Éternamente

1

-Te lo advertí mas de una vez, tú no quisiste escuchar, atente a las consecuencias-un disparo llegó directo a su cabeza, no tenía tiempo y tampoco quería perderlo con él

-Limpien esto, denle a su familia una buena cantidad de dinero para que puedan sobrevivir sin él-salí del lugar .

Tenía más cosas por hacer, estar tanto tiempo sin venir al negocio me había traído problemas, Adamaris acababa de cumplir los seis meses, hace dos semanas regrese al trabajo ya que Jack no podía solo, algunos socios querían ver directamente al "Pakhan" y tenía que venir, tenía un jodido imperio más grande del que alguna vez se había visto y no porque fuera el de mi padre, si no que decidimos juntar los imperios de El Grande y El Diablo hace unos meses, entonces hay trabajo por montón, los clubs fueron una grandiosa idea, ahí se maneja el tráfico de drogas y la prostitución, mujeres que están ahí por su propia voluntad, decidimos quitar el secuestro y trata de blancas cuando yo tome el mando, pensé en el sufrir de Adamaris y no quería que nadie más pasara por eso, así que simplemente lo quite, muchos no estaban de acuerdo y eso me importaba muy poco, el tráfico de armas se maneja en embarcaciones y de vez en cuando en autos, los clubs también nos permiten hacer el lavado de dinero, es más fácil llevarlo así, había generado el dinero suficiente para vivir como un rey en esta vida y otras cinco más, también teníamos que ir por nuestra generosa cuota a los negocios que tenían nuestro permiso para llevarse a cabo, a veces me encargo de los traidores y a veces no

-Señor, hay una llamada para usted, parece importante, es su hijo-me extendió mi celular y yo lo tomé, el numero era de aquel celular que Leo solo podía usar si se trataba de algo muy importante

-Hij...-me interrumpió

-¡Papá no está mamá! La he buscado y no la encuentro, todos la estamos buscando, la tía Mari me encerró en el closet y no puedo salir, ella dijo que vendría por mi pero ya pasó mucho tiempo, tengo miedo-dijo, segundos después los disparos se hicieron presentes, el miedo me invadió completamente y el llanto de Leo incremento

-Leonardo necesito que me escuches bien, al fondo de tu closet hay una puerta, necesito que entres ahí y cierres muy bien, lleva el celular contigo, no salgas de ahí hasta que yo vaya por ti, solo debes salir si yo te llamó, nadie más, necesito que lo hagas ahora hijo-escuche un par de ruidos y después a Leo

-Listo papá

-Muy bien hijo, quedate ahí, ya casi llego

-No sé dónde está mamá-su llanto salió nuevamente

-La buscaré, ya voy por ustedes, necesito que hagas el menor ruido posible, estate atento al celular

-Si papá-lo dijo en un susurro

-Te amo, todo estará bien-colgué, minutos después ya estábamos en casa, todo estaba en silencio, algunos de mis hombres muertos y otros heridos, me acerque rápidamente a Mari quien estaba ahí

-¿Qué pasó?-la mire, ella solo hizo presión en la herida de su pierna y me miró

-No lo sé, Adamaris salió de aquí sin decirle nada a nadie, subió a una camioneta y minutos después los disparos se hicieron presentes, oculte a Leo pero quise ir detrás de ella, no pude, no pudimos, eran muchos y no sabíamos quien era, lo que sí te puedo asegurar es que es la gente de Lucifer

Adamaris no estaba, mi mujer y mi bebé no estaban

-¡Busquenlos! ¡Los quiero aquí antes del anochecer!-les dije a todos, de inmediato algunos se fueron y otros se quedaron aquí, debían obtener asistencia médica, llamamos al hospital, no tardaban en llegar, llame a mis padres también, no tardarían y traerían a más gente