𝑭𝒊𝒗𝒆 𝑴𝒐𝒓𝒆 𝑴𝒊𝒏𝒖𝒕𝒆𝒔 -𝑯𝒆𝒓𝒎𝒊𝒐𝒏𝒆 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓

El regresó de los "abuelos"

Ese día Lyra sentía que algo iba a pasar, no solo por el hecho que desde que despertó su madre no paraba de jugar con sus manos además de que sus padres los habían vestido a ella y a Draco con las mejores ropas que pudieron encontrar en sus armarios, así que eso significaba dos cosas, una o pasarían el día con sus abuelos o asistirían a una fiesta de los sagrados 28 e invitados, lo más probable era que sería la primera

-Se ven hermosos-dijo Narcissa acariciando la mejilla de sus pequeños hijos con afecto, miraba a sus hijos y no podía creer que ya tenían 5 años, parecía ayer cuando ambos eran unos bebés necesitando de ella todo el tiempo, claro aún la necesitaban pero ya no dependían 100% de ella

-Eso no lo negare-comento su esposo a su lado observando a los niños frente a él y aunque Lucius no lo admitiera él siempre estaría orgulloso de su hijo, de Lyra......bueno esa es una historia completamente diferente aunque la niña no lo decepcionaba demasiado, él simplemente no lograba amarla por completo como su esposa

-Pero que hermosos nietos tengo-se escuchó una nueva voz en el salón y los cuatro Malfoy se dieron la vuelta para observar la entrada donde se encontraban dos figuras paradas observando a los pequeños herederos, Narcissa sonrió brevemente al verlos

-Abuelos!!-gritaron ambos niños emocionados corriendo hacia ambos, los nuevos visitantes sonrieron a los pequeños y se agacharon para tomarlos en brazos

-Pero que hermosa estas Phoenix, la última vez que te vi, tenías tres años-habló Druella Black admirando a su nieta –cada vez pareces más una Black-susurró mirando a la niña orgullosa, su cabello oscuro y esos ojos tan conocidos para ella que la miraban con cariño, como extrañaba esos ojos viniendo de tan especial persona

Y no era una mentira Lyra Malfoy cada día demostraba ser más una Black que una Malfoy, su cabello oscuro como muchos de su familia, aunque muchos decían que lo había sacado de su abuelo Cygnus, pero para personas que habían conocido a Walburga Black podrían jurar que Lyra era una mini copia de ella, sus ojos tan azules que podrían parecer grises de vez en cuando heredados de su abuela Druella y su tía Walburga, cualquiera diría que Lucius y Narcissa se robaron a la bebé de San Mungo, aunque pocas personas conocían la verdad decidían callar hasta que Lyra estuviera lista

-Y tu pequeño cada vez estás más guapo-admitió Cygnus mirando a Draco, aunque decepcionado que su único nieto varón no haya heredado ningún rasgo de la familia Black, ni siquiera sus ojos, porque aunque Druella era una Black ante la ley su ADN seguía siendo el de una Rosier

Ambos niños sonrieron ante los halagos de sus abuelos y aunque no los recordaban bien puesto que la última vez que los habían visto había sido en Navidad hace dos años ya que ambos decidieron emprender un pequeño viaje por toda Europa y recién regresaban de su viaje habiendo regresado para el funeral de Walburga Black el cuál sería en unos días

-Mamá, papá- comento por fin Narcissa acercando a sus padres, haciendo que estos bajaran a los niños y se acercaran a saludar a su "última" hija, ya que de las otras dos hijas que tenían una estaría en Azkaban por el resto de su vida y la otra fue exiliada hace 14 años

-Narcissa- dijeron a la vez abrazando a su hija pero soltándola segundos después

-Druella, Cygnus-dijo Lucius un paso atrás de su esposa, él jamás lo admitiría en voz alta pero los Black le daban mucho miedo, en especial Cygnus ya que era hermano de Walburga y para nadie era un secreto que esa mujer era una maestra en las artes oscuras y muchos sospechaban que sus hermanos eran igual de buenos que ella

-Lucius- dijo Cygnus estrechando su mano con más fuerza de la debida, a él nunca le terminó de convencer el matrimonio de su hija con un Malfoy ya que él habiendo conocido a Abraxas Malfoy y ser testigo de su tan unida amistad con él que alguna vez fue Tom Riddle mejor conocido como Voldemort, él no quería que sus hijas tuvieran nada que ver con ese mago tenebroso, desgraciadamente su preciosa Bellatrix se había dejado influenciar mucho por su esposo Rodolphus logrando arrastrarla al lado oscuro y luego ella arrastrando a su sobrino Regulus apenas cumplió los 16 años y sin ninguna oposición de los padres de este ya que seguían lidiando con la idea de que tenían un hijo traidor a la sangre, él no quería que la historia se repitiera de nuevo

-Cygnus querido basta- la voz de su esposa lo saco de su trance al fin notando la mueca de dolor en la cara de Lucius lo soltó, no sin antes lanzarle una mirada de advertencia, para después ser guiado por sus esposa a los sillones donde tomo asiento

-Y no vinimos con las manos vacías tampoco- comentó Druella y en ese momento varios elfos domésticos entraron al salón con varias bolsas y cajas de regalos para los niños de la casa

-Les compramos algo de cada país al que fuimos- terminó Cygnus con una leve sonrisa al ver los ojos brillantes de los niños admirando los obsequios –que esperan niños? Son para ustedes- a penas termino de decir eso ambos niños corrieron hacia la zona donde los regalos habían sido colocados, los adultos observándolos con alegría

"La cuidare Walburga, lo prometo" dijo Cygnus mirando hacia arriba de manera discreta