- _____, Marc, ¿Estáis bien? - Preguntó el hombre examinándonos. Marc asintió con lentitud, mirando hacia el frente con la mirada completamente perdida.
No le conocíamos. Vino hacía unos minutos, como la mayoría de las personas que se encontraban allí. Le había visto hablar con uno de los policías, con ese que era gordito y que tenía un bigote extrabagante. Probablemente él le habría dicho nuestros nombres. Pero que nos conociera o no, era algo que no me importaba demasiado en ese momento.
Le miré. Era joven, de unos treinta y tantos años. Llevaba una chaqueta marrón con una placa dorada de policía, y un sombrero del mismo color que la chaqueta. Tenía unas gafas pequeñas y rectangulares, y sus ojos eran verdosos. Estaba agachado a nuestra altura, observándonos con preocupación.
- ¿Cómo están ellos?-preguntó Marc sin ninguna expresión, y con la mirada fija en el mismo punto. El hombre bajó la cabeza. Tardó un rato en hablar. Probablemente estaría buscando la forma de contestar a esa pregunta. Él sabía la respuesta, y yo también. Pero Marc era muy pequeño para entenderlo.
- Lo siento, chaval.- Dijo en un susurro. Una lágrima resbaló por mi mejilla, seguida de otras muchas más. Me las sequé rápidamente y abracé con fuerza a mi hermano.
- Quiero saber cómo están. Señor, quiero ver a mis padres.- Automáticamente, comencé a llorar de nuevo. Las imágenes del accidente vinieron a mi mente, aunque deseaba con todas mis fuerzas olvidarlas.
*Flashback*
- ¿ Falta mucho?- Preguntó mi hermano pequeño con impaciencia.
- Falta menos que cuando salimos.- Dije, observando entretenida cómo los árboles se iban alejando a medida que íbamos avanzando por la carretera.
- Ja-ja. No sé cómo puedes ser tan graciosa.-Me sacó la lengua. Papá canturreaba la canción que sonaba en la radio.
- Mirad, ya se ve el mar a lo lejos.- Dijo mamá señalando por su ventana.
- ¿ Creéis que va a haber mucha gente en la playa?
- No lo creo. Por la tarde no hay casi nadie, y menos en esa zona.
- Así que tendremos la playa para nosotros solitos- comenté. Papá rió.
- Probablemente.-contestó sin sacar la vista del camino.
- Me he traído la tabla de surf, espero que haya olas.- Dijo mi hermano. Negué con la cabeza.
- Pero si ni siquiera sabes hacer surf- Marc me fulminó con la mirada y se cruzó de brazos.
- Tú tampoco.- Me contestó enfadado. Yo solo reí. Me gustaba molestarle. Seguí mirando el paisaje, fijándome sobre todo en el mar, que se veía cada vez más cerca. El agua estaba en calma, y al llegar a la orilla rompía en diminutas olas. El cielo tenía ya los tonos anaranjados que se producían al atardecer. Las gaviotas planeaban y de vez en cuando, se posaban en la arena. La carretera se iba haciendo más ancha,y cuesta abajo. Los árboles a nuestra izquierda empezaron a ser sustituidos por hierbas secas y amarillentas. En la derecha, había un precipicio de varios metros de altura, y bajo él se encontraba un pequeño campo lleno de amapolas y otras flores de colores llamativos.
Pasaron unos quince minutos, y noté como el coche se iba parando. La gasolina se había agotado, y aún quedaban 5 kilómetros para llegar a la playa. Mi padre susurró algunos tacos y se volvió hacia mi hermano y hacia mí.
- Chicos, no queda gasolina y aún falta un rato para llegar. Si bajamos andando, se nos hará de noche.
- ¿ Y no podemos empujar el coche? - preguntó mi hermano.
- No, campeón. Esta carretera está muy empinada y podría ser peligroso.- Marc asintió con tristeza. Un fuerte sonido hizo que nos sobresaltáramos.
- ¿De... de dónde viene ese ruido?- pregunté. En ese momento, vimos cómo un deportivo negro subía a gran velocidad. El problema era que estaba subiendo por nuestro carril, y se iba aproximando a nosotros cada vez más rápido.
- ¡ _____, Marc! ¡ Salid del coche ahora mismo!- Gritó mi madre con desesperación. Nosotros obedecimos y salimos corriendo, hasta ponernos detrás de una roca grande. El deportivo estaba a punto de chocar contra nuestro coche,y mis padres aún estaban por salir de él.
- ¡Mamá! ¡Papá! ¡Daos prisa!- Chillé. El estruendo de un terrible golpe resonó en mis oídos, acompañado de una explosión. Marc estaba encogido a mi lado, con los oídos tapados. Cuando todo pareció volver al silencio, asomé la cabeza lentamente, con miedo a que pudiera pasar algo más. Pero nada ocurrió.
- Marc, quédate aquí. No te muevas, ¿vale?- Le di un beso en la cabeza, y temblorosamente, me levanté y salí de nuestro improvisado escondite. El deportivo negro estaba prácticamente destruido por el golpe; boca abajo, con los cristales rotos y unos cuantos abollones. Un espeso humo gris oscuro salía de él. Me acerqué para ver si la persona que se encontraba dentro estaba bien, pero al ver el enorme charco de sangre que se iba deslizando por el asfalto, llegué a la conclusión de que ya no tenía salvación. Busqué mi coche con la mirada, nerviosa, ya que no se encontraba allí.
- ¿Mamá? ¿Papá?-Mascullé. Me giré con miedo y me acerqué al precipicio. Rápidamente me tapé la boca con las manos, mientras lágrimas y más lágrimas salían de mis ojos. El coche estaba echo añicos por el campo. Debido a la altura, daba por hecho que la situación de mis padres era la misma que la del desconocido del otro vehículo.- ¡No!- Grité mientras lloraba.- ¡Esto no puede estar pasando!
Me tiré sobre el suelo y comencé a gritar y a llorar. Mi hermano, también llorando, se acercó a mí. Estaba temblando. ¿Qué se suponía que haríamos ahora?
- Lla-llama a una ambulancia, rápido.- Dijo con dificultad, acercándose a mí y dándome un abrazo.
- Marc, no creo que haga falta una ambulancia. El golpe ha sido muy fuerte.
Marc me ayudó a levantarme y volvimos hacia la roca. Nos sentamos sobre ella.
Pasó un rato, y me fijé en que faltaba poco para que anocheciera completamente.
Escuchamos el sonido de una sirena, cada vez más fuerte. Giré la cabeza. Un coche patrulla venía hacia nosotros.
Un policía, gordito y con un gran bigote salió de él y se acercó a nosotros con bastante agobio.
- ¡Dios mío! ¿Estáis bien? ¿Cómo os llamáis?-preguntó.
- Yo soy ____ Summers, y él es mi hermano, Marc.
- Vale chicos, no os preocupeis, ya ha pasado todo. Quedaos aquí.
* Fin del flashback*Buenassss a todas, me llamo Ary y esta es la primera novela que hago, espero que os guste:) comentad y votad pleasee:))
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In Front Of My Window- Brad Simpson Fanfic
Fanfiction_______ Summers nunca pensó que su vida cambiaría tanto en tan poco tiempo. El accidente que acabó con la vida de sus padres provocó que ella y su hermano se mudaran a Birmingham, donde tendrían que comenzar una nueva vida. Brad Simpson vivía en la...