Capítulo 2
Alina
Las leves voces de fondo hacen que despierte poco a poco. No oigo bien lo que dicen, aún mis cinco sentidos no están estables. Siento cierto dolor de cabeza y murmuró para llamar la atención de quien sea que este en la habitación. Ya logrando oír un poco, escucho como la puerta se abre y quien creo que es se acerca a mi. Una enfermera pasa una luz por mis ojos provocando que tenga que cerrarlos nuevamente.
—Ya está reaccionando.
Muevo mi cabeza un poco buscando hacia dónde fue dirigida la voz. No puedo evitar sonreír al ver. Una de mis hermanas está de pie con una sonrisa de alegría, al verme llega hasta donde mi y me abraza.
—¡Ahg!
—¡Al fin despiertas Alina! —La voz dramática de Alice retumba en mis oídos. Es otra cosa que tenemos en común.
A medida que la vista se normaliza puedo percibir con mayor claridad a mi hermana. Está vestida diferente por lo que puedo intuir que hoy es un día diferente. Le sonrío y miro a mi alrededor. La habitación del hospital es ancha y hay dos muebles grandes con una ventana que permite ver las playas de Cartagena.
—¡Nos diste un susto de mierda!. —La voz de Allandra se hace presente mientras cierra la puerta.
—Lo siento.
—Mamá y la abuela vendrán más tarde a verte.
Asentí feliz, supongo que me hará bien tener a la abuela un rato acompañándome.
—Que bien. —Dice Alice, supongo que tiene algo que hacer. —Hace rato no tenías ataques de claustrofobia.
Me quedé en silencio un rato. Alguien me tuvo que traer aquí.
—No me lo recuerdes. —Dije recordando lo sucedido. Mi mente viajo buscando aquellos ojos azules.
—Tuviste un ataque de claustrofobia en Faire de l'art. —Mi hermana mayor cruza sus brazos y se sienta en la cama. —Quedaste atrapada en el ascensor, se supone que eres precavida con eso.
—Fue tan agobiante. —Dije. —Las escaleras eran un desastre, estaban llenas. —Mi cuerpo tiembla de solo pensarlo. —La verdad pensé que no saldría viva.
—Dale gracias al hombre de ojos azules que te ha traído, cuando llegamos no nos dejó ni hablar.
Alice revisa su celular varias veces hasta que lo apaga para decirme:
—Se la paso disculpando tanto en francés como en español.
—¿Quién les avisó? —Pregunte al recordar al tipo francés de ojos azules.
—El mismo hombre que te acabó de comentar, nos llamó. —Contesta Allandra quien no deja de observar a Alice.
Mi hermana mayor es alta, cabello castaño oscuro y un cuerpo envidiable. La mujer se mantiene activa. Es inteligente, amable, honesta y con una actitud demasiado agradable. A diferencia de Alice y de mi, Allandra es amante del chocolate y hay que decir que en el amor le va muy bien.
—Se llama Dean Chandler. —Alice alza una ceja y me guiña un ojo.
—Se me olvidaba que eres una experta en encontrar a cualquier persona, FBI. —Dije y Allandra murmura locas.
—Bueno se presentó ante mí y no dude en buscar sobre él en Internet, aunque encuentro muy poca información sobre él.
—¿No supiste quien era al verlo? —Allandra no duda en amarrar me el cabello y le sonrío por su acción. La quiero un montón.