๑°•: Don't Mess Up My Yuta :•°๑ | -Yumark-

๑°•: Ruin me, I like you anyway :•°๑

_¡YUTA!_ escuchó que Haruto lo llamaba.

Detuvo su paso y se volteó para esperarlo, cuando lo tuvo en frente, se saludaron animadamente y continuaron camino hacia el patio de la escuela, preguntándose cómo estaban y otras cuestiones.

Al salir, se sentaron en el suelo, contra una de las paredes y continuaron hablando.

Yuta lo sentía extraño, como si necesitara sacar algo de su interior. La bomba no tardó en explotar.

_Me gustas Yuta, incluso creo que estoy totalmente enamorado de ti_ dijo bajo, casi susurrando.

Pero el mayor logró escucharlo, entendió cada palabra y el peso que tenía el significado de cada una de ellas.

Haruto lo miraba, expectante, rogando que el contrario correspondiera lo que sentía.

Yuta no estaba seguro de cómo reaccionar o qué decir con exactitud. Optó por ser totalmente sincero, sin pensarlo demasiado.

_Mira, realmente me halagas pero no puedo corresponderte_ dijo lo más delicado que pudo, mirándolo atento.

_¿Puedo saber la razón?_ preguntó cabizbajo.

_No creo que sea lo correc-_ el menor lo cortó.

_Solo quiero saber si es por mí_ dijo algo ansioso.

La idea de haber hecho las cosas mal con el chico que le gustaba le aterraba en sobremanera.

Yuta le sonrió un poco.

_No eres tú Haruto, eres un chico maravilloso_ le dio un pequeño empujón de costado. _Es solo que alguien más está en mi corazón_ admitió.

_Lo entiendo_ dijo algo rendido. _Espero que sigamos siendo amigos_ le sonrió.

_Claro que si_ devolvió el gesto y el menor se adentró en el edificio.

Yuta estuvo a punto de levantarse y hacer lo mismo, en unos minutos comenzaba la última hora de clases.

_Creí que jamás se iría_ dijo Mark, apareciendo por el otro lado y asustando al japonés, que se quedó en su sitio.

_¿Estuviste escuchando nuestra conversación?_ preguntó con el ceño algo fruncido.

_No toda, llegué en la parte en que quedaban como amigos_ tomó asiento a su lado y bebió de la botella que tenía en la mano.

Se mantuvieron en silencio un buen tiempo, haciéndole compañía al contrario y compartiendo el agua del menor.

_¿En serio hay alguien en tu corazón?_ preguntó de repente, algo sensible por el tema.

_¿No que llegaste cuando quedamos como amigos?_ refutó divertido y volteó a verlo, el menor jugaba con el pasto, sin siquiera mirarlo. _Si Mark, me gusta alguien_ dijo serio, sin apartar su mirada de él.

El canadiense levantó la cabeza y sus ojos se encontraron, el mayor lo miraba muy distinto a lo usual.

Mark sintió pánico por un segundo, pero pronto se calmó cuando el contrario miró al frente y recostó la cabeza en su hombro.

Como si fuese un imán, el pelinegro colocó su cabeza sobre la de Yuta y así se quedaron, charlando sobre cualquier cosa hasta que la campana que indicaba el término de las clases sonó.

_Nos perdimos la última hora, hyung_ Yuta abrió los ojos como platos y levantó la cabeza, causando que Mark se pusiera recto en un segundo.