Charlotte

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-¿Te gusta el helado de menta con chocolate? - Me voltee a verla, estaba justo al lado de la puerta con un vestido azul rey y unas zapatillas negras, tenia dos coletas en su cabeza, una a cada lado, su cabello era de un negro azabache. 

Había conocido a Charlotte en una junta de negocios a mis diez años, mi padre para ese entonces pensaba ser inversor de la empresa Roneirshile para así tener mas conexiones. A todos les pareció una buena idea, con todos me refiero a mis padres y algunos abogados. La Charlotte de diez años era una niña tierna a simple vista, de ojos redondeados verdes esmeralda, revestidos con unas largas y rizadas pestañas, cejas pobladas que le daban un aire de niña buena y con su voz dulce que la complementaba. Charlotte siempre fue muy social, preguntarle a la única niña en el pasillo si le gustaba el helado de menta con chocolate, toda una proeza que no podría realizar. Al menos no en este contexto.

-No lo he probado- dije, con las manos en el dobladillo de mi falda, di un rápido vistazo a su cara y de vuelta a mis manos, estaba un poco nerviosa, no solía hablar a menos que la situación lo ameritaba y el contexto que había a nuestro alrededor era de silencio sepulcral, detrás de nosotras en una oficina de paredes de cristal estaban nuestros padres hablando ... 

Traía un vestido rosa pastel simple, un collar con una perla, una pulsera de plata con el grabado de una paloma, mis zapatillas eran blancas con una margarita a un costado, mi cabello estaba suelto, traía un cintillo blanco.

-¿No te gustaría? - Dijo inclinándose un poco hacia mi. No estábamos muy cerca, diría que a tres metros y medio.
-¿Ahora?
-¡si!
-No.- me miro sorprendida.
-¿Por qué no?
-Están ocupados- dije volviendo la cabeza en dirección a la sala de conferencias. 
-ah- ella volteo la cara buscando con la mirada a una señora, bueno, realmente era mas joven y no tengo idea de si estaba casada o no, con el dedo hizo un gesto para que se acercara, cosa que hizo, le dijo algo al oído, ella dijo que si, seguido me sonrió.- Listo- dijo triunfante- Caroline nos acompañara- Sonreía de par en par, victoriosa. 
-No lo creo- mire a Caroline.
-No se preocupe, iremos al lado, nos sentaremos y yo les traeré el helado- no Carolina, es hora de negocios, uno no come a menos que este en un restaurante con los demás 
-No.- dije apartando la mirada.
-¿Por qué? - ¿Es que acaso no lo sabia? ¿Cómo no va a saberlo?
-
No se come cuando se habla de negocios- ella parpadeo dos veces-
- ya, pero son ellos los que están negociando, no nosotras, podemos comer sin ellos.

La mire pensativa ... era cierto, jamás se me había ocurrido eso; tenia establecido que era la primera impresión que la gente tenia de mis padres, aparte de sus vestidos, siempre elegantes, sus sonrisas y sus peinados, estábamos nosotras, mi hermana Monique y yo, si comían nosotras comíamos, normalmente en restaurantes lujosos de cinco estrellas , algunas veces en cafeterías, si iban nosotras también, así era, al menos hasta que Monique enfermó, leucemia ... Monique era 4 años mayor que yo, sus ojos eran azules, tenia pecas en todo el puente de la nariz, era mucho mas expresiva que yo, le encantaba vestirse de amarillo canario, adoraba los conejos y la natación, recuerdo que ella me enseño a nadar a los 8, me hubiera gustado haber tenido más tiempo con ella. 

Baje la cabeza por lo que Carolina asumió fue un si de mi parte, le envió un mensaje rápido de texto al padre de Charlotte, el cual a pesar de la junta respondió de inmediato. Nos sentamos una al lado de la otra, Charlotte balanceaba las piernas mientras esperaba a Carolina. Nos presentó antes de entrar en la sala pero al parecer Charlotte no había prestado tanta atención por lo que pregunto por mi nombre.

-Amanda
-Es largo, un nombre serio. ¿Qué te parece Mandy? - Jamás había pensado que era serio ... era mi nombre. 
-¿De qué? -
-¿Te gusta? - Entrecerré los ojos -podría llamarte así de cariño, ¿no te gusta? - ¿De cariño? Acaso se enredaba al pronunciar mi nombre (?)
-Preferiría que me llamaras por mi nombre-
-ah ...

Silencio.
No se por cuanto tiempo estuvimos así creo que fue corto. Lo ultimo que recuerdo fue que comíamos el helado, que no fue mi favorito a decir verdad, y que nos despedimos. 

De alguna forma nosotras nos hicimos muy cercanas, de un día para el otro ya estábamos tomando clases de tenis juntas, a veces íbamos a la playa normalmente con mis padres, aunque ellos estuviesen todo el día en la suit mientras nos cuidaban las niñeras, hacíamos castillos de arena, hablábamos de los dulces, series, que queríamos hacer, que habíamos soñado, cosas así, un día le enseñe a nadar a Charly, desde entonces nadábamos seguido, luego un chico que ya prácticamente había olvidado del todo le sugirió a Charly surfear, ambas lo intentamos... no me gusto, termine revolcada por las olas, pero a Charly le apasionaba. Desde entonces nadábamos un par de horas, luego ella tomaba su tabla y se perdía por media tarde. 

Habíamos aprendido juntas equitación, en varias ocasiones jugué polo con ella, no era su deporte favorito, también  estuve en la portada de una revista de Polo de... no recuerdo el nombre, era poco en comparación a Charlotte, ella había sido modelo por una temporada por diversión, en ese momento había cambiado mucho su estilo, paso de niña buena a una mezcla edgy de...no sabría describir, dependía mucho del día. 

 Seguíamos jugando tenis  solo que no a un nivel profesional, me encantaba hablar con ella en la cancha, se le ocurrían muchas cosas en un instante.  Justo ahora Charlotte media 1.62 era un poco mas baja que yo, por lo que a veces me apoyaba en ella, me encantaban sus cejas gruesas y definidas, con un lunar justo encima del lado derecho, un toque poco común, pues recientemente le había salido, ella tenia un pequeño pico de viuda, casi no se le notaba a menos que le hiciera algún moño, su nariz perfilada con una pequeña marca de una espinilla en el costado izquierdo; recuerdo cuan estresada estaba por ella, casi no se le notaba, sus labios rosas carnosos que rara vez se quebraban. Tenia un cuerpo en forma de reloj de arena, lindo trasero bien trabajado, ¿Cómo no iba a estarlo si estaba en todas esos clubes deportivos? igual que sus piernas,  Sus bíceps también estaban un poco trabajados por consiguiente su pecho se veía un poco levantado, su espalda definida, se veía "fit". Era atractiva...

 Charlotte era muy popular con los hombres, ella lo sabia y disfrutaba la atención, aunque a veces se fastidiaba, las cosas eran cuando y como ella quería, había aprendido eso después de unas cuantas decepciones, se quejaba mucho de no tener una relacion pero realmente no le importaba tenerla, al menos eso aparentaba. 

Ella era mucho mas abierta, me contaba casi todo, a veces era mucha información...como por ejemplo, sabia que  le encantaba estar arriba, odiaba que con quien estaba se creyera mucho, había fumado con Randall (el de club de ciencias) cigarrillos y una vez marihuana, había tenido algo con Conor (el de futbol sala), Arturh (el del club de literatura)  la habia estado cortejando para después dejarla porque ella estaba "jugando" recuerdo que se sintió un poco dolida por eso... Arturh salía con Rachel y buscaba a Charly... si hablamos de jugar se podría decir que el lo disfrutaba. También sabia que después de Axel (el de atletismo) jamás volvería hacer un oral para complacer, tenia claro que si alguien obtendría placer seria ella, y el otro era un bonus. A lo que me decía Enrique era absurdo.

-Ella se me insinuó y... no se, antes de darme cuenta ella lo había hecho- Lo mire.
-¡Oh, pobre de ti!- dije en un tono jocoso- ¿por que no le dijiste que no y ya?- Sabia que mentía pero quería seguirle el juego. 
-Ok, bebé, tal vez estaba un poco drogado- cerré el cuaderno que tenia en manos- y... sabes, uno solo se deja llevar. 
-Y no te ves consternado por eso- resalte.
-Bueno, queria que lo supieras, Charlotte es una zorra- el comentario me hizo enojar.
-Cállate Enrique- no se exactamente en que tono lo dije, solo sabia que trataba de guardar ka compostura, a lo que guarde el cuaderno que tenia para distraerme un poco, respirar,  mientras hacia esto el me miraba inspeccionando mi rostro. 
-Bebé... solo no- 
-¡No me mientas! si Charlotte te hubiese hecho una mamada te aseguro que no hubiese terminado ahí, hubieses estado acostado en una de las mesas de la biblioteca y no me lo habrías contado. Ahora, ¿Qué te preocupa? 


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