Letters to a redhead || Tendou Satori x OC [✔]

《11》

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Hola Satori. Espero que estés muy bien, yo no lo estoy tanto porque noté que ya no lees mis cartas.

¿Dije algo malo? Si es así te pido disculpas, no quise ofenderte con algo que escribí. Mi objetivo siempre fue ayudarte, nunca lo contrario.

Aunque, me entrometere en esto y diré que tu expresión decayó. Creí que te estaba ayudando porque tu sonrisa había vuelto a brillar con intensidad, pero últimamente te veo triste. No se qué es lo que pasa por tu mente pero no puedo permitir que te apagues así, nunca me cansaré de decirte lo mucho que te admiro y lo increíble que eres.

Tal vez, sólo tal vez, algún día necesites estás cartas por lo que no dejaré de escribirlas a pesar de que tu no las leas.

Si estas palabras pueden garantizar tu felicidad en un futuro estoy más que dispuesta de sentarme a esperarte.

Así que por favor no olvides que eres alguien increíble. Eres alguien que se preocupa por los demás y que tiene muchos amigos que te quieren aunque a veces no lo creas o no lo notes. Veo la expresión que tienen los chicos del equipo de voley cuando cuentas uno de tus clásicos chistes y se que te adoran más de lo que tu crees.

Tal vez creas que no eres importante para nadie Satori, pero lo eres para más personas de las que te imaginas. Pero sobretodo, debes serlo para ti mismo.

Espero que mejores. Te aprecio mucho.

——Con cariño, T.

Tendou sonreía con nostalgia ante las palabras de la chica extraña. Hace rato que no las leía y sintió su corazón reconfortarse con aquellas muestras de cariño.

Se sintió un poco triste al pensar que ella tenía razón, a veces creía que sus amigos no lo querían mucho, pero siempre estuvieron para él cuando los necesitó. Incluso Goshiki, quién era uno de los que más molestaba se había
quedado toda una noche ayudándolo con sus problemas.

También se sintió un poco culpable al ver que la chica de las cartas creyó que había hecho algo mal y que por eso él ya no las leía, cuando la verdadera razón fue porque no quiso caer ante una persona que no conocía. Aunque sin darse cuenta ya lo había hecho, desde la primer carta había caído.

Tranquilizó como pudo sus emociones, fallando en el intento, y siguió con la segunda carta.