《6》

5K 466 127
                                    

La chica de mediana estatura corrió lo más rápido que pudo a su clase. No porque llegara tarde, la verdadera razón era la breve conversación que tuvo con el pelirrojo. No podía creer que le había dado un consejo en persona y no se había desmayado en el intento, estaba avanzando en esto de hablar con las personas a solas, y que mejor forma de ponerlo en práctica que con el chico que te gusta.

Natsu casi fallece, por suerte para ella ya se encontraba en su salón de clases y el profesor estaba por iniciar con su materia. ¿Y que mejor forma de olvidarse de lo que acaba de vivir que resolviendo ejercicios matemáticos?
Nótese el sarcasmo. A la pelinegra le gustaban mucho las matemáticas, pero en ese preciso momento, su cerebro no podía conectar ni para resolver con éxito una multiplicación de la tabla del dos.

Por otra parte, Tendou estaba demasiado feliz. El encuentro con ma chica le había elevado de manera considerable el ánimo, podía hacer cualquier cosa que quisiera con su estado actual y eso le agradaba. Aquella chica... era extraña. Pero más extraño era lo que causaba en su persona.

Claro que no le gustaba, ni mucho menos estaba enamorado, pero cuando la escuchaba hablar o simplemente la veía unos segundos, sentía en su pecho una calidez enorme, muy parecida a la que sentía cuando leía las cartas.

Las cartas. ¿Qué haría con ellas? Ya no las leía por el bien de su salud mental, pero las conservaba. Quizá cuando se sintiera lo suficientemente listo las leería todas de un tirón, quién sabe. Lo que si se sabe es que Satori es una persona muy respetuosa y no quería desechar aquellas bonitas palabras que una chica se empeñaba en escribirle. Sólo no se sentía tan estable emocionalmente como para leerlas, no quería generar una dependecia con alguien que no conocía.

Pero bueno, ese era su actual objetivo, intentar seguir adelante y no caer en la tentación de las escrituras de la misteriosa jovencita. Y era algo que le estaba costando bastante, pero recientemente había podido olvidarse de ese asunto. Una nueva presencia que conocía estaba opacando sus pensamientos, Hiashi Natsuki.

¿Cómo podía describirla? Sencillo, era simplemente hermosa. Y no se refería a lo físico, claro que la muchacha era muy bonita en ese sentido pero a Satori no podía importarle menos el físico de una persona, después de todo, su entera vida lo habían molestado y apartado por no cumplir con los estereotipos impuestos por la sociedad.

Lo único que sí le encantaba de su físico eran sus ojos, al igual que su sonrisa. Los primeros podían ver a través de su alma, mientras que con ver la segunda podía energizarse todo un día.

Como pensó antes, ella era hermosa, la forma en la que se preocupaba por los demás era algo que lo cautivó, además de la seguridad que emanaba. Porque Tendou no era estúpido, le bastó escucharla hablar sobre los miedos para darse cuenta de que era el tipo de persona que oía y ayudaba en vez de oía y juzgaba.

La nueva chica había traído de vuelta a su vida algo que había extraviado un tiempo atrás. Confianza. Es por eso que necesitaba hacerse su amigo y ya tenía una idea en mente de lo que haría para comenzar a relacionarse con ella.

El extrovertido Tendou Satori había renacido de las cenizas.

El extrovertido Tendou Satori había renacido de las cenizas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Letters to a redhead || Tendou Satori x OC [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora