.

Archer: -con un tono molestó- ¡Que estás haciendo Saber!
Saber: -con un tono desesperado- ¡No! ¡No me hagas hacer esto! ¡Estoy tan cerca de conseguir mi sueño!
Kiritsugo: Por mi tercer hechizo de comando, te órdeno de nuevo...
Saber: -tratando de resistirse- ¿¡Por qué haces esto kiritsugo!? De todas las personas ¿¡Por qué tú!? -levantando su espada y preparándose a liberar su noble phantasm-
Archer: -con un tono peligrosamente molesto- ¡TÚ! -mirando a Kiritsugo- ¿Cómo un insecto, te atreves a interrumpir mi ceremonia nupcial asqueroso mestizo!
Kiritsugo: -mirando a Arthuria- Saber, destruye...
Saber: ¡NO LO HAGAS!
Kiritsugo: El Santo Grial

Por más que Arthuria trató de resistirse su cuerpo se movió por su cuenta y con la caída de su espada sagrada liberó su noble phantasm.

Arthuria: -con unas pequeñas lágrimas- (Jamás pude entenderlo, era imposible en tan poco tiempo... Aunque ni siquiera conocía bien a mis compañeros más cercanos)

Arthuria cerro los ojos mientras rápidamente la explosión ocasionada por su noble phantasm la consumía.

Arthuria: (Quizás todo esto, todo lo que sufrí en esta guerra, es mi castigó por ser el rey que nunca pudo comprender los sentimientos de los demás)

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Arthuria se levantó de golpe mientras gotas de sudor caían de su frente después que en su sueño la explosión la consumiera.

Arthuria: -respirando agitadame- Últimamente estos sueños se sienten más reales como si los volvería a revivir -mirándose sus manos que estaban temblando-

Y era verdad desde hace unos meses Arthuria sentía los sueños más realistas, como si en verdad estubiera reviviendo los sucesos de la guerra por el Santo Grial.

Arthuria: -suspirando- Aunque cada vez siento que una nueva guerra por el Grial se aproxima -poniendo una mirada determinada- Está vez lo conseguiré, nada ni nadie me quitará la oportunidad de pedir mi deseó del Grial, haré todo por obernerlo -poniéndose su vestimenta y armadura de combate-

Y como si el mundo la escuchará escuchó un llamado de auxilió, dónde pudo ver a un chico pelirojo apunto de ser asesinado en un taller por un caballero de armadura azul y una lanza roja.

Arthuria dió una sonrisa sabía que ese era su llamado, una nueva contienda por el objeto que se le negó al final, el artefacto que ponía cambiar el trágico final de su reino.

Arthuria ya había "ganado" esa guerra pero por culpa del hombre que más odiaba en su larga vida no pudo pedir su deseó, pero estaba decidida a ganar esa guerra de nuevo, solo que está vez nada ni nadie se iba a interponer entre su deseó y ella.... O al menos eso creía.

Al mismo tiempo que Arthuria sintió el llamado del chico pelirojo, también fue llamada por un chico albino que al parecer se encontraba en una mazmorra y estaba apunto de ser asesinado por una criatura de mitología, mientras aquel niño en su desesperación saco una espada que estaba clavada en un piedra y con una mirada temerosa intentaba hacerle frente a aquél monstruo.

Y sin darse cuenta Arthuria acepto el llamado de aquél peliblanco.

Aunque en un principio Arthuria vería esto como el peor error de su vida, al final se dará cuenta que conocer a aquél chico fue lo mejor que le pudo haber pasado, aunque ahora Arthuria está lejos de saberlo