Capitulo 44

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Tenia dos horas sentada en la sala de espera al lado de Jisoo. Hace dos horas que habíamos llegado al hospital. Al llegar, Lisa comenzó a vomitar sangre. Cerré los ojos con fuerza al recordar los gritos de ella por los pasillos. Abrí los ojos cuando escuche un carraspeo de garganta.

— ¿Familia de Lalisa Manoban? — Escuche una voz gruesa y con un acento británico bien pronunciado. Como siempre, Jisoo y yo nos levantamos y fuimos a el. Era un hombre alto, de unos cuarenta y algo, con unas cuantas canas — Lisa...— Dejo la frase en el aire por un rato y se arreglo sus anteojos, soltó un suspiro — ¿Tuvo algún golpe fuerte hace poco?, por lo que vi en su abdomen me imagino que si — Junto con Jisoo asentí.

— Es boxeadora profesional — Dijo Jisoo.

— Pues tengo que decirles que Lisa tiene hemorragia interna, al parecer le golpearon bastante fuerte en el estomago o repetidas veces. No es malo pero tampoco es bueno que digamos. Fue bastante fuerte — Quería llorar — La dejare ir esta noche porque los analgésicos le están haciendo bien pero debo decirles que tal vez se ponga peor — Arranco una hoja de una libreta y nos la paso — Aquí tiene que puede comer y beber y lo que no puede también, los medicamentos y demás. Tendrá mucha fiebre, en caso de que la fiebre pase de los treinta y nueve por favor llevarla a un hospital. También es posible que su tos salga con sangre, al igual que la orina y el vomito. Mucho dolor de estomago. No recomiendo que haga ningún tipo de ejercicio o se pondrá peor. Todo pasara en unas semanas, tal vez un mes máximo y en caso de que no sea de esa forma llévenla a un hospital — Me miro y sonrió leve — No se preocupe señorita, tiene un cuerpo fuerte. Créame, tuvimos que suministrarle los analgésicos más fuertes — Asentí limpiando las lagrimas que caían — Si me disculpan tengo más pacientes. Pasen buenas noches — Y con eso desapareció de nuestra vista.

— Bien — Jisoo se levanto del asiento — Yo iré a buscarla y tu has esas cosas que se hacen para sacar a los pacientes y largarnos de aquí — Asentí y me dedique a hacer lo que había dicho.

Eran las tres y cuarenta de la mañana cuando entramos a la casa de la familia de Lisa con sumo cuidado, para no hacer ningún tipo de ruido. Lisa a mi lado, se encontraba algo drogada, bueno algo no, drogada por los analgésicos para el dolor, con sus ojos rojos y desorientados.

— ¿Saben qué? — Si, y muchos disparates que estaba hablando.

— ¿Qué? — Contestó su amiga.

— Quiero un unicornio o un pollo y le pondré Margot o Franchesca, tal vez Francisca. Cual de los tres se escuche más feo. Tal vez me compre los dos — Paró unos segundos — Si, me comprare los dos — Estaba riendo leve mientras llevaba a la pelinegra a la habitación donde dormía con ayuda de Jisoo — No estoy invalida, coño — Le di un leve manotazo en la boca.

— Esa boca — Ella soltó un gruñido.

— Lo siento — Murmuró . Escuche la risa de Jisoo.

— Gobernada — Le dijo Jisoo.

— Pendeja.

— Estúpida. — Idiota.

— Albina.

— Hija de...-

— ¡Lisa! — Grite/susurre cuando la escuche y sabia perfectamente lo que iba a decir. Escuche la risa de ambas y negué con una sonrisa. No se podía con aquellas dos.

— ¿Quieren jugar jenga? — La voz de Lisa nos saco del silencio. Jisoo abrió la puerta de la habitación y entre con Lisa a mi lado.

— ¿Puedo irme a dormir ya? — Asentí.

— Ve, yo puedo desde aqui — Jisoo asintió y salió de allí cerrando la puerta despacio para no hacer ruido.

Lisa cayó en la cama boca arriba y comencé quitándole los zapatos para luego ir por la chaqueta y con algo de dificultad logre bajarle el cierre del vestido y suspire al verla allí en lencería negra, ese color contrastando con su piel y conocía muy bien lo que tenia puesto. Se la había comprado antes de venir a Tailandia. Hice una mueca al ver el moretón que tenia en el abdomen, se veía feo. Negué con la cabeza, no quería pensar en eso ahora.

K.O Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora