Éternamente

Final

-¡Nadie regresa hasta traer a mis hijos a salvo, quiero que revisen cada maldito lugar!-grite y todos siguieron moviéndose, intentando saber algo de mis hijos, Adamaris estaba a nada de colapsar si no tenía noticias de ellos pronto, habían pasado dos días, las heridas de bala no habían sanado, pero tampoco podía esperar a que mis hijos aparecieran mágicamente, tenía a Sara detrás mío, quería saber de su hijo, sin embargo ni siquiera yo sabía algo de él 

-Christopher-Jack entró al despacho-hay alguien al teléfono, dice que tiene información de los niños-inmediatamente me puse de pie y me dirigí a la sala, segundos después Adamaris entró detrás mío, hice una seña, debían empezar a rastrear la llamada

-¿Dónde están?

Tranquilo Pakhan, ellos están bien, al menos lo están por ahora, dime, ¿qué estas dispuesto a ofrecer por la vida de tus herederos o al menos por uno de ellos? Para nadie es un secreto el valor que tiene tu pequeño Leonardo en la Bratva, ¿qué eres capaz de dar por él? 

-Voy a matarte, no se te ocurra ponerle si quiera una mano encima ¿me oíste?

Dime el precio y créeme que lo pensaré, no estás en condiciones de amenazar, yo lo tengo conmigo, no tú, sería tan fácil meterle una bala entre ceja y ceja justo ahora, tú no estás aquí para protegerlo 

El miedo se adueño del rostro de mi mujer, sentí su temor y preocupación, vi la suplica en sus ojos

-Te daré lo que pidas, pero no les hagas daño, son solo unos niños

No te preocupes por tu pequeño bastardo, ¿eso es lo qué es no? Un hijo fuera de tu matrimonio al cual ni siquiera haz podido reconocer, como sea, él solo le hace compañía a nuestro heredero, el que me importa es él, de ti depende su vida, ¿podrías mancharte las manos con la sangre de tu hijo?

En ese momento colgó, no fue suficiente tiempo para rastrear la llamada, la desesperación comenzó a crecer dentro mío, tenían a mis hijos, mi deber era cuidar de ellos y no podía fallarles, no a ellos. 

-Sigan buscando 

(........)

Habían pasado más de 8 horas de esa llamada, habíamos salido a las calles, buscando en los lugares más escondidos, en aquella fábrica donde casi pierdo a Adamaris, en bodegas, bosques y no había rastro de ellos, no tenía idea de quien se había adueñado del puesto de Lucifer.

-¡Tenemos una ubicación!-grito Jack, de inmediato los autos se pusieron en marcha al sitio que nos marcaba el mapa, llamé a Adamaris, necesitaba que nos alcanzará allá, sin embargo no contestaba, acercándonos al sitio, logré visualizar los autos de su gente, Adamaris seguro estaba ahí.

Adamaris:

-Espero que hayas venido sola-dijo 

-Hice lo que me pediste, ahora devuélveme a los niños-exigí, había cumplido mi parte-aquí esta tu dinero 

-Ese dinero solo cubre la vida de uno de ellos, dime ¿A quién piensas salvar?-un escalofrío me recorrió el cuerpo entero, no podía elegir, ambos eran hijos de Christopher, no podía quitarle a uno de ellos

-Ese no fue el trato, hice todo lo que me pediste, te traje tu dinero, vine sola hasta aquí y mande a mi esposo a otro sitio lejos de aquí, ahora tú debes cumplir

-Y lo haré, pero te repito, solo puedes salvar a uno de ellos, tienes que elegir, salvar a quien si lleva tu sangre y dejar morir a quien no es nada tuyo o, salvar al hijo de alguien más mientras ves morir al tuyo-el miedo me inundo, no podía