ONE-SHOT [+18]

Amor Poético [Lynncy]

Lo que siento

Escrito en mi alma esta tu gesto
Y en mi apareció un deseo;
Tu sola lo escribiste, y yo lo leo
Es muy doloroso guardarme esto

En esto estoy y estaré siempre
Ya no me basta con solo verte
Aún guardo mis sentimientos
Aún guardo tu mirada en mis sueños

Estoy confinada entre paredes
Tan solo esperando a saber si me quieres
Las mañanas me causan desaliento
Es doloroso verte y no decirte lo que siento

Una pequeña escribía de manera ferviente poemas desde la ventilación; observadora, pendiente, sin atenuar su mirada ni un solo momento. Escribiendo no solo poemas, sino sus sueños, sueños de momentos que aceleraban su corazón y causaban un sonrojo en su pálido rostro. Borrando una y otra vez escritos que causarían bochorno a cualquiera. Pero que se le hacía imposible el no escribir tales deseos.

Mirar desde las rendijas aquella habitación, le daba un mar de emociones y un sin fin de deseos, los cuales confinaba en su pequeño cuaderno a la luz de las velas. Totalmente oculta a los ojos de la única residente en aquella habitación.

Cada movimiento, cada suspiro y respiración. Todo eso arrebataba un suspiro de amor y a veces de arrepentimiento a la pequeña de cabello negro

El sonido de la pelota chocar contra la pared, era música para la pequeña. Y la imagen de aquella persona que lo hacía, era el mejor de los paisajes

Con cabellos castaños y algunas pecas en las mejillas, una adolescente, estaba perdida en esa actividad. Ignorando todo, olvidando por completo la ausencia de su compañera de habitación.

—¡Lynn! ¡Lucy! ¡Bajen a cenar! —la voz del patriarca de la casa se hacía escuchar en toda la casa. Llamando la atención de su hija deportista, quien bajaba algo aburrida. Pero llenando de fastidio y enojo a su hija gótica que veía triste a su hermana, verla irse de la habitación era un martirio.

La pequeña terminó por cerrar su libro luego de poner un punto final a su poema. Apago con un delicado soplido la vela que acompañaba su actividad, no tardó en empezar a moverse a través de los conductos

—¡Ay! —soltó un pequeño quejido cuando su cabeza chocó contra la parte superior

—Estúpido cuerpo mortal —hablo la pequeña, haciendo notar su enojo, pero  aún conservando su voz inexpresiva

Con mucha dificultad termino su trayecto. Al bajar de los conductos, empezaba su siguiente camino, ir a la cocina

—¡Lucy! —volvió a gritar el patriarca de la casa— ¡Baja de una vez jovencita!

La pequeña imitaba de forma burlona y a voz baja las palabras de su padre. Una vez terminó de de guardar su cuaderno, bajo con suma lentitud. Al llegar todos se encontraban cenando, al parecer solo faltaba ella. Al ver a toda su familia dio unos silenciosos pasos para atrás, no le importaba no cenar ese día, quería retirarse como podía. Pero ya era tarde

—Ven aquí Lu , hay un asiento libre —hablo la deportista, señalando un asiento a su lado.

Lucy se congeló casi al instante después de escuchar a su hermana mayor, su piel se erizo del miedo y nerviosismo. Solo asentía con la cabeza, obediente a su hermana, y algo ruborisada por aquel gesto.

Tan lento como podía, tratando de evitar el nerviosismo que sentía. Y rezando por que su hermana terminara su cena antes de que llegara a sentarse a su lado. Algo que iba a ser imposible, Lynn había dejado de comer y seguía con la mirada cada movimiento de su hermana menor; con una ceja levantada y mirando con intriga el comportamiento de Lucy