NUDITO CONTIGO
Eran amantes eternos, buscarse y encontrarse una y otra vez, era su karma. -I.A.
Y había llegado el día, por más que la noche fuese largas; el sol siempre salía dando la bienvenida a un nuevo amanecer, a un nuevo mundo, a una nueva decisión, a una nueva vida. Todo dependía de cómo quisieras verlo. Y para Vera, ese día era un vorágine de sentimientos, por una parte extraña horrores a sus hijos, quería verlos, apapacharlos, llenarlos de mimos, pero, por otro lado no quería separarse de él. Se sentía sumamente egoísta por preferir quedarse unas horas más con el a ir a casa a ver a sus hijos. Habían decidido irse juntos al aeropuerto, pero tomarían vuelos diferentes ya que eran destinos sumamente opuestos y era imposible ir a Virginia y luego a New York. Primero salía el vuelo de Vera luego el de Patrick.
Ambos aún recordaban la noche anterior como si no hubiesen pasado horas de ello, estuvieron abrazados la noche entera el uno al otro, haciendo el amor, hablando, tocando y acariciando. Ambos se negaban a la idea de que esa mañana llegase, y tan pronto, por lo que se negaron a dormir querían disfrutarse y extender las horas como si fuesen los dueños del tiempo.
Pero, a pesar de ello, a pesar de sus acciones, habían cosas que eran independiente a ellos e inevitables. Y el sol alumbró con más fuerza de lo normal toda aquella ciudad, alumbrando el cuerpo después de ambos en aquella cama. Durante toda la mañana y el transcurso al aeropuerto ambos sentían la angustia que les llenaba el pecho y el nudo que ahogaba sus gargantas, ninguno quería que aquel idilio acabara. Todo el camino había sido duramente silencioso, ninguno quería hablar el miedo de arruinar el momento de sentía a flor de piel. Por lo que decidieron viajar así, dejando todo el manos del tiempo o del destino, de quien fuese con tal que los juntase.
Y llegaron.
Después de un largo viaje llegaron al aeropuerto, Patrick estacionó el coche rentado que les dejó James. Ninguno hacía el mínimo indicio de querer descender del auto. Ambos suspiraron y Vera sintió los ojos de Patrick que se clavaban sobre ella.
-¿Ella estará ahí? -preguntó Vera sintiendo cómo su garganta ardía tragando un poco de saliva, la llevaba seca por el tiendo sin pronuncian ni una tan sola palabra. No quería verle a los ojos o sería su perdición y comenzaría a perder los papeles por lo que siguió con la vista clavaba hacia el frente viendo absolutamente nada en especial.
-No -fue lo único que Patrick articuló. Vera le dio unos segundo para ver si continuaba hablando y supo que continuaría cuando el aclaró su garganta.- No estará ella, primero iré yo y luego los chicos me alcanzarán. Será un tiempo solo de familia. -susurró y ella asintió aún sin verlo a la cara. Sabía que era tonto preguntarle sobre ella, así como sabía tenía todo el derecho de ir y pasar tiempo en familia, al final eso eran y seguirían siendo, por el simple hecho de tener juntos esos dos seres que dependían aún de ambos. Respiro profundo y tomó su bolso dispuesta a salir ya que sabía que si seguía inhalando su perfume, tenerlo así de cerca todo apuntaba que acabaría con todo y mandaría todo al demonio y además que, lanzarse a sus brazos en ese momento no le parecía tan descabellado. Pero Patrick fue más rápido.- ¿Conoces la leyenda del hilo rojo? -preguntó pudo observar cómo Vera arrugaba el entrecejo.-
-¿Hilo rojo? ¿Como es eso? -preguntó intrigada quitando la mano de la bisagra lo que lo hizo sonreír para sí mismo. Había logrado su cometido. Ganar tiempo junto a ella.
-Bueno pues, al parecer hay varias leyendas sobre el origen de ello, una sobre un emperador pero a mi la que más me gusta es la leyenda China del anciano que habita en la luna .- Patrick alzo ambas cejas en dirección a ella y pudo ver sus ojitos brillar con curiosidad habitada en ellos y se mordió la cara interna de sus mejillas, ella era tan hermosa y sus ojos, sus ojos lo era a un más; podías descubrir un mar de emociones a través de ellos.- ¿Cuál quieres oír? -preguntó aún sabiendo su respuesta.
YOU ARE READING
I N S T A N T E S
FanfictionCada vez que finalizábamos una película, sentía que un pedazo de mi alma y corazón se me iba con ella. Lo que no sabía, era que no era por la película sino por mi co-estrella. By: Gigi (Warren's Child) Gisselle B. Créditos de fotografía :...