TREINTA Y TRES

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"¿Qué te parece...Leandro?". Sugirió Juliana con una sonrisa mientras conducía directo a la clínica.

"Me encanta Leandro". Confeso Valentina. En los últimos días habían discutido sobre qué nombre le pondrían a su hijo, pero aún no se ponían de acuerdo. "De verdad me gusta...Pero aún me siento frustrada porque no sabemos cómo llamarla si es niña...no quiero ponerle el nombre que sugirió mi mamá". Giro sus ojos de solo recordarlo.

"¿Y cuál sugirió?". Pregunto Juliana curiosa.

"Francisca". Respondió Valentina intentando contener su risa.

Pero la carcajada que dejo salir Juliana la contagio de igual manera a tal punto que duraron riéndose un par de segundos. "Ningún hijo mío se va a llamar Francisca, eso tenlo por seguro".

El trayecto hacia la consulta con el ginecólogo fue muy ameno y divertido mientras intentaban buscar un nombre para su bebé, por los pocos días que tendrían juntas antes de navidad pactaron no hablar de su viaje. La castaña era prudente y sabía que debía guardar silencio ante ese asunto. Era un sacrificio por el crecimiento personal y profesional de Juliana y tenía muy claro que su deber era apoyarla.

***

Una hora después, Juliana tomaba nerviosa la tibia mano de Valentina. Era su primera ecografía después del percance en Miami y se moría de los nervios y la ansiedad. Por un momento había olvidado que debía viajar a Nueva York o que aún no le decía a Lucas sus compromisos.

El ginecólogo que había recomendado Ramiro siguió con el proceso de Valentina y según su cronograma debían hacer un seguimiento para que todo siguiera en orden. La castaña aún era joven, pero al tener problemas con su corazón debían tener un control más estricto.

"¿Estas nerviosa?". Pregunto Valentina con una sonrisa, a diferencia de su última vez, ese día se sentía muy feliz y protegida por Juliana que a pesar del percance en Valle de Bravo y la confusión con Gaby se había mostrado cariñosa y dispuesta a continuar con su maternidad.

"Mucho...". Confeso mientras seguía lentamente los movimientos del doctor, se sentía hipnotizada. Para ella todo era tan nuevo que quería aprenderlo de la mejor manera.

Valentina se removió al sentir el frío gel en su vientre, llamando la atención de Juliana que de inmediato acaricio su frente. "¿Te duele?". Pregunto curiosa haciendo sonreír a la castaña.

"No...es solo que esta helado". Sonrió y de inmediato sus ojos se dirigieron a la pequeña pantalla que tenía enfrente.

El silencio del pequeño consultorio hizo que el corazón de Juliana se alterara, aferrándose aún más a la mano de Valentina. No distinguía muy bien la imagen en la pantalla oscura, ya que el feto hasta ahora tomaba forma pero ese latino acelerado del corazón de su bebe fue suficiente para desconectarla del mundo.

Recordaría ese sonido por el resto de su vida, sintió enamorarse de nuevo no solo de Valentina, si no de su bebe. En ese instante se sintió completa, con un verdadero propósito en su vida. Amaría a ese niño más que a su vida, de eso estaba segura.

Sus ojos se aguaron por las lágrimas que se acunaron en ellos. "Lo que escuchan es el latido de su corazón...no tienen de que preocuparse, todo está muy bien, en la próxima consulta podrán saber su sexo".

Valentina sonrió, ella también sintió devolverse en el tiempo, recordando cuando escucho a Lucas por primera vez sin opción de arrepentirse. La castaña desvió su mirada un instante para ver a Juliana que parecía hipnotizada por las imágenes y el sonido.

"Doctor...". Juliana tenía tantas dudas que sintió que no le alcanzaría la consulta para resolverlas. Sintió algo de pena pero al ver la amabilidad que dejaba ver el doctor en su rostro, continuo. "Usted sabe de mi condición y...y quería saber qué posibilidad hay de qué". Se detuvo. Trago saliva de solo imaginar que su pequeñín tuviera que pasar por todo lo que ella paso gracias a su condición intersexual. Aun así tenía claro que lo amaría aún más si así fuera, pero como protegerlo del mundo.

Entre imposibles - Juliantina G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora