I N S T A N T E S

Capitulo Doce

Hoy era una mañana muy movida. A pesar de que fuese domingo; lo cual era diferente porque con los niños solíamos dormir hasta darte y disfrutar simplemente de un día solo para nosotros. Esta mañana comenzó diferente, recibí una llamada de Renn y los niños se pusieron muy contentos. Estuvieron hablando, durante más de una hora, hora en la que para distraerme y no terminar discutiendo con él, decidí hacer el desayuno, bueno, servir el cereal en los recipientes porqué hoy habíamos decidido desayunar cereales y salir a almorzar por la tarde - noche. Suspire, odiaba está situación, Renn aun no regresaba y no es que lo extrañase sino, cada día las preguntas de los niños eran aún mas difíciles y tediosas de responder, y que realmente no me correspondía a mi, efectivamente era culpa de ambos la situación que estábamos; pero no tenía porqué ser yo, quien cargara con los "por qués" de nuestros hijos. No, y no lo creo justo. Y agregándole a ello, llevaba dos días sin hablar con Patrick, me envío dos mensajes esporádicos durante esos días pero nada más, y no podía evitar preocuparme. Un grito me saco de mi ensañamiento y corrí hacía la sala de estar. Y encontré a los niños brincando felices.

- ¿Qué pasa? - consulte viendo como no dejaban de gritar y brincar, tome aire suspirando y esperando que se dieran cuenta de mi presencia. Ambos sonrieron voltean a verse mientras corrían a rodearme con sus bracitos mi cintura.

-Papá dijo que el tío Adam vendrá por nosotros en una hora y luego iremos por el al aeropuerto. Vamos, Gytta. -dijo Fynn volteando a ver a su hermano- hay que prepararnos. - ambos corrieron hacia la parte de arriba y me quede helada, parada en el mismo lugar mientras los escuchaba gritar y cantar subiendo las escaleras. Respire profundo, tratando de tranquilizarme, antes de tomar el teléfono, camine despacio mientras llegaba hasta diez, una vez llegando frente el sofá lo tome y cerré los ojos antes de marcar.

Uno, dos, tres pitillos y no respondía. Al sexto, cuando estaba a punto de colgar escuche su voz.

-¿Por qué haces esto? -suspire tratando de mantener la calma y que las lagrimas no bajasen de la impotencia.

-¿Hacer qué. Vera? -suspiro cansado- Solo los llevare al centro comercial y a cenar, mañana temprano los regreso a Casa.

-¿Y porqué no avisas? ¿Por qué no preguntas? -alce la voz y lleve mi mano a mi frente tratando de tranquilizarme.

-No sabia que para salir con mis hijos, tenia que avisar. -comento irónico.-

- No, hagas eso. No merezco esto, no merezco que hagas parecer como que no te dejo verlos, hablarles o lo que carajos quieras, porque a quien se les ha olvidado que ellos existen por completo, eres tú, No yo. - solté molesta, el solo suspiro sin decir nada, estuvo así por unos segundos Segundos que mis ganas de matarlos aumentaron. -

-Mira, lo siento. Tienes toda la razón del mundo, de verdad. Por eso los veré hoy, tengo unas semanas más de concierto y quiero verlos porqué no se, realmente no tengo ni idea como quede mi horario a partir del martes. -justifico- ¿puede por favor alistarlos? -pregunto con calma.

suspire negando, pero con cero ganas de seguir discutiendo.

-Estas mal y lo sabes, el hecho de que estés huyendo de los problemas y de esta situación no la hace más fácil, ni mucho menos que desaparezca.- le reproche. Quería arreglar esto, no para volver porqué se y estoy segura que eso ya no puede pasar, una parte de mi se siente sumamente mal, porqué siento me esta haciendo sentir infiel y que aunque se que esto no este bien, mi... ¿relación? con pat me a ayudado a sobrellevar demasiado el asunto, me siento amada y libre de amar y se que puedo perder todo... pero realmente es un riesgo que existe para todo en la vida. Pero, como le había dicho a Patrick, no quería hablar de ello por teléfono, no podía decirle que ya había alguien más y que quería separarme. No así, no después de todo lo que vivimos.