Capítulo 6
Alina
Me quedo estática mientras el tenedor cae al plato y luego al paraíso provocando más ruido de lo normal. ¿Escuché bien? Las personas no dudaron en vernos. Busco su cuerpo, está rígido y sus ojos azules como el mar están buscando mi respuesta.
—¿Qué?
—Estoy seguro que me escuchaste perfectamente. —Su tono ahora es mucho más duro y mi sonrojó mucho más notorio. —Alina no te pediría esto si no fuera necesario.
—La verdad no estoy entendiendo nada. —Mordí mi mejilla fuertemente pero mi corazón está latiendo más rápido de lo normal ante su propuesta.
—Escúchame bien. Estoy en un problema bastante grande que no puedo comentarte aquí y a la única persona que le puedo pedir que sea mi prometida es a ti.
—Nos acabamos de conocer.
—Para el resto de las personas será algo oficial, solo tú y yo sabremos que el compromiso no es real. —Dean termina de comer y yo solo puedo ver mi plato. —La empresa está en peligro y la única forma de calmar los humos de todos es mostrar ante el público una relación que proyecte seguridad.
—¿Qué tipo de peligro?
—No puedo decirte todavía.
—No podré aceptar.
Dean suelta un suspiro y me mira para abrir su boca y proseguir:
—Alguien está sacando dinero de la empresa de manera ilegal y lo mejor que puedo hacer para evitar un escándalo que afecte no solo a los trabajadores sino también a mi familia, es dar la noticia de mi regreso a Francia junto con mi prometida.
—¿Por qué yo?
—¿Te han dicho que proyectas seguridad Alina? —Negue. —Pues dejame decirte que cuando sonríes calmas mi ansiedad y aceleras mi corazón.
Mi pulso acelera, mi boca se queda queda seca ante sus palabras y mi lengua no puede gestionar nada. Los ojos de Dean tienen cierto brillo que provoca un sonrojo en mis mejillas.
—Eso lo dices para que acepte.
—Tomalo como quieras, no soy una persona mentirosa y no me ando con rodeos. Me has demostrado ser una persona autónoma y desinteresada hacia mi persona cosa que poco veo en chicas como tu.
—¿Y cuales son las consecuencias de todo esto? —No solo hablo de lo que pueda pasar si no también de mis sentimientos.
—No permitiré que se acerquen a ti, tu información será totalmente privada. —Sus dedos tocan mis nudillos suavemente pero aparto mi mano rápidamente por la agradable sensación. —Me aseguraré de protegerte.
—¿Prometes que me contaras todo? —Le extendí mi dedo meñique y él me miró confundido. —Esto es un pacto de promesa Chandler. —Extiende su dedo y lo entrelaza apretando suavemente mi dedo.
—Lo haré.
—Bien. Acepto. A partir de maintenant je suis ta fausse petite amie.
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—Y aquí es... —Le digo a Dean que parque frente a mi casa.
El francés se inclinó acercándose a la ventana de mi asiento para observar el lugar. Su boca se curva hacia arriba cuando ve el nombre de la floristería al frente. sus rostro el cual ahora mismo está de perfil se queda estático cuando esta a tan solo centímetros de tocarnos. Confirmo nuevamente que sus pestañas son largas y se nota que hidrata sus labios, en la manera en cómo se puede observar que tiene una pequeña cicatriz de lo que seguro fue acné en su momento. Su cabello es abundante y negro con ondas sueltas, algunas ebran cae por su otros y otras ya estan llegando a la mitad de su cuello. ¿Será que tiene pensado dejarlo crecer? La imagen de Dean con el cabello largo llega a mi y tengo la necesidad de apretar mis muslos fuertemente porque, joder que sexy se vería. Él mueve sus ojos hacia mis piernas y rubor en mis mejillas es bastante notable por la cercanía en donde estamos.