Hijo del Lord Dragón

Caballero desamparado

El energético Raon presume a los demás como Cale le ha llamado Papa dos veces y en su alarde le ha entregado el pequeño Cale a Choi Han que después de darle de comer se dirige a su habitación.

Antes de llegar, Cale se ha quedado dormido en los brazos de Choi Han y él no puede evitar sonreír con ternura, es tan liviano, mucho mas que todas las veces que lo cargó en el pasado, pero el sentimiento es el mismo, el deseo incalculable de protegerlo. En la lujosa habitación él lo acuesta en el centro de la inmensa cama.

Choi Han se queda de pie al lado de la cama mirando el niño que duerme plácidamente, ha estado tantas veces aquí observando al dueño de este lecho dormir, pero a diferencia de las veces anteriores cuando había pesadez y tristeza en su corazón, ahora él se siente feliz. Sin embargo, lo recuera, la zozobra que lo abrumaba al pensar que el hombre que duerme pacíficamente tal vez no despertaría jamás.

Lamentablemente era casi un hecho que seria de esa forma, ellos lo sabían, pero preferían pensar que si esperaban lo suficiente, Cale un día despertaría con su cabello despeinado y el ceño fruncido por levantarlo tan temprano. Fueron aproximadamente 50 años que Cale permaneció retenido en el tiempo por la magia de Raon, y durante cada uno de esos días Choi Han vino y se paro cada mañana en este mismo lugar esperando que su amado señor despertará.

Desde que Cale se apuñalo a si mismo en el corazón para vencer a la estrella blanca y casi muere en el proceso, Choi Han se prometió a si mismo que no volvería a fracasar de nuevo en protegerlo, pero con los años Choi Han se dio cuenta que había un enemigo al que no podía vencer, el tiempo, ese bastardo que se olvido de él ahora pretendía quitarle a su maestro.

Cale, a diferencia de él, se volvió más sabio y aprendió a aceptar mejor las cosas, también se había vuelto mas afectuoso y protector de todos ellos, sobre todo con Raon, Choi Han y Alberu, a veces ellos se preguntan si lo hacia por la culpa de tenerlos que dejar solos por más tiempo. Pero Cale no hizo ningún bien, su cariño solo hacia mas grande el hueco que dejaría en sus almas.

Los últimos días que estuvo consciente, Cale se veía más energético que de costumbre y les dedicaba más atención, pero ellos ya se habían dado cuenta, que Cale fingía su bienestar para no llenarlos de preocupación que según él era innecesaria. Hasta el último instante Cale soporto todo él solo por su familia.

El momento que Cale colapsó, Choi Han lo sostuvo de inmediato, el débil latido de su corazón que se ralentizaba cada segundo y la respiración que se hacia cada vez mas silenciosa hizo que ellos se dieran cuenta que era demasiado tarde para decirle que se detuviera. En ese momento el mundo de Choi Han colapso también, no solo el suyo sino el de todos los presentes.

Fue gracias a Raon y su magia que ellos recuperaron su alegría, o al menos un fragmento de ella que les permitiera tolerar el insoportable dolor que atormentaba sus almas cada segundo, cada latido, cada recuerdo.

Choi Han a veces se arrepiente, piensa que, si hubiese actuado diferente, Cale habría estado con ellos más tiempo, si lo hubieran obligado a alimentarse mejor, si lo hubieran puesto a descansar más temprano, si él lo hubiera cargado mas veces en su espalda y le hubiesen prohibido usar mas de sus poderes, si solo él hubiera sido más fuerte. Choi Han realmente se arrepiente, por eso, en este mismo lugar, él se ha parado tantas veces y en este mismo lugar él se disculpó, se lamentó, suplicó y lloró otros cientos de veces.

En ocasiones se quedaba de pie o a veces ponía sus rodillas en el suelo y acostaba su cabeza en el costado de la cama por horas, era un hecho que a Cale le molestaba verlo en esa posición incómoda que solía usar cuando él estaba enfermo, al punto que la prohibió, pero cuan desesperado estaba este caballero desamparado para ir en contra del deseo de su maestro, no obstante, Cale no despertó ninguna de esas ocasiones.

Choi Han descubrió que él no es una buena persona como Cale siempre creyó que era, se da cuenta de todo lo que él sería capaz para permanecer con Cale, para no dejarlo ir. Él se preocupa, se pregunta que pasaría si Cale supiera de su manchado corazón, ¿lo odiaría? ¿lo echaría lejos? ¿le impediría estar a su lado?, cualquiera de ellas seria una sentencia de muerte para el caballero que se ha fijado como único propósito acompañar a su señor hasta el final de sus días.

Al igual que aquella vez, Choi Han se pone de rodillas al pie de la cama y acuesta su cabeza a un lado de la misma y se queda así por varios minutos, entonces siente un tirón en su cabello e inmediatamente alza la mirada. El pequeño niño lo mira mientras hace un puchero con ojos cristalinos como apunto de llorar y Choi Han sonríe.

- Je, Cale-nim no ha cambiado, parece que tu caballero te ha hecho enojar de nuevo.

Choi Han sostiene la pequeña mano del niño suavemente.

- Este caballero rebelde e impertinente promete que, si te quedas, no volverá a desobedecerte jamás.

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Nota

Perdón, era imposible no ponerle un poquitico de angustia a un trasfondo como este, advierto que también le dedicare un fragmento por este estilo a Raon y Alberu.