๑°•: Don't Mess Up My Yuta :•°๑ | -Yumark-

๑°•: Now I need to bother you :•°๑

Había llegado el viernes.

Mark no entraba en su emoción, al fin tendría al japonés justo donde lo quería.

Apenas llegó de la escuela esa tarde, saludó fervientemente a su abuela y le informó sobre su invitado. La mujer se emocionó y comenzó a planear qué receta haría.

Luego de ayudarla a decidir, el pelinegro fue directo a su habitación, debía limpiar.

Tras guardar la ropa esparcida, arreglar su cama y acomodar el escritorio, todo se sentía mucho mejor.

Miró el reloj en su mesita, las 17:46. Tenía que bañarse, le había dicho a Yuta que llegara al rededor de las 18:30. El mayor lo miró extrañado por ello, pero no le hizo preguntas.

_¡MARK!_ gritó su abuela a lo lejos _¡CREO QUE DEBERÍAS USAR LO QUE TE COMPRÉ!_

SU SHAMPOO DE CHOCOLATE.

Su abuela era una genio.

Luego de una maravillosa ducha de veinte minutos, se paró frente a la mujer para que esta le diera su veredicto.

Ella lo peinó un poco y sintió el aroma dulce de su cabello. Observó analítica lo que traía puesto el menor, un jean negro, una remera blanca de estampado simple, zapatillas del mismo color y un casi imperceptible maquillaje.

_Estás precioso, hijo_ dijo satisfecha.

Mark le sonrió y la ayudó a elegir qué se pondría.

Una vez listos, se cercioraron de que todo lo necesario para la comida estuviera en la casa. Viendo que no necesitaban nada más, se sentaron en la sala a esperar, encendiendo la televisión en un canal de películas.

No pasó mucho cuando escucharon el timbre. Tras una pequeña pelea sobre quién abriría, fue la mujer la ganadora.

Mark corrió hacia la cocina para disimular la situación, de repente se sentía nervioso.

Mientras tanto, Soo Yoo abría la puerta, intentando ocultar su sonrisa emocionada.

_Hola, querido, ¿en qué puedo ayudarte?_ dijo cordial.

_Buenas tardes_ el japonés hizo una leve reverencia. _¿Aquí vive Mark Lee?_ preguntó con una pequeña sonrisa.

_Si, aquí es. Pasa, pasa_ invitó.

El contrario hizo caso y, a pesar de su negativa, la mujer lo ayudó con su abrigo e incluso le dio pantuflas nuevas.

_Permíteme presentarme, soy Lee Soo Yoo, abuela de Mark_ dijo con una sonrisa.

_Es un placer_ correspondió el gesto. _Mi nombre es Nakamoto Yuta_ dijo al fin.

Esperen, ¿quiere que follemos con su abuela en la casa?, de repente se asustó.

A eso le digo "vida al límite".

La voz de la mujer lo sacó de su cabeza.

_Ven, Yuta, siéntate en el sofá, iré a buscar a Mark_ ese fue el pie para el pelinegro.

_No hace falta, abuela, estoy aquí_ salió de la cocina a paso relajado.

Luego de saludarse y tomar asiento, un pequeño silencio se instaló.

Mark aún no podía eliminar el nerviosismo de su ser, Yuta lo miraba interrogante, Soo Yoo solo los observaba divertida.

Decidió ser ella quien rompiera el hielo.