𝑭𝒊𝒗𝒆 𝑴𝒐𝒓𝒆 𝑴𝒊𝒏𝒖𝒕𝒆𝒔 -𝑯𝒆𝒓𝒎𝒊𝒐𝒏𝒆 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓

El primer partido de Lyra

-Granger si me respiras una vez más en el cuello juro por Merlín que me voy a volver loca y me largare de aquí más rápido que Sonic-murmuro Lyra sintiendo la respiración de la Leona una vez más, demasiado cerca para su gusto

-Disculpa-dijo pero las últimas palabras de Lyra terminaron de registrar su cerebro –Espera como sabes quién es Sonic?-preguntó cruzándose de brazos y mirando divertida como la Slytherin se congelo en su lugar para después seguir leyendo el libro de pociones que había conseguido pidiéndoselo a Dora por paquetería el día anterior

-Mi prima le rogo a mi tío por el videojuego que salió el año pasado para Navidad y tengo que admitir que es un personaje muy increíble, no sé cómo los muggles pueden crear todas esas cosas sin la ayuda de la magia-murmuro divertida solo para que ambas pudieran escuchar, ya que Harry y Ron se encontraban a una buena distancia de ellas siendo incapaces de seguir la conversación

-Lyra Malfoy admitiendo su admiración por los muggles, debo estar soñando o Navidad llegó más pronto de lo esperado-dijo divertida Hermione

-Ja Ja que graciosa-rodo los ojos la oji-azul por la actitud infantil de la Gryffindor –Te sorprenderás Granger al saber que yo no soy una purista como mi hermano y mi familia-por fin se detuvo en una página encontrando lo que los leones le habían pedido que buscara –Además mi prima no dejaría que me convirtiera en una, creo que primero me abre la cabeza tirándome del balcón de su cuarto-murmuro divertida, sabiendo de ante mano que Dora no dudaría en golpearla hasta que deje sus tendencias puristas que su padre quería meterle en la cabeza como lo hizo con Draco, pero a él ya no podían salvarlo, llevaba gran parte de su vida escuchando sobre la supremacía mágica y solo con un milagro él podría cambiar sus ideales -Bien encontré lo que me pediste y si te ayudo admitirás que te agrado?-pregunto con una pequeña sonrisita

-No me agradas-se cruzó de brazos Hermione cien porciento segura de su respuesta

-Tú te lo pierdes-canturreo Lyra

-Hola Lyra-llego una voz al pasillo donde se encontraban, sobresaltando a los tres leones, mientras Harry y Ron cerraban lo más rápido que pudieran los libros que estaban leyendo y haciendo como si nada ocurriera, Hermione solo rodo los ojos por la nueva presencia

-Hola Chris-dijo Lyra sin levantar la vista del libro, tratando de memorizar todos los ingredientes que necesitaría robar del despacho de Snape, se rindió y decidió mejor escribirlos –Que paso?-pregunto cuando escucho los pasos de la mayor acercarse

-Flint me mando por ti, al parecer quiere repasar unas cuantas cosas para el partido de mañana-comento la Montague mientras miraba sobre el hombro de Lyra lo que estaba haciendo, a Lyra no le molestaba, Christine no era una chismosa ni nada por el estilo –Ufff crees ser capaz de realizar una poción como esa, ni siquiera mis padres pueden hacerla-comento divertida, logrando que Lyra sonriera mientras los Gryffindors abrían los ojos ante lo dicho por la serpiente

-Me gusta un buen reto-admitió Malfoy terminando de copiar los ingredientes y cerrando el libro –Ve, ahorita te alcanzo, Je dois dire quelque chose à certains félins- (me disculpo si algo esta mal en la frase, la saque del traductor y dice tengo que decirle algo a ciertos felinos) Christine solo se rio y asintió, comenzando a caminar lejos del grupo de segundo, el trío de oro miro a Lyra entrecerrando los ojos, no les gusto para nada el cambio de idioma, la susodicha solo les sonrió y le entrego el libro a Hermione –Copia todo lo que necesites, pero ocupo el libro mañana para regresarlo a su dueño y Harry-el pelinegro levanto la mirada de su libro para poder observar a Lyra –Mañana después del partido, vendrás conmigo a robar los ingredientes, si me atrapan no caeré sola-Harry asintió y se dio cuenta de que tendría que decirle de la capa a Lyra –Bien, adiós-comenzó a caminar fuera de la biblioteca y cuando salió noto como Christine estaba apoyada en una de las paredes esperándola, en cuanto escucho sus pasos los ojos verdes de la adolescente se posaron en ella